Por lo general, cuando escuchamos de subastas de autos clásicos con precios de infarto, estamos acostumbrados a que se trate de deportivos italianos, muscle cars estadounidenses, u opulentos GT de la preguerra. Pero, lo que es verdaderamente increíble es ver como en los últimos años, los deportivos japoneses de los 90, han sufrido una revalorización, que los hace estar presente en este exclusivo circulo.
Para muestra un botón, ya que hace unos meses nos sorprendió que un Civic Si 2000 se vendiera por $400,000 pesos, una cifra, elevada para un auto que ni siquiera cumple los 30 años para ser considerado un clásico, pero que, al mismo tiempo, nada tiene que hacer frente los $2.3 millones pesos, que logró un Toyota Supra 1994 subastado por Bring a Trailer.
Cuando estos casos, ya nos hacen cuestionar nuestra propia existencia, de nuevo Bring a Trailer, nos sorprende con el caso de un Honda S200 (2009), que, con tan solo 10 años de antigüedad, fue vendido por la impresionante cantidad de 70,000 dólares, que, traducida a nuestra economía, arroja... ¡más de 1.3 millones de pesos mexicanos!
Como podrás observar, este auto tiene un magnífico estado de preservación, hasta la pintura brilla como nueva. Y esto, se explica, en gran medida, a que el odómetro contabiliza tan solo 91 millas, o lo que es lo mismo, 146 kilómetros. No es necesario estar a su lado para saber que todavía huele a nuevo. Pero, con tan solo ver las fotos, imagínate, es como reestrenarlo.
Bueno, técnicamente, este auto nunca ha sido estrenado, ya que, aunque fue Graham Rahal, piloto de la IndyCar, quien puso este espectacular S2000 negro a la venta, en realidad nunca había sido registrado, por lo que el nuevo propietario, del que se desconoce su identidad, literalmente hizo la compra de su vida.
Bajo el cofre, este Honda S200 AP2, que pertenece a las últimas unidades exportadas a Estados Unidos, desde Japón, por lo que bajo el cofre se encuentra un cuatro cilindros de 2.2 litros (F22C) capaz de desarrollar 237 hp y 162 lb-pie de torque, mismo que va unido a una transmisión manual de seis velocidades que envía la potencia a las ruedas traseras. Como curiosidad, este ejemplar, conserva los neumáticos Bridgestone Potenza de fábrica.
Sin duda, este auto está entre los mejores deportivos japoneses de la historia, pero ¿crees que el precio por el que fue vendido fue justo?; ¿está sobrevalorado? Queremos conocer tu opinión.