El joven piloto francés Jules Bianchi, que estaba en coma tras sufrir un grave accidente en el GP de Fórmula 1 de Japón en 2014, murió en la noche del viernes en un hospital de su ciudad natal Niza, comunicaron sus padres a través de Facebook. "Jules luchó hasta el final, como lo ha hecho siempre. Pero ayer se acabó su lucha", el piloto tenía de 25 años.
El corredor de la extinta escudería Marussia -hoy Manor- se estrelló el 5 de octubre pasado en el circuito de Suzuka contra una grúa que estaba sacando el Sauber del alemán Adrian Sutil. El choque le produjo graves daños cerebrales.
El accidente fue el más grave registrado en la Fórmula 1 desde la muerte el 1 de mayo de 1994 en Imola del piloto estrella Ayrton Senna. Desde el inicio de los campeonatos mundiales en 1950 la categoría reina ha perdido en total 26 pilotos en un fin de semana de Grandes Premios. El año pasado, en el Gran Premio de Montecarlo, Bianchi había cosechado sus primeros puntos en la Fórmula 1 al finalizar noveno. Y casi cinco meses después sufrió el tremendo accidente durante el Gran Premio de Fórmula 1 de Japón.
A finales de mayo, el padre del piloto, Philippe, había declarado al Canal Plus que el hecho de que el deportista siguiera luchando les daba esperanza. "Lo más importante es que Jules está vivo", dijo entonces. La familia agradeció al personal médico del hospital, que atendió a su hijo con "amor y devoción".
El inglés Bernie Ecclestone, dueño de los derechos de la Fórmula 1, dió su punto de vista a la BBC tras conocer la noticia: “Si hay que optar por tener un accidente hoy en algo, eliges un coche de Fórmula 1, porque es probablemente el más seguro. Lo que le sucedió a Jules fue muy, muy, muy desafortunado”.
El funeral de Bianchi se celebrará el martes 21 a las 10 A.M. en la catedral Sainte-Reparate de Niza, su ciudad natal, según confirmó la cuenta oficial del deportista en Twitter.