¿Recuerdas como eran las SUV en 1999? Básicamente, eran pickups carrozadas. El manejo en carretera de estos vehículos era lento y hasta torpe. Eso si, por su construcción presumían unas cualidades para salir del asfalto que iban desde lo decente hasta lo extremo, aunque curiosamente, pocos la usaban para tal motivo, ya que la mayoría de los usuarios se movían en ciudades. Y precisamente, es en aquel año en el que se presentaría la BMW X5, que además de ser el primer miembro de la ahora prolífica familia X de la firma bávara, llegaría a cambiar las reglas del juego.
Su propuesta era tal, que la marca la definió como un SAV (Sports Activity Vehicle), esto en un intentó de desmarcar a la X5 de aquellas camionetas estadounidenses que parecían dinosaurios a su lado. Era un BMW, por lo que se manejaba y percibía como tal. Y si bien, no presumía una capacidad todoterreno sobresaliente. Tampoco lo hacía tan mal.
La primogénita X5 estaba lejos de ser perfecta, pero si fue uno de los modelos que sentó los antecedentes de lo que es una SUV moderna y con ello, de toda la fiebre a su alrededor. Más de veinte años han pasado desde entonces y esta SUV (ahora, en su cuarta generación) ha evolucionado de tal forma, que, si la comparamos con su antepasado, parece un vehículo del espacio.
Sobre todo, cuando el punto de referencia es la versión híbrida enchufable, protagonista de esta prueba, que no sólo mantiene todos los valores tradicionales de la marca, sino que añade uno nuevo, el de la electrificación. Materia, en la que BMW ha trabajado mucho en los últimos años.
El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde
No es la primera vez que convivimos con esta SUV, ya que, a principios del presente año, poco antes de que se presentara la fatídica pandemia, viajamos en ella desde la Ciudad de México hasta Las Vegas. Y desde ese momento, ya nos habíamos percatado de todas las bondades de esta camioneta. Por fuera puede parecer una X5 más, pero en realidad, es un vehículo bastante especial que vale evaluar, sobre todo en el aspecto técnico compuesto por:
BMW X5 Plug-In Hybrid 2021: Motor y desempeño
- Motor de gasolina: L6 TwinPower Turbo de 3.0 L
- Capacidad batería 24.0 kWh (bruto), 21.6 kWh (neto)
- Sistema combinado Potencia: 394 hp y 443 lb-pie de torque
- Velocidad máxima 235 km/h /Modo eléctrico 135 km/h
- Rango eléctrico Hasta 80 kilómetros
- Aceleración 0 a 100 km/h 5.6 segundos
- Transmisión Automática de 8 velocidades
- Tracción AWD
- Tanque de gasolina 69 litros
- Rendimiento combinado: 47.6 km/l
La ficha técnica teórica nos habla de un vehículo de primerísimo nivel. Aunque una cosa es lo que diga la ficha técnica y otra, como todo esto se traslada en el diario. Y es precisamente, donde, podríamos estar ante uno de los productos mejor ejecutados por parte de BMW en la actualidad.
La posición de manejo de la BMW X5 xDrive45 (el verdadero nombre de la versión híbrida enchufable) es como el de cualquier otra BMW, de hecho, prácticamente todo es igual al de sus hermanas. Sólo hay algunos detalles que nos recuerdan que estamos en un vehículo diferente, como los indicadores del rango eléctrico y capacidad de batería en el cuadro de instrumentos. El azul predomina en las luces del interior.
Como todo vehículo electrificado, al encenderlo, no hay ningún ruido. De hecho, aunque tiene diferentes modos de manejo, donde puedes gestionar si quieres avanzar con el propulsor 100% eléctrico, con el de combustión o en forma híbrida con ambos funcionado. Inevitablemente, siempre que enciendas el vehículo, lo hará en el formato cero emisiones.
El tiempo que tuvimos la X5 Plug in, fue durante unos días con muchas tareas de por medio que nos permitieron conocerla en distintos escenarios. Les cuento, durante nuestra ruta, optamos por manejar durante casi 30 kilómetros en modo totalmente eléctrico mientras circulábamos por la ciudad. Si un eléctrico por sí mismo no genera ruido, ahora imagínate cuando se hace un gran trabajo para aislar el ruido exterior.
El siguiente, escenario y tras dejar la batería con una carga de poco más del 50%, nuestro escenario fue una ruta por autopista por un tramo de ida y vuelta de aproximadamente 80 km. Obviamente, aquí no hubo titubeos y seleccionamos el modo Sport+, donde prima el motor a combustión. Y sabes que, de verdad se mueve de maravilla en este escenario.
Los casi 400 Hp, se entregan de forma contundente. Por supuesto, que no desaprovechamos la oportunidad para buscar su límite. No importa la velocidad, es ágil y agresiva. Tal y como nos tiene acostumbrada la marca. Aquí los puristas, de esos que aman conducir, amaran la X5.
Ya de regreso a la ciudad capital, ahora llega el momento de conocer el accionar del modo híbrido. Que, desde mi punto de vista, es el más equilibrado. Ya que obtendrás un consumo realmente eficiente sin necesidad de acabarte la carga de la batería. Es, como siempre, lo mejor de dos mundos.
Pero para ser sinceros, este modo, sólo es recomendable para cuando, como tal y nosotros hicimos, la batería está a la mitad de su capacidad. De lo contrario. Si tienes la suerte de vivir cerca de tu trabajo o hacer viajes por debajo de los 80 km, ten la seguridad que podrán pasar días, semanas o incluso meses sin que te pares en una gasolinera.
Como podrás ver, nuestro test fue netamente experimental. Por lo que propiamente, no guardamos los parámetros que solemos tener al momento de hacer una prueba de consumo. Aún así tratamos de hacer una balanza y el resultado fue de 25 km/l. Ojo, repetimos, en carretera nos dimos gusto como pocas veces. Así, que, si hubiéramos tenido un manejo mas producente, la cifra hubiera sido mucho mejor. La verdad, es que un híbrido plug-in, requiere de una prueba de larga duración para conocer a fondo su mecánica.
Vanguardia minimalista
En cuando a equipamiento, decidimos brincarnos un poco. Ya que la dotación de elementos de confort, tecnología, seguridad y conectividad, no es muy diferente a lo que habíamos experimentado en el pasado. En realidad, como vimos, el protagónico se lo lleva la mecánica. Aun así, aquí está un pequeño listado con lo más destacado de este BMW X5 híbrida enchufable.
BMW X5 Plug-In Hybrid 2021: Equipamiento
- Acabados en aluminio
- Aire acondicionado automático con regulador de 2 zonas.
- Vestiduras en Piel Vernasca.
- Volante deportivo de cuero multifuncional con levas de cambio.
- BMW Intelligent Personal Assistant
- BMW Live Cockpit Professional compuesto por un cuadro de instrumentos digital de 12.3”, sistema de navegación con pantalla táctil de 12.3”
- Sistema Operativo BMW 7.0 con Widgets variables y configurables que muestran información en tiempo real.
- Carga inalámbrica para teléfonos móviles compatibles.
- Control de gestos BMW
- Sistema de sonido Hi-Fi con 10 bocinas y 205 Watts de potencia.
- Bolsas de aire frontales, laterales y de cabeza. Bolsa de aire de rodilla para conductor
- Luz ambiente con 6 diseños predefinidos en diferentes colores y luz de bienvenida tipo alfombra en el exterior.
- Asistente de estacionamiento
- Asistente de reversa
- Ayuda de estacionamiento lateral
¿LA SUV PERFECTA?
Una de nuestra labor como periodistas automotrices es encontrarle un “pero” a todo lo que probamos, no con el fin de molestar, sino para hacer una evaluación sobre que vehículo ofrece lo mejor del segmento. Y aquí tenemos un problema. De verdad tenemos que ser muy quisquillosos para encontrarle un defecto a la BMW X5 xDrive45. Podría decirse que es un producto que raya la perfección.
Se maneja muy bien como todo buen BMW. Además, es práctica, con buen espacio interior. Por si fuera poco, es super eficiente en el tema de consumo de combustible y por si esto no bastara. Es lo suficientemente alta y robusta como para hacer ligeras incursiones por caminos maltratados. Todo ello, con el plus de que es más accesible (si es que así se le puede llamar a una camioneta de 1.5 millones de pesos) que Lincoln Aviator Grand Touring, su principal rival, cuya etiqueta se eleva a 1.9 millones de pesos. Porsche Cayenne E-Hybrid, también es más costosa.
Tal vez, aquí es donde surgirían los únicos “ puntos flacos”, como un sistema de infoentretenimiento que no puede manipularse de forma intuitiva desde el volante multifunción (a la información del viaje sólo puede accederse a través de la pantalla de 12.3 pulgadas) o, por ejemplo, la carencia de una tercera fila de asientos, aunque ello se compensa con una enorme cajuela.
Entonces. Si tenemos en cuenta, que ofrece tecnología, desempeño, versatilidad y eficiencia de combustible, en un solo empaque, que además es más accesible que sus competidores (aunque igualmente prohibitiva para el consumidor promedio). Tenemos que, en efecto, la BMW X5 xDrive45 está a nada de rayar la perfección.