La marca nipona continúa comprometiéndose con el medio ambiente con la inclusión de nuevas tecnologías en la fabricación de vehículos híbridos, teniendo como propósito principal el ahorro de combustible y el generar la menor cantidad de emisiones contaminantes para contribuir a un modo de vida más sustentable.
Es así como en el año de 1999, Honda decide incluir a su catálogo un nuevo vehículo con un propulsor que no era 100% de combustión, y si crees que era el CR-Z estás muy equivocado pues no sería hasta el año 2009 cuando éste aparecería por primera vez en el mercado. Estamos hablando del Honda Insight, vehículo híbrido de la firma japonesa que tal vez no conocías o sabías muy poco acerca de él.
Primera generación
Pues como lo comentamos al principio, este híbrido vio la luz previa a comenzar el nuevo milenio, dos años después del lanzamiento del Toyota Prius en Japón (1997), el Insight incorporaba una carrocería de aluminio con un diseño aerodinámico eficiente, aunque no propiamente era el más atractivo y para ser sincera hasta llegaba a ser incómodo visualmente, lo más interesante se encontraba bajo el cofre. La primera generación montaba un propulsor de combustión de tres cilindros que generaba 67 caballos de fuerza aunado a un Motor de Asistencia Integrada (IMA) montado en el cigüeñal logrando un rendimiento de 22 km/l en ciudad y 19.6 km/l en carretera.
La cifra total registrada en ventas se quedó en apenas 16,000 unidades comercializadas entre el año 2000 al 2006, pareciendo que el mundo aún no estaba listo para el uso este tipo de tecnología o quizá el rango de precios excedía las aspiraciones de los usuarios.
Segunda Generación
Tras cuatro años de ausencia en el mercado, la firma nipona decidió intentarlo nuevamente introduciendo un vehículo que estéticamente lucía un poco más atractivo que su antecesor, éste también estaba ensamblado en Japón bajo la nueva plataforma híbrida de cinco puertas con capacidad para cinco pasajeros. La principal meta era el de colocar un mayor número de unidades haciéndolo un vehículo más accesible para los compradores, logrando ser el vehículo híbrido mas barato en Estados Unidos.
El propulsor que incluía era un cuatro cilindros de 1.3 litros capaz de generar 98 hp en conjunto con el propulsor IMA de Honda, que ahora incluiría una serie de mejoras mecánicas y se encontraba en su quinta generación de vida; todo esto montado sobre una caja CVT, misma que ya es más que reconocida a nivel mundial y se sigue utilizando en distintos vehículos de la gama.
La cifra de ventas se elevó significativamente pues se colocaron alrededor de 73,000 unidades entre el año 2010 y el 2014.
Tercera Generación
Pareciera ser que las ventas aún no eran las esperadas, pues de nueva cuenta el modelo se ausentó durante cinco años, para darnos la sorpresa de su regreso de la mano de un diseño vanguardista, gallardo y refinado, y vaya que, como los buenos vinos, solo era cuestión de tiempo para que las cosas fueran viento en popa pues la cuestión de confort, equipamiento, desempeño, tecnología, rendimiento y seguridad dieron un giro dramático para mostrarnos una cara distinta de la moneda.
Este modelo ahora será producido en Estados Unidos, compartiendo la plataforma con la décima generación del Honda Civic, posicionándose en el segmento de sedán compacto entre sus hermanos el Civic y el Accord, incorporando un propulsor 1.5 litros de ciclo Atkinson capaz de generar 151 hp y 197 Lb-pie.
Otra noticia que cayó como anillo al dedo fue la decisión de incluirlo por primera vez dentro del catálogo de productos en territorio nacional, viendo como una gran oportunidad el hecho de desbancar el reinado del Toyota Prius como el híbrido que más ventas registra en México en la actualidad, así como del reciente lanzamiento en la industria, el Hyunda Ioniq.
¿Y tú, crees que logre colocarse por encima de sus competidores?