Hoy hace justamente dos años que Michael Schumacher tenía un accidente en la estación alpina de Meribel en Francia, desde entonces las comunicaciones al respecto han sido mínimas, y la mayoría de las veces se trata de especulaciones de medios sensacionalistas que son desmentidas por gente cercana a Michael Schumacher, específicamente por Sabine Kehm, manager del piloto desde el 2009.
Tal es la falta de información del caso que ha tornado a tintes de misterio, incluso se entretejió una historia paralela del repentino "suicidio" del camillero que había robado el expediente médico de Schumacher mientras permaneció en el hospital francés de Grenoble. El citado personaje pretendía vender a algún medio interesado mediante el pago de 48 mil Euros dicho expediente, pero antes de lograr comercializarlo fue apresado por las autoridades, el camillero decidió “suicidarse” esa misma noche en su celda, para no enfrentar los cargos. (recordemos que los italianos idolatran a Ferrari, y Schumacher regresó la gloria a la casa de Maranello, por lo tanto todos los italianos adoran al alemán, y cuando digo todos, también me refiero a la mafia, que seguramente no vio con buenos ojos ese deleznable hecho de querer lucrar con el historial médico del piloto y decidió ajustar las cuentas a su modo, aunque son puras especulaciones).
Lo poco que se sabe del caso es que –según especulaciones también- Michael pesa únicamente 45 kilos, que su estado es semi inconsciente y que los avances son demasiado lentos.
La casa de los Schumacher se ha convertido en una sala de terapia intensiva llena de aparatos de última generación y un completo equipo médico en guardia las 24 horas, los cuidados los encabeza su esposa, quien semanalmente firma cuentas cercanas a los 150 mil euros (unos 2.8 millones de pesos mexicanos) y ya que hablamos de recursos gastados en la salud del piloto sábemos que Corinna Schumacher ha gastado más de 14 millones de euros desde que esta historia empezó (casi 260 millones de pesos mexicanos), si bien en este caso el dinero –por ahora- no es un problema la familia ya ha empezado a vender algunos bienes que ya no utiliza, por ejemplo el avión privado que frecuentemente usaba el piloto se vendió por 35 millones de euros (637 millones de pesos mexicanos) o una casa de veraneo en Noruega por 2.9 millones de Euros ( 53.6 millones de pesos mexicanos).
Hay muy poca gente que ha podido ingresar en la fortaleza que es la casa de los Schumacher en Suiza, personalidades como Jean Todt o Ross Brown quienes fueron jefes y artífices de los éxitos de “Schummy” en Ferrari han podido ver al piloto en su estado actual, pero no han emitido ningún tipo de declaraciones y si la prensa les cuestiona al respecto son cortantes y tajantes en no hacerlo por respeto a la familia.
Para cerrar esta nota del aniversario del desafortunado accidente sólo me resta mencionar las conocidas palabras del Rey de Inglaterra James I, quien en 1616 escribió claramente en inglés antiguo: “No newis is than bettir evill newis” y que podemos traducir al español como: ¡Qué no haya noticias, ya es una buena noticia! Pero no creo que aplique en este caso.