Es un hecho que a simple vista esta nueva generación del Wrangler denominada como JL no difiere mucho de su antecesor el JK, sin embargo, existe un gran avance en cuestión de diseño y aerodinámica. Hablando específicamente de la imagen, este vehículo es uno de los pocos modelos en los que no son necesarios cambios radicales en las líneas de su carrocería, debido a que pierden su esencia.
Dentro de la lista de estos vehículos que no requieren cambios drásticos -Mercedes-Benz Clase G, MINI Cooper, Volkswagen Beetle-, por mucho es el Wrangler el más legendario. A lo largo de sus siete décadas de vida, además de conservar el mismo perfil, encarna la misma figura de la parrilla de siete barras, los faros, las calaveras y el cofre.
Que conserve ese mismo estilo no quiere decir que entre una generación y otra no haya una evolución con el objetivo de mejorar el desempeño, el consumo de combustible y la habitabilidad. Si bien, en cada una de las transiciones generacionales del Wrangler han existido cambios significativos, la evolución entre el JK y el JL es la más tajante en su historia.
Más moderno y más ligero
De inicio, las modificaciones en el diseño de la carrocería han permitido que el coeficiente aerodinámico mejore en un 9% en comparación con su antecesor. Lo anterior es gracias a que el parabrisas recibe una mayor inclinación, de igual manera, las salpicaderas, defensa frontal, cofre y parrilla fueron rediseñados para disminuir la resistencia contra el viento.
A estas mejoras estéticas que de inmediato recaen en la eficiencia de combustible, maniobrabilidad e insonorización, hay que agregar que esta nueva generación del Wrangler es más ligera. Al poner en la báscula a la nueva y anterior generación, podemos darnos cuenta que existe una diferencia de 90 kilógramos a favor del JL. Esto se debe a que hace uso del aluminio en la construcción del cofre, puertas y bisagras, así como del magnesio en el portón posterior.
Más eficaz
No obstante, que el Wrangler 2018 recibe el mismo poder por parte del V6 de 3.6 litros -285 hp y 260 libras-pie, la relación peso/potencia fue perfeccionada, por consiguiente la capacidad de aceleración y de remolque es mejor frente a su antecesor.
Aunado a esta mejora en la relación peso-potencia y en el coeficiente aerodinámico, el confort de marcha de esta nueva generación es realmente superior a su antecesor debido a que ahora dispone de una caja automática de ocho relaciones que permiten un mejor desahogo y aprovechamiento del seis cilindros. Un ejemplo del trabajo de esta transmisión es que al ir a una velocidad crucero de 140 km/h, la aguja del tacómetro no pasa de las 2,500 rpm. Algo que también es inaudito en este nuevo Jeep y que permite que el consumo de gasolina disminuya es la incorporación del sistema Start/Stop.
Todo esto en conjunto, más las perfecciones en la dirección y en el sistema de suspensión, específicamente en los amortiguadores, hacen que el manejo del Wrangler sea notablemente superior a lo acostumbrado. Bien podríamos decir que con estos cambios el andar es parecido al de un Cherokee, por ejemplo. Con esta evolución, ahora si tenemos un Wrangler bien balanceado entre sus capacidades dentro y fuera del asfalto.
Más capaz
Y es que mientras en el off-road, la generación anterior no tenía queja alguna, era al momento de rodar en la carretera donde el vehículo queda a deber con esa calidad de marcha que ahora encontramos en la mayoría de los SUVs. Así que con estas mejoras en el chasis, suspensión, transmisión, motor, dirección y peso, el desempeño del Jeep en caminos agrestes todavía es mejor.
Desde la postura, el Wrangler ya lleva las de ganar al tener las mejores cifras del segmento cuando se habla de ángulos de ataque -44 grados-, ventral -27.8 grados-, de salida -37 grados- y en la distancia la suelo -27.6 centímetros-. A esto hay que agregar que el sistema 4x4 contiene una caja de transferencia de dos velocidades con tracción integral permanente y una relación final de 2.72:1 para la reductora, y la última generación de ejes rígidos Dana delanteros y traseros, con una relación de 3.35 para el eje trasero.
Más equipamiento
En el caso del Rubicon, la versión netamente off-road, el sistema Rock-Track 4x4 incorpora los ejes delanteros y traseros de alto rendimiento y una reductora (4Lo) con relación final de 4:1. Igualmente, ofrece una mejor articulación y un recorrido total de la suspensión por medio de una barra estabilizadora desconectable electrónicamente.
Que tenga todo este equipo para salir avante de los terrenos más hostiles, no quiere decir que la nueva generación del Wrangler no tenga un interior cómodo y hasta cierto punto lujoso. Teniendo en cuenta el precio y que gran parte de sus consumidores lo ven como un auto para el día a día, esta vez Jeep dejó atrás ese ambiente básico por una cabina con más equipamiento y mejores materiales.
Más cómodo
Además de ofrecer una superior calidad de todos y cada uno de los elementos que conforman la cabina, el Wrangler 2018 tiene un inventario de confort nunca antes visto, desde el volante más ergonómico, pasando por el cuadro de instrumentos con un display al centro y la pantalla táctil de 7 u 8.4 pulgadas -dependiendo la versión-. Esta última, además de ofrecer los controles de audio, teléfono, navegación, aire acondicionado, radio y cámara trasera, dispone de Apple CarPlay y Android Auto.
Dentro de las versiones disponibles para esta nueva generación, esta la versión Rubicon -reconocible por fuera por los neumáticos todoterreno, las salpicaderas y manijas en color negro, así como el alto desempeño 4x4- para la configuración dos puertas y Unlimited (cuatro puertas). En tanto, que las opciones Sport y Sahara –todo el exterior es al color de la carrocería y el interior de ambiente premium- están sólo como opción para el Wrangler de cuatro puertas.