Recientemente, la marca de la estrella cambió la nomenclatura de su gama de camionetas. De esta forma, la Clase G se mantendrá como el modelo insignia y posteriormente se desplegarán los demás modelos utilizando el prefijo GL y el sufijo de la clase equivalente en tamaño de la familia de sedanes (A, C, E y S).
Es así como nace este modelo en cuestión llamado GLC y que reemplaza a la GLK como el SUV compacto de la marca. Está basado –como bien acabamos de aclarar de acuerdo al nombre- en la nueva Clase C, el sedán compacto de Mercedes-Benz y que ya tiene un tiempo en el mercado. Su competencia son BMW X3, Audi Q5, Acura RDX, Lincoln MKC, Volvo XC60 y Land Rover Discovery Sport.
El diseño exterior deja atrás esos trazos cuadrados que tenía la generación anterior de GLK y ahora fueron reemplazados por unos más suaves y superficies redondeadas que sin duda hacen más referencia al Clase C actual. Luce de hecho más baja que la anterior pero también se ajusta más a la nueva identidad de diseño de la marca alemana.
En el interior encontramos más similitudes aún con la nueva generación del Clase C, con este tablero de excelentes materiales y que se divide en dos partes, la enorme pantalla al centro del tablero que simula una Tablet incrustada y los detalles en aluminio que le dan un ambiente completamente Premium.
Para esta generación de SUV compacto, Mercedes-Benz abandonó las motorizaciones V6 y utilizó una estrategia similar de motores a las del Clase C. De esta forma encontramos un cuatro cilindros 2.0L turbo CGI con 241 Hp a 5,500 rpm y 272 Lb-pie de torque entre 1,300 y 4,000 rpm. La transmisión es una completamente nueva, se trata de un desarrollo de Mercedes-Benz, una automática convencional –nada de doble embrague y esas cosas- pero de nueve velocidades llamada 9G-TRONIC PLUS que en las versiones que llegan a México, manda la tracción a las cuatro ruedas. Con esta combinación de motor-transmisión, Mercedes asegura un consumo combinado de combustible de 13.16 Km/l con una aceleración de 0 a 100 Km/h de 6.5seg y una velocidad máxima de 235 Km/h.
En tema de equipamiento, encontramos Faros de LED con Intelligent Light System, audio con TOUCHPAD y FRONTBASS, Collision Prevention Assist Plus, arranque y acceso sin llave, asientos delanteros con memoria, PARKTRONIC y portón trasero eléctrico.
Nuestras primeras impresiones
El diseño nos pareció muy propositivo y fresco, con líneas más suaves y algunos ángulos que definitivamente nos recuerdan al Audi Q5 y Porsche Macan en la parte trasera, pero una vez que miras el frente, es inconfundiblemente Mercedes-Benz.
El interior nos gustó mucho, con materiales extraordinarios en calidad y un ensamble casi perfecto. El ambiente interior se percibe caro y de muy buen gusto, con esta combinación de texturas entre la piel, madera –que ahora en unas versiones viene con las vetas en relieve- y aluminio. El espacio es muy bueno inclusive en las partes traseras y con una cajuela de gran capacidad es más que suficiente para las necesidades de una familia.
El motor ofrece buena respuesta y torque desde la parte baja del tacómetro y gracias a las nueve velocidades de la transmisión, no es necesario que el motor gire a regímenes altos de revoluciones para exprimir la potencia, manteniendo un mejor consumo de combustible. Los modos de manejo (ECO, Comfort, Sport, Sport+ e Individual) realmente transforman la experiencia de manejo. En los dos primeros se retarda la reacción del acelerador y tanto la suspensión como dirección están en su punto más suave. En Sport y Sport+ cambia completamente la cosa pues la transmisión no utiliza más de siete velocidades para funcionar, mejorando la reacción y entregando un manejo más deportivo, la dirección y suspensión se endurecen también.
Algo que nos llamó la atención es que encontramos sistemas como el de colisión frontal pero no cámara de reversa, ni siquiera en la versión tope de gama. Sí tiene sensores de reversa pero creemos que la cámara es un equipamiento obligado en el segmento.
¿Qué te parece este sustituto de la GLK?