La gente de Subaru se estaba manteniendo con discreción sobre el Impreza, concentrándose en Forester, Legacy, Outback y Ascent, según su mercado. Pero al Impreza, le toca lo suyo tras tres años de vida en esta generación. Por lo mismo, en Japón ya debuta su primer facelift como modelo 2020.
La renovación solo ataca al frontal, con una parrilla más pequeña (con franjas horizontales, en lugar de la trama en forma de malla) y una defensa de nuevo diseño que incorpora unas aplicaciones cromadas en forma de L y nuevos faros de niebla.
Hacia el interior, los cambios son imperceptibles, considerando revisiones menores a algunos botones, al sistema multimedia, algunos acentos en color piano black (o símil fibra de carbono) y la incorporación -al menos en Japón- de asientos con memoria. También los espejos tienen una función de inclinación automática cuando activamos la reversa, memoria de ajuste (de seguro correlacionada con la memoria de los asientos) y plegado automático.
El sistema EyeSight ha sido mejorado con una función Touring que permite asistir el manejo del auto (velocidad, dirección) en un rango más amplio de velocidades, una suerte de control crucero inteligente.
Aparte de nuevos diseños para los rines, no hay más cambios en el modelo, conservando los motores que ya se conocían, de 1.6 y 2.0 litros respectivamente.
Como siempre, Subaru comenzará el despliegue de estos cambios en Japón, para luego continuar en otros mercados. Sobre los modelos derivados del Impreza, como el XV y en menor medida el WRX, no han habido anuncios, aunque en el caso de XV, de seguro se espera algun tipo de actualización dentro de un tiempo más.
