La Ford Explorer destinada al mercado chino se prepara para un importante lavado de cara, según información filtrada en documentos oficiales del Ministerio de Industria y Tecnología de ese país. Aunque mantiene su plataforma y la misma mecánica conocida, este facelift introduce cambios relevantes en el diseño exterior y en ciertos elementos del equipamiento, dando un aire más moderno a uno de los SUV más populares de la marca.
El frontal es el punto donde Ford aplicó la mayor evolución. La Explorer incorpora faros más delgados con una firma luminosa horizontal que ahora se une mediante una barra LED, generando un look más tecnológico. La parrilla también cambia por completo con un patrón diferente, mientras que la nueva fascia abandona las líneas suaves para apostar por superficies rectas y un trazo con forma de “H”, lo que transmite más solidez y presencia en carretera.
A los costados, el modelo conserva su silueta tradicional, aunque se esperan nuevos diseños de rines y la opción de techo negro para algunas versiones, una tendencia muy buscada por los compradores. En la zona posterior, los cambios son discretos: se suma una defensa con acentos verticales y, como novedad importante, Ford oculta el escape bajo la carrocería para un acabado más limpio y elegante.
En cuanto a la mecánica, no hay modificaciones. La Explorer china permanece fiel al motor 2.3 litros EcoBoost de cuatro cilindros, capaz de generar 286 HP y 328 lb-pie de torque, con una velocidad máxima de 200 km/h. Todo continúa asociado a una transmisión automática de 10 velocidades, una configuración ya comprobada por su equilibrio entre potencia y eficiencia.
Aunque Ford aún no libera todos los detalles finales, los documentos oficiales apuntan a que la presentación al público y el comienzo de ventas en China se realizarán durante el primer trimestre del próximo año. Con esta actualización estética y de equipamiento, la Explorer busca mantenerse vigente en un mercado cada vez más competitivo.
