Toyota lanzó el Enviromental Challenge 2050, una estrategia corporativa que busca consolidar a la marca japonesa como una de las más sustentables del mundo y disminuir significativamente el impacto negativo en el medioambiente. El plan está divido en seis desafíos específicos, que tienen que ver con distintos factores ambientales.
De esta media docena de propuestas, las primeras tres están centrados en el carbono y exigen la eliminación completa de las emisiones de gases de efecto invernadero de todos los vehículos, las operaciones y la cadena de suministro. En el cuarto desafío se aborda la disponibilidad y calidad del agua, mientras que el quinto y el sexto lo que se busca es acercarse a contribuir a una sociedad basada en el reciclaje y proteger la naturaleza.
Las acciones se centran en dos grandes ejes. Uno es el del trabajo propio de Toyota, mejorando las instalaciones de la compañía, agregándole fuentes de energía alternativas o promoviendo la recolección de agua. En principio, la marca está profundizando estas cuestiones en sus plantas de Japón y Estado Unidos.
Por otra parte, el desarrollo de nuevas tecnologías de movilidad apunta a la sustentabilidad de los usarios. Ideas como el Project Portal, camiones a pila de hidrógeno, son los puntales de estas iniciativas.