Antecedentes
La tercera generación del sedán mediano Mazda6 llegó al mercado en 2014, fue el segundo modelo en beneficiarse del conjunto de tecnologías SKYACTIV y el lenguaje de diseño KODO Soul in Motion.
Con menos de dos años en el mercado el Mazda6 recibe su primera actualización y la pregunta obligada es. ¿Por qué razón Mazda renovaría tan pronto un producto tan bien logrado?
Resulta que el culpable de esto es nada menos que su hermano menor, es decir el compacto Mazda3. Y es que con la llegada del modelo inferior, Mazda ofreció un interior con un diseño sobresaliente, tanto así que el primero en lucir atrasado fue precisamente el Mazda6. Esta renovación entonces si bien es cierto ofrece cambios en parrilla, grupos ópticos –tanto frontales, de niebla como posteriores- y rines de 19” en color grafito, en donde presume modificaciones sustanciales es en el interior.
El Mazda6 ya era uno de los mejores sedanes medianos del segmento, sin embargo la marca lo ha dotado de una cabina más atractiva, que ahora luce consistente con el gran diseño exterior y de paso suma alguno que otro elemento de equipamiento para mantenerse vigente.
Características técnicas y mecánicas
Bajo el cofre no hay cambios, encontramos el mismo motor de 2.5 litros SKYACTIV-G que entrega 188 hp y 184 lb-pie de torque y que se acopla a una transmisión SKYACTIV-D automática de seis velocidades con modo manual que se puede controlar mediante unas paletas ubicadas detrás del volante.
Aunque los componentes más importantes se mantienen inalterados, sí encontramos algunas actualizaciones que se enfocaron en hacer del Mazda6 un vehículo más confortable y silencioso. Según la marca se robustecieron algunos componentes de la suspensión y se adicionaron materiales de aislamiento acústico con el objetivo de lograr un rodamiento 25% más silencioso en ciudad y 10% en carretera.
Por lo que hace a seguridad encontramos lo obligado: Bolsas de Aire, ABS, Control de Estabilidad y de Tracción, cámara de reversa. Asimismo se adicionan sistemas como el sensor de presencia en punto ciego y alerta de tráfico trasero.
Confort
Como mencionábamos anteriormente, la novedad en el Mazda6 2016 se encuentra en el habitáculo y es que cuando el modelo llegó en 2014, aunque ofrecía excelente calidad de materiales y ensamble, el diseño lucía algo anticuado e inconsistente con las formas tan atractivas del exterior.
El principal cambio es la ubicación del display táctil a color de 7” que ahora se coloca en la parte superior del tablero, igual que en el Mazda3 y muy al estilo de toda la gama BMW. Lo anterior ha propiciado un rediseño completo del tablero que ahora ofrece formas, materiales y texturas que le confieren una apariencia superior, muy cercana a los premium. Destaca el acabado suave al tacto que asemeja una terminación en cuero con pespuntes y que en la parte superior cuenta con un inserto metálico que se extiende hasta la unión con la puerta del copiloto.
La consola central también presenta cambios, el más destacado es la sustitución del freno de mano de matraca por uno electromecánico, que además de ahorrar espacio, produce una mejor percepción. También encontramos un botón con la leyenda sport –del que hablaremos más adelante- ubicado en el costado izquierdo de la palanca de cambios.
Adicionalmente, también se incorpora un Head Up Display que funciona mediante una mica retráctil ubicada en la parte superior del cluster de instrumentos, misma solución que adoptan Mazda3, Mazda2, Peugeot 3008 o el nuevo MINI Cooper por mencionar algunos.
Otros elementos como el aire acondicionado de dos zonas, mandos en el volante, quemacocos, vestiduras de cuero, etc se mantienen. Sin dejar de mencionar el sistema Mazda Connect que se puede manipular mediante el Control Central de Mando que funciona muy parecido al iDrive.
Manejo
Tras el volante nos volvemos a encontrar con las virtudes que hacen del Mazda6 uno de los mejores exponentes del segmento, el 2.5 litros sube de vueltas con facilidad y trabaja perfectamente en conjunto con la transmisión para encontrar siempre la relación idónea que permita ahorrar combustible, pero a la primera insinuación del pedal de acelerador, ofrecer buen nivel de respuesta.
Es cierto que para esta generación Mazda dejó de ofrecer una variante de seis cilindros, en otros mercados está disponible un diésel que bien podría entregar ese desempeño más alegre que algunos entusiastas les encantaría tener. Lástima que la firma no se ha animado a traerlo.
Lo anterior de ninguna manera quiere decir que le falte potencia al Mazda6, gracias al chasis SKYACTIV el peso del vehículo se logró mantener ligeramente debajo de las dos toneladas, por lo que este modelo es capaz de ofrecer niveles de respuesta prácticamente iguales que la variante V6 de su predecesor.
Pero lo fundamental en el buen manejo no es que tan rápido acelera un vehículo en línea recta (no deja de ser importante), sino la manera en que se planta en un camino sinuoso, la confianza que transmite en altas velocidades o la retroalimentación que ofrece al conductor. Es en estos apartados en que los autos que se manejan bien se separan de los demás y el Mazda6 lo hace muy bien justamente en estos rubros, es un vehículo que pese a ser un espacioso sedán familiar.
El nuevo botón sport permite que la transmisión lleve la aguja del tacómetro a la frontera de la zona roja, exprimiendo todos y cada uno de los 188 hp, aun así no hay que esperar aceleraciones de infarto, pero sí es cierto que el Mazda6 se mueve con soltura.
Conclusión
Es un hecho que la categoría de los sedanes medianos se hace más pequeña cada año, están siendo aniquilados poco a poco por los SUVs, sin embargo no podemos dejar de señalar que cualquier exponente de este segmento ofrece más refinamiento y espacio para los ocupantes que los SUVs compacto que además tienen precios similares, pero que al estar basados en plataformas de coche más pequeño no son capaces de entregar los niveles de refinamiento que un sedán mediano si puede. Una prueba más de que no siempre lo que está de moda es mejor.
Por otra parte es menester aclarar que dada la gran evolución que han experimentado las versiones 4 cilindros de los sedanes medianos, ya no hay necesidad de los motores V6, incluso hay ejemplares como el Ford Fusion o el Chevrolet Malibu que ya no las ofrecen y en su lugar optaron por motores turboalimentados para sus versiones más potentes. La estrategia de Mazda es aún más radical, ya que solo ofrece el 2.5 litros aspirado y en verdad que funciona a la perfección, mientras que otro beneficio colateral es el ahorro en términos de consumo de combustible.
De cualquier manera no podemos negar que el sonido de un buen seis cilindros y una patada más contundente al oprimir el acelerador a fondo siempre nos sacará una sonrisa y es por eso que Toyota Camry, Nissan Altima y Honda Accord aun ofrecen esa opción, sin mencionar a los dos con mejores motorizaciones V6, el Volkswagen Passat y el Chrysler 200.
Al final del día el Mazda6 mejora en ese único aspecto que le podíamos criticar, el diseño interior, al tiempo que mantiene todas las virtudes que ya lo hacían uno de los más destacados del segmento.