Antecedentes
La marca Audi, es una de las más longevas en Alemania. Se fundó en 1909 bajo la dirección de August Horch (como anecdotario cultural Horch significa escuchar en alemán, y Audi significa lo mismo pero en latín). En los años treinta se forma “Auto Union”, empresa conformada por Audi, Horch DKW y Wanderer, adoptando como emblema los cuatro aros que la marca utiliza hasta hoy, mismos que deberían ser cinco aros, pues hacia los años sesenta la marca NSU se sumó al conglomerado llamado Audi Automobilwerke. Entre 1964 y 1966 el Grupo Volkswagen adquiere a la compañía en su totalidad. Audi ha ganado muchas competencias a nivel mundial, como el WRC en dos ocasiones y 13 veces la mítica y extenuante carrera de las 24 Horas de Le Mans.
Hablemos un poco de los antecedentes del modelo que ahora nos ocupa, el A7, nace como auto concepto en el 2009 y para un año más tarde debutar en el marco del Salón de París como auto de producción. El diseño es obra de Stefan Sielaff y siempre ha sido construido en la planta de Audi ubicada en Neckarsulm, Alemania. En el 2014 sufrió un “facelift” de mitad de ciclo de vida, es posible que su apariencia cambie en un futuro no muy lejano.
Características Técnicas y Mecánicas
El A7 está construido sobre la plataforma MLB (Modulare Baukasten) o de matriz modular que han utilizado con algunas variantes los modelos A4, A8, Q5 y Porsche Macan. La plataforma del A7 es similar a la del A6. Las dimensiones son: Largo: 4,974 mm, Alto: 1,420 mm, Ancho:1,911 mm, Distancia entre ejes: 2,914 mm, Peso 1,655 kg.
La carrocería se denomina “Sportback” de cinco puertas, también se le conoce como “Liftback” y para no meternos en tipificaciones complicadas, se trata de un “hatchback” grandote y con silueta estilizada.
La versión de prueba es la que porta la motorización más pequeña de la gama, se trata de un cuatro cilindros de 2.0 litros TFSI (Turbo-Charged Fuel Stratified Injection) que podemos traducir como Turbo de Inyección Directa Estratificada que genera 252 hp en el rango de las 5,000 rpm y una fuerza de torque de 273 lb-pie a un régimen de giro entre las 1,600 a 4,500 vueltas del motor. La transmisión es robotizada de doble embrague (S-Tronic) de siete relaciones, con opciones a funcionamiento totalmente automático o con cambios manuales hechos por el conductor. La suspensión delantera es McPherson y la trasera es independiente de paralelogramo deformable, los frenos son de disco en las cuatro ruedas y cuentan con ABS y ESP, cuenta con bolsas de aire para conductor y acompañante, además de laterales y de cabeza. En el caso de este modelo solamente hay la opción con tracción delantera.
Confort
Los interiores de Audi son dignos de mención, ya que los estilistas saben combinar perfectamente materiales, texturas y diseños en pro de una experiencia a bordo. Empecemos por los asientos, tapizados en “Leatherette” (Piel sintética, recordemos que es la versión “Entry” de la gama A7) y el sillón del conductor ofrece muchos ajustes eléctricos. Los plásticos del interior también son de óptima calidad. Un detalle digno de mencionar es el mayor grosor de los vidrios laterales, lo que aísla muy bien el interior y nos brinda un habitáculo muy silencioso.
Habitabilidad electrónica, el sistema de Infoentretenimiento y telemática de Audi es bueno e intuitivo, si bien puede ofrecer protocolos de enlace via alámbrica con smartphones, no ofrece funciones como Mirror Link y el sistema aun no está adecuado para operar Android Auto, o CarPlay y este es un punto al que Audi le urge actualizarse. Ofrece una pantalla central de ocho pulgadas, que se puede plegar y ocultar eléctricamente, en dicha pantalla se despliegan muchas funciones, tan diversas como las del sistema de navegación, cuyos gráficos nos pueden dar una opción 3D bastante bien lograda, en donde los edificios y monumentos de las avenidas principales van apareciendo a nuestro paso, también en esta pantalla el conductor puede elegir el modo de manejo que prefiera, así como la manipulación de los contactos del teléfono enlazado, para lograr este fin hay que manipular la perilla del MMI localizada en la consola central, y para elegir el contacto, o darle alguna orden al sistema hay que hacer uso de un “pad” táctil con reconocimiento de escritura, o si se trata de marcar un número el mismo “pad” nos ofrece una escala numérica para esa función. El sistema de audio es compatible con prácticamente todos los formatos de almacenamiento y compresión de archivos, léase CD, DVD,MP3, WMA, AAC y MPEG4 y además nos ofrece una memoria interna de 10 GB para almacenamiento de música.
La habitabilidad es muy buena tanto en las plazas delanteras, como en las traseras y aunque no lo parezca la capacidad de almacenamiento de la cajuela es grande y puede variar de los 535 hasta los 1390 litros con los asientos traseros abatidos y para cerrar el rubro de confort les comento que el A7 ofrece aire acondicionado programable de cuatro zonas.
Manejo
Sentarse tras el volante de un vehículo dotado con un turbocompresor siempre es una experiencia agradable, y en este caso el A7 no nos defraudó. Si bien existe este incómodo momento llamado “Turbo Lag” en donde se siente una carencia de poder los primeros segundos. La combinación del 2.0 litros TFSI más la caja de cambios robotizada hacen del A7 un vehículo muy ágil, pese a sus dimensiones y peso. Las aceleraciones son progresivas, contundentes y constantes, el conductor siempre tendrá una rápida respuesta del acelerador en prácticamente toda la banda de revoluciones, aunque si se opta por ir rápido el consumo de combustible será obsceno, para evitarlo el A7 cuenta con un selector de manejo, que el conductor puede elegir y que consta de cinco programas en donde el consumo y el desempeño son los beneficiados, según la elección, el primero se denomina EFFICIENCY, en donde el bajo consumo es la premisa, por ejemplo cuando el alto está detenido y esta opción es la elegida el motor deja de funcionar mientras se tenga presionado el pedal de freno. El segundo es CONFORT y como su nombre lo dice, está orientado a la comodidad de los ocupantes, las aceleraciones son progresivas, suaves y los cambios de velocidad de la caja se hacen automáticamente a un régimen de giro bajo y silencioso. El tercero es AUTO, aquí el conductor no tiene que pensar en cambios de velocidades, únicamente debe concentrarse en guiar el volante además de acelerar y frenar. El cuarto modo se denomina DYNAMIC, en donde el desempeño y la velocidad es la premisa, aquí el consumo no es lo importante, la dirección y el pedal de acelerador cambian su tacto, y el conductor recibe mucha más información sensorial proveniente de estos elementos, información de suma importancia cuando se conduce a altas velocidades y por último el modo INDIVIDUAL, que es una extensión del modo DNAMIC, pero con algunas concesiones de personalización al estilo de cada conductor, por ejemplo el tacto de la dirección.
Puede manejarse como un vehículo de lujo, confortable y silencioso, o atacar curvas de un modo agresivo y deportivo que nos dejará un agradable sabor de boca, pese a ser la versión “Entry” de la gama A7.
La velocidad terminal ronda los 250 km/h y el 0 a 100 km/h lo consigue en un poco menos de siete segundos.
Conclusión
Un A7 es un vehículo con un diseño llamativo, bien construido y con excelente manejo, pero la edad ya se le nota y sus competidores dentro del segmento han trabajado fuertemente en nuevos productos. Por 850 mil pesos el comprador puede encontrar vehículos con mayores innovaciones en rubros de telemática o incluso con mecánicas híbridas y nuevos diseños que ofrecen los vehículos de este rango de precios. El cliente que paga esas cantidades de dinero busca también ese “Savoir faire” que brinda un vehículo de lujo, y que el A7 está perdiendo gradualmente.
Audi A7 Sportback 2016 a prueba