La firma nipona Toyota en nuestro país es asociada a valores como: confiabilidad, durabilidad, valor de reventa, bajo costo de mantenimiento y cuidado al medio ambiente; todos ellos aspectos que cuesta mucho trabajo posicionar en la mente de los consumidores y que, sin temor a equivocarme, provocan la envidia de muchos de sus competidores.
Sin embargo, independientemente de lo anterior, bien puedo asegurar que, para el consumidor promedio en México, Toyota podrá representar muchas cosas, pero deportividad NO. El primer y único un auto para los entusiastas por parte de la marca que hemos visto en nuestro país, se remonta a sus inicios de operaciones, se trata del Toyota MR2 de tercera generación, un convertible biplaza de motor central que, aunque no era particularmente rápido, ofrecía un manejo emocionante (o eso me han contado). En la época, su precio era elevadísimo y aunque era muy superior en todos los aspectos a su rival directo, el MG TF, las ventas fueron mínimas y a la postre, la marca simplemente dejó de ofrecerlo.
Pero la deportividad siempre ha formado parte del ADN de Toyota, aun cuando en la década pasada, su obsesión por lograr el primer lugar de ventas mundial le hiciera olvidarlo. Y no solo hablo de autos de ensueño como el mítico 2000GT, el primer deportivo exótico japonés de la historia, me refiero a que hubo un tiempo en el que los humildes Corollas como el AE86 eran autos de culto buscados por los entusiastas, sin olvidarnos de los Célica, MR2 y tantos más.
O bien, no puedo dejar de mencionar el palmarés que tiene la marca en la escena del automovilismo mundial, con campeonatos en el mundial de rallies, Dakar, Nascar o el de turismos japonés, e incluso su costosa y fallida incursión en la F1.
Más recientemente, la participación de la marca en el WEC, con su consabida trágica participación en las 24 horas de Le Mans de 2016 que tuve oportunidad de atestiguar, en donde el Toyota TS050 Hybrid estuvo a una vuelta de derrotar a Porsche y su imbatible 919 Hybrid, que para 2018 se consolidó con una victoria absoluta, así como su regreso al mundial de rallies de la mano de Tomi Mäkinen con un Yaris.
Siendo sincero, creí que el reintento de un auto deportivo y para entusiastas por parte de Toyota en México sería el Toyota Yaris Gazoo Racing, un hot hatch japonés que podría poner en su lugar a los Polos GTI, Ibiza Cupra o Clio RS, por lo que me parecía muy lógico. Sin embargo, tristemente no sucedió y la espera siguió prolongándose hasta ahora.
La marca confirmó, en el marco del Autoshow de Detroit 2019 que la quinta generación del Toyota Supra llegaría a México en la segunda mitad del año, y como no hay fecha que no se cumpla, el renacido deportivo nipón, ya está en nuestro país.
Para la gran mayoría de la gente, el Supra seguramente no significará absolutamente nada, sin embargo para mí, perteneciente a la generación del Gran Turismo (el videojuego), se trata del deportivo con el que podías aniquilar a lo que fuera, particularmente hablo del Toyota DENSO SARD Supra, aunque para una generación más joven, seguramente el anaranjado con stickers en los costados que manejaba Brian O´Conner en Rápido y Furioso sea la referencia más importante.
En ambos casos se trata de variantes del Toyota Supra de cuarta generación con más chochos que Schwarzenegger cuando grabó Conan y cuya mecánica de seis en línea y 3.0 litros biturbo denominada 2JZ-GTE, es cosa de leyendas, muy justificado luego de ver que existen modificaciones que superan los 1,000 hp de poder.
El Toyota Supra 2020 no podría existir si no fuera porque la firma nipona se alió con BMW para su desarrollo, con lo cual, este renacido deportivo comparte plataforma y buena parte de componentes mecánicos con nada menos que el nuevo BMW Z4. Esta decisión ha causado harta controversia, para los puristas no se trata de un Toyota, sino de un BMW con otro emblema. Sin embargo, el desarrollo de ambos modelos se dio de forma conjunta y cada marca cuidó muchos sus objetivos durante la etapa de diseño.
Pero yo me pregunto, ¿desde cuándo es mala noticia tener ingeniería BMW en un auto? De hecho, no me puedo imaginar muchos socios mejor calificados para Toyota en este caso. Como sea, el Toyota Supra está de regreso luego de 17 años de ausencia, y la marca en México está iniciando ventas. Por supuesto, no es un auto accesible, pero créeme cuando te digo que se trata de un deportivo capaz, rápido y divertido. En una palabra, sorprendente.
Diseño como salido de un Manga
Estéticamente, el Toyota Supra 2020 está inspirado en el concept FT-1 que la marca nos mostró hasta el cansancio, tanto que muchos creyeron (yo incluido) que jamás veríamos en las calles un auto que retomara sus dramáticas formas.
Por fortuna estaba equivocado y aunque vaya que Toyota nos hizo esperar, de forma muy acertada el elegido para adoptar ese arriesgado lenguaje de diseño no fue otro que el renacido Supra. Los trazos son fluidos y dramáticos, por donde se le vea es un coche muy teatral, empezando por el cofre puntiagudo que parece estar inspirado en un auto de competencias open wheel y que da inicio a unas salpicaderas redondeadas, pasando por el techo con Gurney Tops (esas burbujas) que se transforma en un medallón muy tendido y que culmina en una trasera con alerón integrado tipo cola de pato, mientras que las salpicaderas traseras también muy redondeadas son anchísimas.
Conoce al @ToyotaMex Supra 2020 quien llega a nuestro país en una sola versión con un precio de $1,149,900 pesos https://t.co/NAQT24v6gW pic.twitter.com/55MClbGfEh
— Autocosmos México (@Autocosmos) August 23, 2019
En general, el Supra se ve muy deportivo y con ese diseño caprichoso que un buen deportivo japonés debe tener. Para acabar pronto, es como si hubiera salido de un Manga o Anime, como si hubiera sido diseñado para competir con el Match 5 de Meteoro.
Por cierto, si estabas buscando alguna similitud estética en la carrocería con el Z4, te voy a ahorrar el trabajo, no lo vas a encontrar.
Corazón alemán
Como había comentado antes, el Toyota Supra comparte muchos elementos con el BMW Z4, hablo de plataforma y mecánica. Con lo cual tenemos al famoso motor bávaro de seis cilindros en línea twin scroll turbo de 3.0L de desplazamiento que entrega 335 hp y 365 lb-pie de torque a las ruedas traseras vía una transmisión automática de 8 velocidades con modo manual. Por su parte, la suspensión es adaptativa con geometría de doble horquilla adelante y multibrazo atrás.
En cuanto a seguridad encontramos 6 bolsas de aire, ABS, ESP, cámara de reversa, asistente activo para tomar curvas y cámara de reversa.
Aspectos familiares, pero con identidad propia
Puertas adentro nuevamente te voy a ahorrar el trabajo, el parecido con el Z4 es prácticamente nulo, sin embargo, sí hay numerosos elementos que se notan provenientes de BMW como: la botonera de las memorias del sistema de audio y climatizador bizona, los controles del volante multifunción, el mando circular de la consola central desde donde se controlan las funciones del sistema de info-entretenimiento y que en el caso de los modelos de la marca bávara se denomina iDrive.
Así luce el interior del @ToyotaMex Supra 2020 https://t.co/NAQT24v6gW pic.twitter.com/dY9rgZ3SKU
— Autocosmos México (@Autocosmos) August 23, 2019
La interfaz de la pantalla central táctil de 8.8 pulgadas es exactamente igual a la de BMW, con cajas desde donde se ingresa a las distintas funciones. Asimismo, la compatibilidad solo está disponible con Apple Carplay.
Por su parte, la calidad de materiales y ensamble es excelente, los trazos en el interior son menos estrambóticos que en el exterior, salvo por el hecho de la combinación de colores que divide el lado del conductor y del acompañante. El piloto tiene de su lado decoraciones en rojo y negro, mientras que del lado derecho es todo negro, es una idea arriesgada pero que está muy bien ejecutada.
Adicionalmente hay insertos en fibra de carbono genuina, cuero de excelente tacto y aplicaciones metálicas que en conjunto conforman una cabina, deportiva y de buen gusto.
En el manejo, personalidad bien definida y distintiva
Tras el volante el Toyota Supra 2020 se comporta completamente distinto del BMW Z4, y me puedes creer porque, manejé ambos el mismo día en el autódromo Moisés Solana de Pachuca, Hidalgo. Y es que los ingenieros de la firma japonesa se encargaron de la puesta a punto de su coche, dándole el carácter que consideraron más conveniente.
La dirección es directa, rápida y precisa, mientras que el ajuste de la suspensión es firme, transmite fielmente lo que sucede en las ruedas. Asimismo, se siente muy sólido y bien construido.
Según Toyota, el Supra 2020 acelera de 0 – 100 km/h en 3.8 segundos, y para poner en contexto, un Porsche Cayman GTS lo hace en 4.1 segundos, con lo cual queda claro que este Toyota es bastante rápido el papel, y lo demuestra tras el volante, sus reacciones si bien no son brutales, si son contundentes y te deja saber que cuenta con los recursos necesarios para poner en aprietos a deportivos mucho más potentes.
Sin embargo, todavía más importante que lo anterior es el manejo que entrega, el nuevo Supra es un auto efectivo y ágil, pero permisivo también, con lo cual es muy divertido. Se deja llevar con facilidad y es muy predecible, con enormes dosis de agarre al transitar por curvas.
Por último, el sonido del seis cilindros es agradable, un rugido metálico y ligeramente agudo, con lo cual resulta muy placentero dejar que la aguja digital de ese tacómetro se acerque a la zona roja y disfrutar de esa agradable nota.
Conclusión
No queda duda alguna de que el Toyota Supra 2020 es un auto brillantemente bien ejecutado y que tiene una correcta diferenciación con el BMW Z4, con quien comparte plataforma y mecánica.
Es un deportivo extraordinario, con una personalidad propia y muy particular, que lo aleja de las propuestas alemanas o americanas.
Para muchos podrá parecer costoso, pero el Supra es un deportivo que tiene credenciales de desempeño, calidad, tecnología y manejo suficientes para plantar cara a productos firmados por Porsche, BMW, Audi y Mercedes-Benz, además de que es un auto de culto, y si no me crees, te invito a ver lo que se paga por un ejemplar en buen estado de la cuarta generación.
Toyota Supra vs BMW Z4