Según la ciencia, comer demasiado antes de conducir puede causar somnolencia, fatiga, ansiedad o molestias estomacales que afectarán en gran medida la concentración, lo que puede aumentar significativamente el riesgo de un accidente.
Ante esta situación lo que se sugiere es no ingerir comidas "pesadas" antes de conducir, por el contrario, también se mencionar que no es correcto encontrar un conductor detrás del volante con el estómago vacío, ya que el hambre puede distraerlo de conducir.
Según los resultados de un estudio de la Universidad de Leeds, después del almuerzo, el rendimiento del conductor disminuye en un 10 por ciento, mientras que las comidas provocan somnolencia, dolor abdominal, acidez estomacal y gases.
En caso de pasar varias horas a volante, se aconseja que el conductor haga paradas frecuentes y coma pequeñas cantidades de alimentos. Si existe la posibilidad, caminar durante 15 minutos o dormir unos minutos en un estacionamiento de la carretera.
Al mismo tiempo, el estudio menciona que el tiempo de reacción después de comer se reduce hasta en un 45 por ciento. Por lo tanto, las posiciones de descanso que el conductor debe usar y reponer líquidos, junto con caminar unos minutos, serán de gran ayuda.
También se indica que las comidas fritas y salsas picantes pueden evitar la conducción segura, mientras que durante las largas horas de conducción es recomendable que el conductor evite el arroz, los frijoles y la pasta. Además, las cebollas y los tomates, aunque son alimentos saludables, causan indigestión.
Pero además de la comida, tomar agua es muy importante para los automovilistas. Según un estudio realizado por la Universidad de Loughborough y el Instituto Europeo de Hidratación, los conductores que no están bien hidratados cometen errores similares a los que tienen un nivel de alcohol en sangre de 0.8 g/litro. Es decir, es como si hubieran bebido cuatro copas de vino.
Ante un periodo de deshidratación puede presentarse síntomas de mareo, vómito y, en los casos más extremos, pérdida de conciencia.
De esta forma, el conductor debe, durante todo el viaje, especialmente cuando el clima es particularmente caluroso, beber muchos líquidos, jugos de frutas o refrescos, pero en menor medida. En cuanto a la cafeína, es decir, café, té y bebidas energéticas, durante el día puede ayudar al conductor a mantenerse en buenas condiciones de conducción.
Los nutriólogos dicen que el conductor, durante un largo viaje, debe comer una tostada, una fruta pequeña y tomar café o té para el desayuno; la comida debe consistir en un sándwich y agua; y la cena debe tener una ensalada a la parrilla carne o pescado, algunas nueces y mucha agua junto.
