Antecedentes
La tercera generación del Mazda 3 arribó al mercado en 2013 (como año modelo 2014) incorporando el nuevo lenguaje de diseño de la marca denominado como KODO, así como el conjunto de tecnologías SKYACTIV que impactan en chasis, transmisión y motor.
Para 2017, el superventas de la marca que para sus variantes 2.0 litros se fabrica en México, en la planta ubicada en Salamanca, en el Estado de Guanajuato se actualiza ligeramente en aras de mantener su posición en el mercado.
A simple vista resulta difícil decir cuáles son los cambios que tiene el Mazda 3 2017, parrilla y luces de niebla son en realidad los elementos que presentan actualización. Aunque es importante reconocer que el diseño KODO sigue siendo bastante actual, por lo que el compacto de la firma de Hiroshima luce fresco.
Precio: $298,000 pesos (versión probada: Touring)
Características técnicas y mecánicas
Al ser una actualización de mediados de ciclo de vida, el Mazda 3 2017 no presenta cambios mecánicos, por lo que podemos encontrar el mismo 2.5 litros SKYACTIV de 4 cilindros que eroga 188 hp y 184 lb-pie de torque que en el caso de la unidad de pruebas estaba asociado a una caja automática de seis marchas.
Es menester recordar que los motores SKYACTIV incorporan inyección directa y un nivel de compresión muy elevado, lo que se traduce en buenos niveles de respuesta al tiempo que se cuidan bastante los consumos.
La variante Touring del Mazda 3 ofrece todos los elementos de seguridad necesarios, en donde podemos destacar las seis bolsas de aire, ABS y ESP. Aunque se extraña la útil cámara de reversa.
Confort
En el interior, también encontramos pocas novedades; Tablero y cluster de instrumentos se mantienen igual, manteniendo el buen nivel tanto de armado como de materiales, sin embargo cuando volteamos a la consola central es que notamos que el freno de mano mecánico (de matraca) ha desaparecido, y en su lugar ahora tenemos uno de accionamiento eléctrico mediante botón. Esta modificación, se traduce en una consola que luce más limpia y armónica.
Asimismo, el volante también presenta cambios, sigue siendo de tres rayos con el inferior dividido en dos, solo que ahora son más delgados y estilizados, en sintonía con el volante que vimos en la renovada CX-9. Un aspecto que es importante mencionar es que el volante en esta versión no está forrado en cuero, algo que la verdad, creo que no vale la pena ahorrar, puesto que es el elemento que más está en contacto con el conductor.
En cuanto al equipamiento de conveniencia encontramos la pantalla ubicada en la parte superior central del tablero, misma que se manipula mediante el control HMI ubicado en la consola central y que facilita mucho la navegación a través de los diferentes menús del sistema de info – entretenimiento.
No hay alteración en las dimensiones del vehículo, por lo que buena la habitabilidad delantera se mantiene, mientras que atrás sigue siendo suficiente, menor en comparación con exponentes como: Sentra, Forte o Elantra, aunque tampoco tanto como para considerarlo un deal breaker.
En los aspectos a mejorar encontramos que el encendido es mediante llave de presencia, pero no así el acceso, lo que reduce drásticamente la ventaja de tener el primero de los nombrados y es que si ya es necesario sacar del bolsillo la llave para abrir la puerta, el beneficio de no tener que insertarla en la columna de la dirección se diluye.
Por otro lado, la cajuela sólo se puede abrir desde un botón ubicado en el tablero o bien, oprimiendo el que está en la llave, pero la tapa no cuenta con una manera para abrirse físicamente, algo que también nos produjo incomodidad en el uso diario.
Manejo
El Mazda 3 sigue siendo de lo mejor del segmento en este apartado, la dirección es rápida, precisa y comunicativa, mientras que el 2.5 litros es brioso y sube de vueltas con mucha facilidad. Pero eso no es todo, también se planta perfectamente, con mucho aplomo y transmitiendo confianza en todo momento.
Por su parte, el trabajo de la transmisión es impecable, las transiciones son suaves y prácticamente imperceptibles. En el modo default los cambios se realizan en la parte baja del cuenta revoluciones para cuidar tanto la comodidad como el consumo, sin embargo al accionar el botón sport de la consola central, el comportamiento se modifica bastante y los cambios no se producen sino hasta la parte alta del tacómetro. Una delicia para aprovechar el torque a lo largo de toda la banda de revoluciones.
G-Vectoring Control
La mayor novedad de este Mazda 3 2017 no radica en ninguna de las novedades antes mencionadas, sino en la incorporación de una astuta tecnología denominada G-Vectoring Control (GVC).
Este sistema que podríamos definir como un Control de Fuerzas Laterales fue desarrollado conjuntamente entre Mazda e Hitachi, y se basa en el principio de la técnica adecuada de curveo (la que utilizan los pilotos de carreras), para entregar una mejor sensación de manejo, e incluso también mayor seguridad y comodidad.
¿Cuál es esa técnica?
Bueno, casi podría asegurar que de manera empírica todos la conocemos. Consiste en la forma ideal en que se debe tomar una curva y sin meternos en demasiados detalles, podemos dividirla en dos partes. Antes y después del ápex.
Antes de entrar a una curva, hay que reducir la velocidad aplicando los frenos (con el volante el recto), conforme empezamos a trazar hacia el ápex (parte central de la curva), dejamos de aplicar torque o lo hacemos en menor medida y de forma más controlada, al tiempo que empezamos a doblar poco a poco.
Una vez que hemos tocado el ápex y empezamos a salir de la curva, vamos enderezando paulatinamente la dirección, mientras que aceleramos progresivamente.
¿Cómo funciona?
En realidad lo que hace es ayudar al conductor a tomar de mejor manera las curvas, sin que éste se dé cuenta si quiera. Lo anterior no solo se traduce en una mejor sensación de manejo, sino también de mayor seguridad e incluso comodidad.
El G-Vectoring Control utiliza la técnica antes mencionada para mitigar el balanceo de la carrocería. Al entrar en una curva, el sistema recibe los parámetros de giro del volante y transferencia de peso (cuando frenamos el peso se transfiere hacia el frente), al detectar esto, de manera imperceptible el vehículo gestiona la cantidad de torque idónea que puede aplicar para tomar la primera parte de la curva de la mejor manera posible. Asimismo, cuando empezamos a salir de la curva, nuevamente el sistema recibe los parámetros del volante y transferencia de peso (cuando aceleramos, transferimos el peso hacia atrás), por lo que gestiona como si fuéramos pilotos profesionales que tanto torque se puede enviar a las ruedas para salir de la curva lo mejor posible.
En resumen, la adición del GVC hace que el Mazda 3 que ya era un auto sobresaliente en materia de manejo y comportamiento dinámico, sea todavía mejor. Y lo más sorprendente es que Mazda lo ha logrado (toda proporción guardada) sin la necesidad de recurrir a sofisticados sistemas de suspensiones ajustables, barras estabilizadoras activas o sistemas de tracción con reparto de torque inteligente…… Simplemente brillante.
Conclusión
Es cierto que el Mazda 3 2017 presenta cambios tan mínimos que bien podríamos jugar a encuentra las diferencias y costaría trabajo identificarlos todos.
Sin embargo como mencionaba anteriormente, el diseño KODO todavía luce muy actual, mientras que las tecnologías SKYACTIV siguen siendo de lo más innovador de la categoría. Y si a lo anterior la sumamos la adición del GVC, tenemos un vehículo muy que sigue apuntando a la parte alta del segmento, tanto por materiales, diseño como por manejo.
Con todo y los detalles como la ausencia de un volante forrado, cámara de reversa o la llave inteligente con funcionalidad completa, la variante Touring del Mazda 3 representa excelente valor por tu dinero. Cuenta con toda la seguridad, así como elementos muy demandados como el quemacocos o los rines de aluminio, sin olvidarnos también de que ya accedes al excepcional motor 2.5 litros.
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