Con reciente anterioridad el renovado Toyota Corolla 2017 (cuyo debut internacional se dio durante el pasado Salón de Nueva York), hizo su presentación ante el público mexicano en el llamado “Corolla Fest”. Sin embargo, la marca nipona nos debía su primera toma de contacto, por ello viajamos a Oaxaca para ponernos tras el volante y conocer de primera mano las novedades que presenta este conocido sedán.
Evidentemente, lo primero que salta a la vista es su frontal completamente rediseñado. La marca apuesta por rasgos más dramáticos, que pueden o no caer del gusto de todos. En este sentido, cabe destacar que ahora existe una mayor diferenciación entre los niveles de equipamiento, siendo muy evidente el cambio entre las variantes de acceso “C, Base y LE” con las más equipadas “SE y SE Plus”.
En el apartado mecánico, la introducción del sistema Valvematic es la principal novedad del Corolla 2017. Este sistema que complementa al VVT-i, controla la válvula de admisión con lo que entrega una mayor dosis de potencia, en este caso el motor presenta una ganancia de ocho caballos para pasar de 132 hp 140 caballos y 126 lb-pie de torque, al mismo tiempo que presume una mejora de combustible de entre tres a cinco por ciento. Dependiendo de la versión, la caja es una manual de seis velocidades o una CVT.
En este sentido, es donde se agradece que la llamada “Ruta Corolla” se haya realizado en los demandantes caminos de la sierra de Oaxaca y no en la ciudad o autopista, que en teoría son la zona de confort de este sedán. Ahí, se nota la evolución técnica a la que ha sido sometida esta generación del Corolla (la onceava para ser más exacto), ya que, si la comparamos con las primeras unidades que montaban la vetusta caja de cuatro velocidades el cambio es evidente.
Ahora se nota más comunicativo y el motor no se siente tan anestesiado, además da la impresión de tener una mejorada puesta a punto que le permite afrontar las curvas de mayor manera. No obstante, su prioridad sigue siendo el confort de marcha y en ningún sentido califica como un vehículo de manejo deportivo.
Prueba de ello es que en la única oportunidad que se tuvo para ir “a fondo”, la aguja del velocímetro apenas rosó la marca de los 180 km/h y aunque en general se sentía bajo control, la sensación de “lancheo” se hizo presente (el pavimento tampoco ayudó). Eso sí, el consumo de combustible es bastante bueno ya que mantuvo un promedio en torno de los 16 kilómetros por litro. Es un auto pensado para ser un medio de transporte eficiente y poco más. Si se busca un manejo entusiasta es mejor voltear a ver otras opciones como Honda Civic o Mazda 3.
Por cierto, la unidad asignada durante esta ruta (Oaxaca-Huatulco-Puerto Escondido), correspondía al acabado intermedio “LE CVT”, el cual no equipaba algunas amenidades que sus contrapartes más lujosas si montan como la cámara de reversa, asientos con piel sintética, quemacocos, sistema de navegación, encendido por botón y paletas de cambios detrás del volante.
El Toyota Corolla 2017 pudiera parecer un auto más del montón, pero hay que tener en cuenta que, aunque en nuestro mercado no tiene un gran protagonismo, a nivel mundial la cosa es bien distinta ya que mantiene el título del auto más vendido de todo el orbe. No será el más bonito, rápido o tecnológicamente avanzado, pero eso sí, en esta toma de contacto, deja la impresión de que es un rival que de ninguna manera se debe de menospreciar ya que, si bien no destaca, tampoco falla garrafalmente en ningún apartado.