Está en el ADN de Volvo desarrollar nuevas tecnologías que apuntan a mejorar la seguridad. Su propuesta, conocida por todos, es que para 2020 ninguna persona muera ni resulte gravemente herida por causa de un accidente donde esté involucrado alguno de sus autos. Pero eso no es todo.
La marca sueca de propiedad del grupo chino Geely está sumida en un proceso de transformación muy profundo, con el objetivo de duplicar sus ventas a unas 800 mil unidades en 2020, para así convertirse en un actor relevante y considerado dentro del mercado de autos premium.
Y este proceso parte con una fuerte inversión en tecnología (US$ 11,000 millones en los últimos cinco años) para renovar su line-up por completo. El primero de los modelos de la nueva generación Volvo fue el XC90, presentado en París 2014 y ya lanzado en todo el mundo, y ahora llega el segundo de ellos, el totalmente nuevo S90, cuyo debut se realizó este año en Detroit.
El nuevo Volvo S90 apela a tres principios básicos que, según la marca, lo hacen único en el mercado: la simplicidad es la máxima sofisticación; el trabajo artesanal con materiales nobles para resaltar texturas, colores y formas, y la experiencia conductiva como expresión de lujo.
Este sedán tiene un diseño sofisticado y elegante, inspirado en el hermoso P1800 y con elementos de la nueva identidad de marca que se introdujera en el XC90. Destacan los grupos ópticos LED con el martillo de Thor horizontal, el logo más visible en el centro de una parrilla amplia con grillas verticales (Iron Mark), los hombros marcados a la altura de las ruedas traseras, y, sobre todo, las proporciones.
El S90 mide 4.963 mm de largo, 2.019 mm de ancho y 1.450 mm de alto, con 2.941 mm entre los ejes. Está construido sobre la nueva plataforma modular escalable de Volvo (SPA), que incorpora materiales más ligeros, y que le permiten marcar en la balanza 1.801 kilos de peso.
Monta suspensión independiente en las cuatro ruedas, con arquitectura de doble bandeja adelante y multilink con amortiguadores hidráulicos atrás, pudiendo optar por suspensión neumática sólo para el eje posterior.
Bajo el cofre es esconde otra de las joyas de Volvo: los motores Drive-E, diseñados con un enfoque modular compacto, lo que permite utilizar el mismo bloque para los motores a gasolina y diésel, con potencias entre 120 y 400 caballos de fuerza, y con reducciones del 35% en el consumo de combustible.
El motor que llegará a México será el conocido 2.0 litros con turbo y supercargador, el cual eroga 320 caballos de fuerza. Al acoplarse con una caja automática de ocho velocidades y tracción AWD, acelera de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos y alcanza los 250 km/h, ofreciendo un rendimiento combinado de 13.8 kilómetros por litro.
El habitáculo es lujoso tanto por los materiales utilizados (aluminio, cristal sueco, cuero, madera de abedul, polímeros blandos al tacto), como por las terminaciones de corte artesanal, los colores claros y cálidos, y un diseño minimalista ciento por ciento enfocado en el conductor.
Frente a los ojos hay un panel de instrumentos digital de 12,3”, mientras que en el centro de la consola luce el sistema de infoentretenimiento Sensus Connect, con una pantalla táctil de 9” en posición vertical compatible con Apple CarPlay, y que permite interactuar con aplicaciones como Spotify y Pandora. Incluye, además, navegador satelital y sistema de sonido de 1,400 watts, con un subwoofer y 18 parlantes Bowers&Wilkins, más un amplificador Harman & Kardon, entre otras cosas.
Ahora, es la tecnología enfocada en la seguridad, y que la marca denomina Intellisafe, la que sorprende en este auto. Este sistema no sólo asiste al conductor sino también es capaz de predecir y ayudar a evitar un accidente.
El City Safety es un sistema de cámaras y radares en 360º que nació hace algunos años con el XC60, y que hoy funciona como el núcleo del Intellisafe. A través de estos sensores y cámaras, el auto detecta peligro en el entorno del auto, desde peatones a animales, desde ciclistas a todo tipo de vehículos, y actúa advirtiendo e interviniendo en caso de ser necesario, incluso de noche o en malas condiciones climáticas.
También se suma el nuevo Pilot Assist de segunda generación, un sistema que la marca define como semi autónomo, porque el conductor debe siempre llevar las manos en el volante. Este sistema reduce los esfuerzos del conductor y aumenta la seguridad al minimizar los peligros por desconcentración. Opera tanto en momentos de alta congestión (baja velocidad) o en autopistas en velocidad crucero, hasta los 130 km/h.
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Volvo S90 2017
