El Insight 2019 opta por una configuración de sedán, quizá demasiado tradicional ahora que el mercado demanda SUVs. Y ciertamente, también alejada del concepto que tenemos en la mente acerca de un híbrido, que son Kammback o Liftback.
Emplea la plataforma del Civic actual, aunque en apariencia es mucho más sobrio, con una clara inspiración en el Accord más reciente. Las formas son suaves, no encontramos perfiles angulados ni trazos dramáticos, solamente la caída del poste “C” nos recuerda al Civic, pues es exactamente igual.
Por último, en la parte trasera se destacan las discretas calaveras que incluso podríamos calificar de más conservadoras que las del mismo Accord.
Honda no quiso sacrificar en absoluto la capacidad de cajuela que es de 427 litros, con lo cual tuvo que acomodar bajo el asiento tanto la batería como el tanque de combustible que debido a esto tuvo que reducir su tamaño hasta los 40 litros.
Un híbrido diferente
Sin embargo, lo verdaderamente interesante acerca del Honda Insight 2019 se esconde bajo el cofre, se trata de una evolución del sistema híbrido que incorporaba el Accord Hybrid de generación anterior, es decir, toma como base la tecnología que podemos encontrar en un Clarity Plug-In Hybrid, pero miniaturizada.
El motor es un 1.5 litros de ciclo Atkinson, con 107 hp y 99 lb-pie de torque, que presume de una increíble eficiencia térmica del 40.5% que se apoya de un par de motores eléctricos que generan 129 hp y 197 lb-pie de torque. Ya hemos hablado hasta el cansancio que las cifras en un sistema híbrido no se pueden sumar de manera lineal, con lo cual, la potencia neta de todo el sistema es de 151 hp (30 hp más que en el Prius) y 197 lb-pie. Y la batería, un pequeño paquete de iones de litio de 1.1 kWh.
Ya te estarás preguntando, ¿dos motores eléctricos?, ¿qué hay de la transmisión? a sabiendas que el Prius opta por una CVT de engranes planetarios y el Hyundai Ioniq una de doble embrague Honda se fue por un camino completamente distinto.
La marca la denomina como E-CVT, pero la realidad es que el Insight no tiene caja de cambios, sí, leíste bien, el Honda Insight 2019 no tiene una transmisión en un sentido tradicional.
No hay caja de cambios
Sin adentrarnos en demasiadas complicaciones, vale la pena saber cómo resolvió Honda este dilema:
Uno de los motores eléctricos está conectado directamente tanto a la batería como a las ruedas, mientras que el segundo motor eléctrico que para mayor facilidad vamos a denominar como generador está conectado al motor de combustión. Es decir, hasta aquí el motor térmico no tiene conexión física con las ruedas, una solución parecida a la del Chevrolet Volt.
En situaciones de baja velocidad, el Insight trabaja solamente en modo eléctrico, tomando la energía almacenada en la batería, con lo cual la respuesta al arrancar es bastante más ágil en comparación con el Prius.
Conforme aumenta la velocidad y de manera imperceptible para el conductor, el Insight pasa a modo híbrido, en donde el motor de combustión entra en acción enviando potencia al generador que a su vez la manda a las ruedas a través del motor eléctrico. Aquí el motor eléctrico va gestionando cuanta energía toma de las baterías de acuerdo a la necesidad.
Por último, a velocidades de autopista, un clutch acopla al motor de combustión que va girando a un régimen ideal de revoluciones directamente a las ruedas, con lo cual se obtiene el mejor rendimiento posible.
Por último, al desacelerar y frenar, el motor eléctrico regenera tanta energía como sea posible para almacenarla en la batería, ¿qué tanta carga se puede regenerar? aquí entra en acción el modo de regeneración manual que tiene a su disposición el conductor.
Jugando a recargar la batería
Detrás del volante encontramos unas paletas, la de la izquierda con un símbolo (-), mientras que la derecha con uno de (+). No están ahí para simular cambios que no existen, sino que sirven para activar la función de frenada regenerativa.
Decía que al desacelerar, el Insight automáticamente empieza a recargar la batería, pero al accionar las paletas detrás del volante se puede incrementar la cantidad de energía que se regenera, para lograr esto el motor eléctrico opone mayor resistencia y por lo tanto, se reduce la velocidad.
Entonces, digamos que el Insight cuenta con cuatro niveles de regeneración, siendo el solo hecho de quitar el pedal del acelerador, el primer nivel. El siguiente sería activando cualquiera de las paletas y en la pantalla del cluster de instrumentos se enciende una flecha, accionar dos veces más la palanca (-), nos coloca en el nivel máximo de regeneración (tres flechas). Es importante decir que no hay que esperar el nivel de resistencia que opone un eléctrico cuando se activa su frenada regenerativa, como el Nissan Leaf con el e-Pedal, que incluso permite dejar de utilizar el pedal de freno.
Evidentemente unos instantes después de volver a acelerar se desactiva la función de regenerado, pero se puede ir jugando con ella en todo momento y adicionalmente, ver cuanta energía podemos recolectar conforme circulamos se vuelve hasta divertido.
Manejo
Al emplear la plataforma del Civic, la dinámica de conducción es muy buena, el Insight 2019 se percibe refinado, es silencioso y confortable, al tiempo que va bien plantado y transmite mucha confianza para atacar caminos llenos de curvas. La más reciente generación del Toyota Prius dio un salto cuántico en materia de manejo al aprovechar la nueva plataforma global TNGA, ahora es un auto que se maneja bien, e incluso es hasta divertido. Sin embargo, el Insight está un escalón arriba, se maneja bien, pero además se siente un producto más sofisticado y maduro al conducirlo, con un aire más premium.
Cuenta con tres modos de manejo, el “EV mode” 100% eléctrico que al no ser un Plug-In Hybrid ofrece un rango muy limitado, como para trasladarse en estacionamientos y no mucho más. El ya tradicional modo “Econ” de los Honda también está presente, aquí la respuesta del acelerador es menos viva y en general es aquí en donde podrás obtener los mejores rendimientos de combustible que el Insight es capaz de ofrecer.
Por último, el modo “Sport” y al activarlo el sonido del motor es mucho más perceptible, esto se debe a que principalmente es creado de manera artificial a través del sistema de audio y aunque el punto es entregar una experiencia más deportiva, la realidad es que en la práctica es medio raro. Eso sí, la labor importante se cumple, el Insight se siente mucho más ágil e incluso rápido y divertido, la respuesta es más contundente, aunque claro está que hay dos cosas a considerar; en primera, esa experiencia permanece mientras haya carga en la batería y en segunda, los consumos se van a ver afectados irremediablemente.
Interior sobrio, quizá demasiado
Puertas adentro, ese aire de sobriedad que presenta el exterior se mantiene, las formas son mucho más conservadoras que las que vimos en el Civic, en general los materiales y ensamble son excelentes, salvo por algunos plásticos de la parte baja de tablero, consola central y puertas. Atrás no se puede decir lo mismo, en general los plásticos de las contrapuertas y botones para accionar los cristales eléctricos se perciben baratos y no están a la altura del resto del conjunto.
Nuestra unidad de pruebas tenía interior completamente negro, lo cual acentúa la apariencia conservadora que incluso para algunos podría caer en lo aburrido.
La pantalla central táctil es de 8” muy rápida y de buen brillo, emplea la interfaz más reciente de Honda, con lo cual es fácil de operar y además ofrece compatibilidad con Carplay y Android Auto, hay perilla de volumen pero no para sintonizar estación.
En cuanto al equipamiento, los asientos y volante están forrados en piel, el acceso y arranque son mediante llave inteligente, el climatizador es automático de dos zonas y algo poco común en el tema de híbridos generalistas, incorpora quemacocos.
Seguridad de primera
En cuanto a seguridad, Honda ha equipado al Insight con todos los sistemas que podrías esperar y prueba de ello es su reciente denominación como Top Safety Pick+ por parte del IIHS, además de las 6 bolsas de aire, ABS o ESP, encontramos Control de Crucero Adaptativo, Alerta de cambio de Carril y Cámara de Reversa, entre otros.
Conclusión
La tercera generación del Honda Insight 2019 es un gran auto, de eso no queda duda, se maneja bien y la experiencia a bordo es muy buena. Al ser ligeramente más grande que el Prius el ahorro de combustible no va a ser tan elevado como en el Toyota, pero debiera estar cerca. Honda anuncia rendimientos de unos 23 km/l y aunque debido a que solo lo pudimos manejar unas horas, y por lo tanto no hubo oportunidad de realizar una prueba de consumo, creo que siendo cuidadoso con el acelerador y aprovechando los momentos para regenerar batería, los consumos reales en ciudad podrían acercarse a los 18 km/l.
¿La tercera será la vencida? No lo sé, quiero creer que si, aunque si pudiera predecir el éxito o fracaso de un producto en el mercado quizá estaría en otro lugar, desde mi punto de vista el nuevo Insight es una propuesta atractiva y bien lograda, con personalidad propia. Aunque debo reconocer que me inquieta su apariencia tan conservadora, ya que me da la impresión de que un punto importante para los consumidores que adquieren un auto híbrido, es que claramente se vea en la calle como un auto diferente a los demás, que se note que se trata de un auto híbrido y esa es una premisa que este renacido Honda no puede cumplir con la misma facilidad que el rival a vencer, su hasta ahora eterno verdugo el Toyota Prius.