Ante la llegada de la Ford Escape 2017 hemos tenido nuestro primer contacto en las carreteras del sureste mexicano, específicamente en la carretera que conecta a Mérida con Playa del Carmen.
Exterior
Primeramente, es importante mencionar que estamos frente al facelift de la tercera generación que hizo su aparición en 2012. Como parte de este lavado de cara la imagen exterior sufrió importantes actualizaciones que la hacen ver más moderna y atractiva que su antecesora. Ejemplo de ello es el rediseño de los faros, la parrilla, las calaveras -de LED para las versiones Titanium-, así como de los rines de 19 pulgadas. Todo ello en conjunto hace que la imagen de la Escape 2017 sea sumamente parecida a la Edge.
Al tratarse de una renovación de medio ciclo de vida, las dimensiones de este SUV mantiene un largo de 4,524 mm, un ancho de 1,839 mm y un alto 1,684 mm. Asimismo, el peso de la Escape 2017 ronda los mismos 1,600 kilogramos que su predecesor.
Interior
Otro de los cambios que sufrió esta camioneta lo podemos encontrar en el interior. Ahora, la arquitectura del volante, tablero y paneles de las puertas fueron renovadas, tanto en el diseño como en la calidad de los plásticos. Como buen modelo Ford, la consola central presenta una imagen radical que si bien luce bastante atractiva el paso de los años le caerán más rápido que si tuviera trazos más sobrios.
Durante este primer acercamiento también nos pudimos percatar que existen ciertos elementos que carecen de ergonomía como las perillas de las salidas aire centrales y el controles del aire acondicionado. Mientras que para el primero hay que estirar el brazo para alcanzarlos, en el segundo existe un espacio muy limitado cuando la palanca de velocidades está en Parking. Lo que si agradece es que los plásticos que quedan a la vista tiene una mejor apariencia y sensibilidad la tacto en comparación con su predecesor.
Equipamiento
Aunque no es de serie, las versiones superiores equipan techo panorámico, el display de 4.2 pulgadas en el cuadro de instrumentos y la interfaz SYNC3 que aglomera el sistema de audio Sony, el aire acondicionado, el navegador, CarPlay y Android Auto desde la pantalla táctil de ocho pulgadas. Un punto más a destacar es que ahora de serie equipa freno de mano electrónico y dos entradas USB con capacidad de carga más rápida.
Manejo
Dependiendo de las necesidades y poder, y obviamente presupuesto, este SUV puede ser elegido con un motor de 2.5 litros que al ofrecer 168 hp se encuentra dentro del promedio que ofrecen sus competidores. Sin embargo, al utilizar el 2.0 litros turbo con cerca de 250 hp sobrepasa por mucho a cualquiera de sus rivales directos, lo que tiene como se consecuencia que se convierta como el modelo más fuerte de los SUVs compactos.
Independientemente del motor que porte el Escape, algo que podemos destacar al volante es la gran maniobrabilidad, el confort de marcha y la suavidad de la caja de seis marchas. Lo anterior sumado con una gran visibilidad hacia el frente y una posición de manejo agradable hace que la conducción sea similar al de un hatchback, aun que posee un centro de gravedad más elevado. Un atributo más que encontramos en este SUV es la insonorización al interior de la cabina lo que permite un manejo más placentero.
Durante este primer contacto que constó cerca de 300 kilómetros obtuvimos un consumo de combustible que rondó los 10.5 km/l, esto quiere decir que la autonomía del tanque de gasolina del versión EcoBoost supera los 550 kilómetros.
Como es costumbre en Autocosmos, en unas semanas tendremos una prueba de manejo donde podremos desmenuzar con mayor tiempo cada unas de las cualidades y defectos de la nueva Ford Escape 2017.
Competidores
Chevrolet Equinox, Volkswagen Tiguan, Hyundai Tucson, Kia Sportage, Honda CR-V, Nissan X-Trail, Mazda CX-5, Toyota RAV4, Jeep Cherokee, y Mitsubishi Outlander.