Vende tu carro
Test drive

Manejamos el Alfa Romeo Stelvio QV 2019

Rapidísima y muy temperamental, la Stelvio QV no sabe que es una camioneta y te hará olvidarlo a ti también

Manejamos el Alfa Romeo Stelvio QV 2019

Stelvio, ya lo sabemos es el nombre de un famoso paso de montaña en los Alpes que se caracteriza por su gran elevación y un trazado lleno de curvas cerradas y complicadas, pero que fácilmente lo posicionan como una de esas carreteras por las que cualquiera medianamente entusiasta de los autos debe manejar al menos una vez en su vida, para muchos, incluso es la mejor de todas. Por su parte, las siglas QV son en realidad una acotación de Quadrifoglio (me imagino que simplemente no había forma de que leyera y escribiera con facilidad), es decir, ese ese icónico emblema del trébol de cuatro hojas utilizado en los Alfas desde por allá de la década de los 20 y que a la postre se convirtió en un símbolo de deportividad dentro de los modelos de la gama del fabricante italiano.

Entonces, lo anterior quiere decir que estamos ante una camioneta cuyo nombre se inspira en una de las carreteras más increíbles de manejar que hay en el globo y que además, cuenta con el emblema del trébol de cuatro hojas, que nos indica, deportividad extrema.

Mecánica

Bajo el cofre tenemos el mismo V6 de 2.9 litros biturbo que emplea el Giulia Quadrifoglio, un bloque con genética Ferrari que entrega la friolera de 505 hp y 443 lb-pie de torque administrados por una suave y refinada transmisión automática de 8 velocidades y que, a diferencia del antes mencionado sedán, envía la potencia a las cuatro esquinas vía un sofisticado y rapidísimo sistema de tracción integral.

Por default, la Stelvio QV funciona como si fuera únicamente de tracción trasera, hasta que la electrónica detecta que es necesario aplicar torque en el eje frontal para evitar derrapes no deseados, el sistema es capaz de enviar hasta el 60% del par al frente, asimismo, la suspensión es adaptativa, aunque hay que decir que la puesta a punto es más bien firme, aun en el modo Natural del selector DNA, es decir la marcha va de dura a más dura. La masa por su parte es de 1,915 kilos, es decir 213 más que el Giulia Quadrifoglio.

Interior

Puertas adentro, la Alfa Romeo Stelvio QV ofrece una experiencia virtualmente idéntica a la del Giulia Quadrifoglio, insertos en fibra de carbono en volante, consola central y tablero, asientos deportivos forrados en una combinación de cuero y alcántara crean a la perfección una atmósfera muy racing.

Si bien es cierto, la calidad de materiales y ensamble es dramáticamente mejor en comparación con lo que encontrábamos en los modelos MiTo o Giulietta, la Stelvio QV se queda un paso atrás de su competencia alemana como la Porsche Macan que en ese aspecto muestra una obsesiva atención al detalle. No podemos dejar de reconocer que la cabina de la Stelvio QV luce dramática y está llena de detalles que harán sonreír; como las caprichosas formas de los paneles, el botón rojo de arranque ubicado en el volante, o las inmensas paletas de cambio en aluminio. Sin embargo, la experiencia al accionar cualquier botón, así como la mal lograda interfaz del sistema de info-entretenimiento, algunos puntos de ergonomía y uno que otro material que no se percibe a la altura de un vehículo de su precio, definitivamente le juegan en contra.

Por su parte, el espacio tanto en las plazas traseras, como en la cajuela es más que suficiente, en ese sentido cumple a cabalidad como camioneta familiar.

Manejo

La posición de comando obviamente es más elevada en comparación con el Giulia, pero no demasiado, como decía la marcha es firme, por lo que en caminos irregulares se sufre un poco, nada grave, tampoco.

En cuanto se abre un espacio medianamente amplio la Stelvio QV te invita, casi obligándote a acelerar con contundencia y disfrutar de su increíble capacidad de aceleración, que siempre viene acompañada de un sonido violento emanado de ese V6, te deja saber que hay mucha furia contenida en ese motor. Al llegar a las primeras curvas, la inconveniencia que mostraba firmeza de la suspensión se transforma en una enorme virtud, ya que controla a la perfección el balanceo de la carrocería, permitiéndole plantarse muy bien a cualquier velocidad. El sistema AWD funciona como si se tratase de brujería y el grip parece interminable, incluso abusando e intentando sacarla de balance logra mantener el equilibrio y compostura siempre.

Su naturaleza de SUV, más elevada y de mayor masa no parece afectar en ningún momento el desempeño, la Stelvio QV transmite tanta confianza que frecuentemente volteas a ver el velocímetro solo para darte cuenta que vas muy por encima de los límites de velocidad permitidos. No por nada ostenta el récord de vuelta rápida en Nürburgring para SUVs.

Mención aparte merece la dirección, es rapidísima, precisa y muy comunicativa, sin duda de las mejores que hay en el mercado.

Todo lo anterior se traduce en que la Alfa Romeo Stelvio QV puede devorar las rectas en instantes, curvear tan rápido como cualquier deportivo y transmitir sensaciones tan intensas al conductor, como solo un auto italiano es capaz. Es cierto que no tiene el refinamiento de la Porsche Macan, pero lo compensa con un carácter mucho más dramático y agresivo, sin olvidarnos que es más rápida.

Conclusión

La Stelvio QV está como buen deportivo italiano, lejos de la perfección y precisamente en eso radica su mayor encanto; no vas a encontrar el refinamiento, sofisticación o brillante ejecución de las alemanas, pero en cambio tiene una personalidad única, muy viva y llena de detalles que divierten y enamoran con cada kilómetro que la conduces.

Es además el deportivo más impresionante que podrías pedir; feroz, ágil y tremendamente efectivo, o dicho de otra forma, la Alfa Romeo Stelvio QV es un súper deportivo que nunca se enteró que era una camioneta.

 

 

Rubén Hoyo recomienda