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Industria

La moda de los SUV, un capricho que sale caro

Parece que todo el mundo prefiere un SUV, pero rara vez se trata de la mejor compra.

La moda de los SUV, un capricho que sale caro

Los SUV han tomado un protagonismo prácticamente absoluto en la industria, los consumidores las prefieren y son productos más rentables para las marcas. Pero la realidad es que si analizáramos mejor nuestras decisiones de compra, encontraríamos casi siempre una mejor opción, digo casi, porque hay categorías en donde ya no queda más que elegir.

Tomemos como ejemplo un producto conocido en la región, el Volkswagen T-Cross. Es un modelo con algunos años que ahora tiene algunas mejoras, la más importante es que ofrece un pequeño pero eficiente y contundente 1.0 TSI con 114 hp y 130 lb-pie de torque asociado a una caja Tiptronic de seis velocidades.

El renovado VW T-Cross es un producto interesante, ofrece mucho espacio, conectividad y ahora también un buen desempeño. En definitiva, se convirtió uno de los mejores exponentes de su categoría. Pero analizando bien la oferta de Volkswagen, existe un Jetta/Vento Trendline que cuesta mucho menos dinero, y sí bien las ruedas son de acero y tiene una pantalla más pequeña, estamos hablando de un producto de un segmento superior, con motor 1.4 TSI de 150 hp, mejor plataforma y por ende, mejor manejo. Hasta podrías ir a por la versión intermedia de este modelo, la Comfortline y las ruedas ya serían de aluminio, tendrías pantalla de 10” y aun así, el precio sería inferior a los que exige la marca para venderte una T-Cross Comfortline.

Sinceramente, más allá del capricho de querer una "camioneta", no veo razón alguna para optar por un T-Cross, vehículo del segmento B en lugar de un Jetta del segmento C.

Pero este fenómeno se repite en las categorías superiores, en muchos mercados el Honda CR-V Touring con su 1.5 Turbo y caja CVT es un poco más caro que el Honda Accord Touring con su 2.0 turbo y caja de 10 velocidades. El sedán es mejor producto en todos y cada uno de los aspectos, es más refinado, más potente y más bonito. Pero no es un SUV y en consecuencia, se vende mucho menos.

Si pasamos a ver a las marcas premium la cosa no cambia demasiado, el Audi Q3 con motor 1.4 TSI de 150 hp, tiene un costo similar a un Audi A4 con motor 2.0 de 190 hp. Y más allá de la potencia la historia se repite, al ser el A4 un producto de un segmento superior, es más silencioso, más refinado y ofrece mejor manejo.

Creo que el punto queda claro y aun así, no veo manera en que la marcada predilección por los SUV vaya a cambiar. En muchos casos, esta situación ha propiciado que desaparezcan excelentes opciones, como el Volkswagen Passat o el Ford Fusion/Mondeo, ya ni decir de coupés o hatches que ya son configuraciones casi extintas.

Si como clientes fuéramos más racionales, elegiríamos el Jetta, Accord o A4 respectivamente, aún cuando las marcas prefieran comunicar la SUV por encima del sedán, al final para ellas es más rentable. Como sea, a veces estar a la moda puede resultar mucho más caro, o dicho de otra forma, terminamos recibiendo menos valor por nuestro dinero, aunque salgamos de la distribuidora con una enorme sonrisa.

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