Para entender mejor la razón de la existencia de este nuevo Toyota Yaris R, hay que remontarnos al año de 2012, en el que se empezó esparcir el rumor de que Mazda fabricaría un vehículo para Toyota en la planta de Salamanca que en aquel momento estaba en proceso de construcción.
En 2014, ambas firmas oficializaron el acuerdo que involucraba una inversión de 100 millones de dólares por parte de Toyota a efectos de que Mazda proveyera un sedán pequeño. Este convenio es el que permitió que el Mazda2 Sedán llegara a nuestro mercado bajo el nombre de Yaris R y que dicho sea de paso, para el mercado de los Estados Unidos se vende bajo el emblema Scion, una submarca de Toyota.
Asimismo, este acuerdo impide a Mazda comercializar el Mazda2 Sedán.
¿Pero por qué razón Toyota, el fabricante número uno del mundo necesitaría que un jugador tan pequeño como Mazda le proporcione un sedán pequeño? Bueno, la razón es simple, la generación actual del Yaris no cuenta con versión de tres cuerpos, algo que quizá no afecta en Japón o Europa donde los hatchbacks son más favorecidos en este segmento, pero que tratándose de Latinoamérica que prefiere los sedanes si resulta un problema mayúsculo.
¿Qué Cambia?
Bueno ya que aclaramos entonces que el Yaris R es en realidad un Mazda2 Sedán, el primer cambio que notamos es en el frente, en donde la parrilla adopta esta inmensa forma trapezoidal que incluso abarca a las luces de niebla. Los emblemas de Toyota en el centro de los rines, cofre y en la parte posterior.
La llave y centro de volante también presumen el logo de Toyota y hasta ahí tenemos los cambios.
Características técnicas y mecánicas
Mecánicamente no presenta cambios con respecto del Mazda2, por lo que emplea el mismo propulsor de cuatro cilindros 1.5 SKYACTIV con 106 hp y 103 lb-pie de torque acoplado a una transmisión automática de seis velocidades que envía la potencia al eje frontal.
Hablando de seguridad, el Yaris R en su versión tope de gama ofrece frenos ABS y bolsas de aire frontales y laterales. Se extrañan otros elementos como el ESP o la cámara de reversa que se han popularizado en los últimos tiempos.
Confort
Puertas adentro encontramos exactamente el mismo habitáculo que en el Mazda2, por lo que presume excelente nivel de calidad de materiales y ensamble. Algunas superficies la franja que se encuentra al centro del tablero es suave al tacto y con pespuntes en color azul, lo que le confiere una apariencia no solo atractiva, sino de auto más costoso.
En cuanto a los plásticos, la única queja se encuentra en la periferia de los botones de los cristales y es que esa pequeña placa se raya con facilidad.
Al ser la versión tope de gama encontramos una pantalla táctil de 7 pulgadas con sistema Toyota Connect, que en realidad el único cambio que presenta con relación al de Mazda es que aquí la interfaz es de color azul.
Gracias a este joystick circular a la iDrive es sumamente fácil navegar por las distintas funciones del sistema de info – entretenimiento tales como: sistema de audio, computadora de viaje o teléfono móvil, el navegador por su parte es opcional y tiene un cargo extra.
Otros aspectos a destacar son los controles de audio y teléfono en el volante, así como los dos puertos USB ubicados en la parte inferior del tablero.
En cuanto a espacio para los ocupantes posteriores hay que decir que el Yaris R ofrece lo justo, a decir verdad no es uno sus atributos más destacados. Por su parte, con 382 litros podemos decir que la capacidad de cajuela tampoco es uno de los fuertes de este sedán nipón.
Manejo
Para los clientes habituales de Toyota, este Yaris R resultará toda una sorpresa y es que mantiene esas características que hacen que todos los Mazda sean disfrutables tras el volante. La dirección es rápida y comunicativa, el vehículo se planta muy bien y si bien, el propulsor es pequeño se siente ágil, sobre todo cuando activamos el botón sport que efectúa los cambios a mayor régimen.
Sorprenderá a algunos que los frenos traseros sean de tambor, pero gracias a que el peso supera apenas la tonelada, 1,096 kilos para ser exactos, en ningún momento se percibe que la capacidad de frenado sea insuficiente.
Por su parte, el consumo de combustible es bastante bueno, algo que ya sabíamos luego de nuestra prueba con el Mazda2, nuevamente vale la pena destacar el buen trabajo que ha hecho Mazda con el conjunto de tecnologías SKYACTIV.
Hay sin embargo dos aspectos que no nos gustaron en absoluto, por un lado es que no filtra adecuadamente los ruidos que se producen por el trabajo de la suspensión, así como que en general el ruido producido para los pasajeros de atrás es elevado. Parece que la cajuela actuara como caja de resonancia, por lo que se amplifican los ruidos que se generan por el rodamiento.
Conclusión
El Toyota Yaris R no ha resultado una sorpresa, ya anticipábamos que ofrecería excelente nivel de materiales, un manejo ágil y divertido, así como excelente eficiencia de combustible. Al final es un Mazda2, uno de los subcompactos que mejor sabor de boca nos ha dejado recientemente.
No cabe duda que se trata de una gran adición para la oferta de producto de Toyota, una negociación perfecta que le permite a la firma ofertar un producto altamente competitivo en un mercado que además tiende a favorecer a los sedanes.