Manejamos la Toyota RAV4 2019

Antecedentes

La RAV4 cumple 25 años, y desde 1994 nos ha presentado ya cinco generaciones, la primera nace casi en la segunda mitad de la década de los noventa y está disponible en el mercado hasta el año 2000. La segunda generación aparece en el nuevo milenio, y es la que menos duró en el mercado, se develó 2001 y se comercializó hasta 2005, en el 2004 nos llega a México y de inmediato se posicionó en el mercado, que en ese entonces estaba ávido de nuevas propuestas, mismas que ofrecía la marca que había llegado a nuestro país dos años antes.

La tercera generación se presentó en el 2006 y la pudimos ver en los pisos de venta hasta 2013 siendo la más longeva en el mercado, pues estuvo disponible durante siete años. La cuarta generación se presentó en el marco del Salón de Los Angeles en el 2012 –como modelo 2013 y se vendió hasta el 2018.

La quinta generación, la que hoy nos ocupa se presentó en el Salón de Nueva York en el 2018 con la promesa de comercializarse globalmente a inicios del 2019.

¿Sabes que quiere decir RAV4?

Recreational Activity Vehicle 4WD

El polémico diseño

En el marco del Salón de Los Angeles en 2017 Toyota presentó un vehículo conceptual llamado FT-AC Concept (Future Toyota Adventure Concept) que gustó a la audiencia. Dicho concepto presentaba detalles totalmente inspirados en los vehículos 4X4 y para su uso fuera del camino, también presentaba algo hoy completamente cotidiano como es la iluminación total FULL LED.

Este concepto estaba construido sobre la plataforma T-NGA y lo que la gente nunca se imaginó en su develación es que estaban viendo la quinta generación de la RAV4 que está desarrollada sobre la arquitectura modular T-NGA que también es utilizada en el Prius y en el Camry.

La nueva generación es 57% más rígida y robusta que la que antecede y creció en todas las dimensiones: Largo: 4,600 mm 5 mm más), Ancho: 1,855 mm (10 mm más), Alto: 1,685mm, Distancia entre ejes 2,690 mm (30.5 mm más) y por último el Peso: 1,700 Kg.

RAV4 Híbrida

La versión que estamos evaluando monta una motorización híbrida compuesta por un motor térmico de combustión interna de gasolina, de cuatro cilindros y de 2.5 litros de desplazamiento que entrega 175 hp en el rango de las 5,700 revoluciones y genera un torque de 163 lb-pie entre las 3,600 a las 5,200 rpm. El motor eléctrico es de Imanes permanentes, alimentado por la corriente de una batería de NIQUEL Hidrurometálico de 6.5 Amperes/Hora.

La potencia híbrida combinada de ambos motores de gasolina y eléctrico es de 219 caballos de fuerza. La transmisión es una CVT con simulación de cambios, y la tracción es delantera.

Interiores e infoentretenimiento

Aunque se trata de un vehículo del segmento intermedio de SUV medianas las amenidades que ofrece son vastas, desde las tapicerías de piel (sintética) con buen tacto, el toldo corredizo de cristal hasta el sistema de infoentretenimiento, que se compone básicamente de una pantalla de 8 pulgadas de accionamiento táctil, compatible por ahora con el sistema Apple CarPlay, no ofrece Android Auto en esta primera entrega. El equipo de audio tiene seis bocinas, y ofrece conectores AUX y USB para dispositivos externos (reproductores de MP3 o teléfonos inteligentes) además del infaltable Bluetooth. En la parte baja de la consola central encontramos un tapete de carga por inducción para dispositivos compatibles.

El manejo

La motorización híbrida y los más de 200 hp disponibles hacen que el manejo sea una experiencia interesante, si bien la RAV4 no pretende ser deportiva, arrancando de cero con el acelerador a fondo nos dibuja una buena sonrisa, aunque repito no es propiamente la idea al arrancar de esa manera.

La RAV4 tiene una tecla que dice EV junto a la palanca selectora de la caja de cambios, que nos permite circular a baja velocidad utilizando solamente el motor eléctrico, pero para que esto resulte las baterías deben estar con un nivel alto de carga, recordemos que NO es un vehículo híbrido enchufable, entonces la carga proviene de las frenadas regenerativas y cuando el vehículo va en marcha constante.

La sensación tras el volante es buena, y gracias a lo ágil que es el tren motor híbrido el desempeño de la transmisión CVT no se siente aletargado y lo podemos calificar con un buen desempeño. La suspensión filtra muy bien las irregularidades del camino, y solamente nos podemos quejar de lo pronto que actúan los sistemas de control de estabilidad y de tracción cuando se circula por una carretera sinuosa con no muy buena superficie, aunque no afecta grandemente es un tanto cuanto incómodo que un “guizmo” nos llame la atención por un manejo que dista de ser intrépido.

La CVT tiene una simulación de cambios manuales bien escalonados, que se accionan con movimientos basculantes de la palanca.

Conclusión

Un vehículo con una línea agresiva, funcional y de aspecto divertido, con un escalonamiento de precios muy adecuado –de hecho hay productos de la misma marca, más pequeños cuyas versiones tope superan el precio de entrada de la RAV4.

Una marca confiable y con buenos valores de reventa, son los que tienen más experiencia en motorizaciones híbridas en el país, y hasta la fecha no se han escuchado historias de terror con descomposturas de estas opciones motrices.

Toyota sigue siendo una compra muy racional, aunque sus productos poco a poco se van saliendo de la cuadratura que nos da la coherencia funcional.