Antecedentes
La tercera y actual generación de la Toyota Sienna llegó al mercado en 2010 luego de haber debutado en el Auto Show de Los Ángeles a finales del año anterior, fue concebida en el Calty el centro de diseño de la firma en California con el objetivo de recuperar el appeal que habían perdido las minivans con el pasar de los años y el surgimiento de la fiebre por las SUVs.
Para el año modelo 2015, la Sienna presenta un facelift que se nota sobre todo en las modificaciones a los grupos ópticos tanto frontales como posteriores, pequeñas mejoras en materia aerodinámica y una estructura más rígida, esto último se traduce en una marcha más silenciosa y confortable. El tablero por su parte también fue rediseñado mejorando en ergonomía y materiales.
Características técnicas y mecánicas
Por lo que hace a la parte mecánica no hay cambios, bajo el cofre encontramos el mismo propulsor V6 de 3.5 litros de 266 hp y 245 lb-pie de torque que se acopla a una transmisión automática con modo manual de seis velocidades, este binomio resulta un viejo conocido que se caracteriza por cumplir muy bien.
A sabiendas de que son utilizadas como el vehículo para transportar a la familia, Toyota dota a la Sienna de una amplia gama de elementos de seguridad, situación que se ve reflejada en la calificación de 5 estrellas en las pruebas de impacto de la NHSTA.
Además de elementos obligados como los frenos ABS, control de estabilidad VSC y de tracción TRAC, encontramos 8 bolsas de aire que en el caso de la de tipo cortina fue rediseñada para ofrecer mejor protección para los pasajeros de las tres filas. Cuatro de los asientos de la segunda y tercer fila ahora cuentan con anclajes LATCH para colocar de manera segura un auto asiento para niño.
Cuenta también con sistemas como sensor de presencia en punto ciego, asistente de estacionamiento tanto frontal como posterior, cámara de reversa con diferentes perspectivas y monitor de presión de neumáticos.
Confort
Es en este apartado en donde la Sienna realmente destaca, empezando por los asientos forrados en cuero que para el conductor es eléctrico de 8 posiciones y con 2 memorias, mientras que el del copiloto también es eléctrico pero nada más de 4 posiciones.
Como mencionábamos anteriormente, el tablero fue rediseñado, el cluster de instrumentos que cuenta con dos grandes relojes análogos en color azul tiene una pantalla de 3.5” a color en el centro en donde se despliega información relativa a la computadora de viaje, equipo de audio, etc. El volante cuenta con controles de audio y para manejar el teléfono móvil vía la interfaz vía Bluetooth.
El tablero ahora alberga una pantalla táctil desde donde se pueden manipular diversas funciones como el equipo de audio que en este caso es un JBL con 10 bocinas, navegador y otras funciones de configuración. Los controles del climatizador cambiaron por completo, ahora son más sencillos de utilizar, es automático de 3 zonas, una para cada uno de los pasajeros frontales y otra más para atrás, misma que se puede controlar desde el tablero principal o bien desde un control ubicado arriba de la puerta corrediza y que está disponible para los pasajeros de la segunda fila. Lo anterior quiere decir que los pasajeros de atrás tendrán que ponerse de acuerdo sobre la temperatura.
Los pasajeros de la segunda fila cuentan con unos comodísimos asientos individuales que en caso de no llevar pasajeros en la tercera, se pueden recorrer bastante para ganar suficiente espacio como para poner en ridículo a la fila posterior de un Mercedes Clase S Long Wheel Base. Adicionalmente cuentan con un reposapiés, por lo que no hay duda, las dos butacas de en medio son las mejores que ofrece la Sienna.
La tercera fila (considerando que la segunda esté colocada a una distancia prudente) es lo suficientemente amplia como para alojar a tres adultos de talla media (algo que a duras penas pueden presumir la Ford Expedition y en menor medida la Chevrolet Suburban). Además es abatible de forma asimétrica 60/40 con solo apretar unos botones ubicados en la parte superior de la boca del portón trasero, al abatir la última fila se obtiene un espacio de carga en verdad inmenso.
Es importante destacar que la gran comodidad que son capaces de ofrecer las minivans no solo obedece a su anchura y longitud (que es considerable) sino también al hecho de que tienen un piso muy bajo (bastante menor que el de un SUV por ejemplo), lo que permite a los pasajeros sentarse con las piernas en una posición baja y relajada.
Ah por cierto, equipa 16 portavasos…
Para los niños
Es bastante común que una minivan sea utilizada para transportar niños y vaya que la Sienna cuenta con elementos para hacer de los trayectos con infantes más seguros y llevaderos. Por principio de cuentas como habíamos mencionado, cuenta con cuatro asientos con anclajes LATCH, pero además aquí resulta mucho más simple colocar un auto asiento para niño gracias a la gran apertura que ofrecen las puertas corredizas, esta misma operación resulta bastante más complicada en una SUV si no compruébelo.
Las puertas corredizas son automáticas y cuentan con un sistema que al detectar algún obstáculo detiene el cierre automáticamente, por lo que se elimina cualquier posibilidad de un dedo, mano pie machucado.
Ofrece además un sistema de entretenimiento con pantalla de 16.4 pulgadas (no es tan grande como la medida lo indica, resulta que es extremadamente ancha, con la finalidad de poder dividirse y desplegar dos videos diferentes al mismo tiempo. Cuenta con audífonos inalámbricos, entrada HDMI que permite conectar consolas de videojuego de última generación y entrada para audífonos alámbricos en la tercera fila.
Por último hay una increíble función que permite al conductor hablar a los pasajeros posteriores utilizando el micrófono del teléfono y las bocinas, no más gritos.
Manejo
Tras el volante, la Toyota Sienna es todo, menos un vehículo divertido, se siente pesada y lo es ya que detiene la báscula en 2,020 kilos, además la suspensión está demasiado orientada al confort por lo que la carrocería lanchea bastante, no podemos dejar de mencionar que aun con el poderoso V6 bajo el cofre, toma algo de tiempo alcanzar buenos ritmos.
Todo lo anterior está perfecto, así es como debe ser un auto familiar, la Sienna sí tiene una suspensión extremadamente suave, lo que se traduce en excelente filtración de las imperfecciones del camino y aunque si la carrocería se balancea más de lo que quisiéramos, lo cierto es que no está pensada para pasar a toda velocidad por caminos sinuosos, su hábitat son las autopistas y las constipadas calles aledañas a las zonas escolares. La dirección por su parte es muy suave, comunica muy poco sobre lo que ocurre en las ruedas, pero nuevamente se trata de aislamiento, la idea aquí es que todos los pasajeros, incluido el conductor se sientan en una nube.
Lo anterior no quiere decir que el V6 no sea capaz de responder a la altura de las exigencias, lo hemos dicho antes y lo repetimos ahora, este 3.5 litros es uno de los secretos mejor guardados de Toyota, empuja con contundencia en todo el rango de revoluciones y permite a esta minivan rodar a ritmos muy alegres, incluso muy por encima de los límites permitidos. Además gracias a todo el peso sobre el eje posterior, se planta muy bien y transmite mucha confianza.
Conclusión
Resulta difícil saber si la moda de los SUVs terminará aniquilando a las minivans, francamente el suscrito espera que NO. Este tipo de vehículos ofrece niveles de practicidad y comodidad inalcanzables para cualquier SUV o Crossover, punto.
La Toyota Sienna ofrece además una pléyade de gadgets y amenidades que garantizan trayectos con toda la comodidad que cabría esperar en un sedán premium de gran calado. Es cierto que la Honda Odyssey ofrece un manejo más comunicativo y mejor comportamiento en curvas, o que la Town & Country gracias a que ahora monta el V6 Pentastar responde con más brío, pero la Sienna ofrece niveles de comodidad muy elevados y en el caso de esta variante Limited una experiencia más premium que sus competidoras.