Akio Toyoda está decidido a que Toyota de nuevo cuente con autos pasionales y no sólo con electrodomésticos sobre ruedas. El primer paso lo dio con el GT86 y luego con el Supra, además tampoco hay que olvidar las ediciones GR (Gazoo Racing). Por suerte, esto no parará aquí ya que la compañía podría traer de vuelta al icónico MR2.
Al parecer, esto no es del todo oficial, pero si el rio suena es porque agua lleva. Según los rumores, se sugiere que el nuevo MR2 podría demorar hasta 2024, y que para su desarrollo Toyota buscaría asociarse con otro fabricante, tal y como lo ha hecho con Subaru para el GT86 y BMW para el Supra.
Aquí está lo interesante, ya que la configuración tradicional del MR2: biplaza, ligero, motor central y tracción trasera, es realmente escaza en la industria, pero no única. Además, no hay que perder de vista que Toyota prepara una invasión de autos eléctricos para 2025, por lo que también habrá que considerar que el próximo deportivo de la marca relegará el motor a gasolina (híbrido) a segundo plano o inclusive podría prescindir de él (eléctrico).
Otro reto sería en mantener un peso pluma, ya que precisamente, esta es una de las mayores dolencias de los autos eléctricos. Debido a que no hay nada oficial juguemos un poco y empecemos a barajear posibles nombres para esta alianza y nosotros apostamos por Lotus, después de todo ambas compañías mantienen una excelente relación y el Elise, de configuración mecánica similar, necesita una urgente renovación. Esto es mera especulación.
Tampoco hay que perder de vista que, conforme a algunas filtraciones, Honda podría presentar un eléctrico con características equivalentes, así que no suena descabellado que Toyota esté desarrollando un competidor frontal.
Por último, sólo como dato cultural, el Toyota MR2 se produjo entre 1984 a 2007, a lo largo de tres generaciones. En México solo conocimos la última que estuvo disponible un par de años. Su motor central era un cuatro cilindros de 1.8 litros con 140 hp y 125 lb-pie, que parecen pocos, pero al combinarse con un peso inferior a la tonelada lo hacían muy ágil y divertido.