En esta ocasión nos toca hablar de la nueva generación del SEAT Ibiza que además de obtener un diseño más moderno y atractivo ofrece un mayor nivel de equipamiento y más espacio interior.
Los hatchbacks también están de moda
Independientemente, que sí los SUVs están viviendo su momento de gloria, el fervor que se ha venido dando por los hatchbacks en nuestro país durante los últimos años también es algo de llamar la atención. A diferencia de hace algunos años donde le dominio absoluto lo tenían los sedanes, ahora es posible ver un surtido de esta última clase de vehículos y con los también llamados autos de cinco o tres puertas -quí hay una discusión sobre si está bien mencionar puerta al portón trasero, pero bueno ese dilema los dejaremos para otra ocasión- es decir, los mencionados hatchbacks.
Desde luego que este tipo de vehículos, además de destacar por su diseño, sobresalen por la versatilidad que ofrecen al contar con un portón trasero con gran ángulo de apertura, que jamás podremos encontrar en un sedán, bueno a excepción de los llamados liftback como es el caso del SEAT Toledo o el Toyota Prius. Asimismo, sobre el papel el volumen es mayor frente a un sedán, lo que si es que la visibilidad es nula si llega a su máxima capacidad debido a que el espacio de la cajuelas de los hatchbacks se mide del piso al techo.
Hondando en el tema de las opciones que hay en México cuando nos referimos a los hactchbacks, la competencia de este segmento especialmente la de los subcompcatos está más cerrada que nunca no sólo por la llegada de más modelos, sino también por la cantidad de equipamiento que ofrecen.
Renovación estética
Evidentemente, uno de los modelos que llegó a nuestros país hace 15 años en una época donde todavía no existía este boom por los hatchbacks fue el SEAT Ibiza en su tercera generación. Gracias a su estilo juvenil este vehículo no sólo abrió camino a la Sociedad Española de Automóviles Turismo, sino que también permitió a la competencia apostar con este tipo de autos.
Aunque pareciera que fue ayer cuando el Ibiza hizo su arribo a México, al día de hoy, tenemos el quinto capítulo del auto más vendido de la marca española con una serie de mejoras que parten de lo estético y culminan en mayor equipamiento.
Es un hecho que lo primero que llama la atención de la renovación, de este que es el modelo de entrada de SEAT, es el nuevo diseño que como podemos ver se ahora apega al estilo del León y del Ateca. Tal vez a simple vista el cambio no es tan drástico, sin embargo, una vez que están juntas la cuarta y quinta generación podemos hallar una serie de evoluciones.
En cuanto al manejo
Aunado a esta metamorfosis estética, el nuevo Ibiza 2018 presenta una serie de alteraciones que hacen que el vehículo tenga un mejor desempeño, al menos en estabilidad y confort de marcha, ya que en cifras de poder no hay avance alguno pues debajo del cofre encontramos el mismo motor y cantidad de caballos de fuerza que antes. Respecto a las mejoras en el andar, la quinta generación se siente mejor plantado, esto se debe a que debajo de la moderna carrocería habita un nuevo chasis con un mayor grado de rigidez. De la misma manera, el andar de este hatchback es más estable debido a que la distancia entre un eje y otro creció 10 centímetros en comparación con su antecesor.
Más amplio
Pero este aumento en la longitud no sólo repercute en un manejo más agraciado, sino que también hace mella en mayor volumen de la cabina principalmente para las piernas de los pasajeros de la segunda fila. Simultáneamente, la cajuela ahora es más espaciosa, al agregar 80 litros de volumen el Ibiza ofrece un total de 355 litros, esta cifra lo pone como uno de los hatchbacks subcompactos con la cajuela más amplia del mercado.
En adición al mayor espacio interior, esta quinta generación también luce un rediseño en el tablero, esto incluye el cuadro de instrumentos y la consola central, misma que alberga una pantalla de ocho pulgadas más intuitiva y con mejores gráficos. Junto estas perfecciones, este display ve la integración de los cada vez más comunes Apple CarPlay y Android Auto.
Otras de las novedades de este nuevo Ibiza la encontramos en el quemacocos de apertura completa, iluminación ambiental de LED bicolor, cargador por inducción para teléfonos celulares compatibles -en la versión FR- y sensores de estacionamiento. Lo que si brilla por su ausencia es la cámara de reversa y un mayor nivel de equipamiento enfocado a la seguridad. Aun que contiene frenos de disco en las cuatro ruedas -antes sólo son en las delanteras-, frenos ABS y control de estabilidad, sólo contiene dos bolsas de aire frontales en todas las versiones.
Unas por otras
Como lo mencionamos líneas arriba, el manejo del Ibiza mejoró en su andar gracias a la perfección en la rigidez estructural, así como en la disminución del peso y las adecuaciones en el sistema de suspensión. Desgraciadamente estas mejoras no llegaron al motor y a la trasmisión. Por principio de cuentas, el 1.6 litros arroja la misma potencia y torque que a su antecesor -110 hp y 84 libras-pie-. Con respecto a la caja, lejos de ofrecer el mismo número de velocidades ahora únicamente dispone de cinco velocidades, es decir una menos que la anterior generación. Aquellos que deseen una caja automática tendrán que buscar otra opción, o bien esperar unos meses a que haga su arribo la versión con bloque de 1.0 litro, mismo que además de ser turbocargado dispondrá de una caja automatizada.
En pocas palabras
Este Ibiza nos dejó con sentimientos encontrados, ya que por un lado tenemos más equipamiento enfocado al confort, más espacio interior y un diseño más moderno, y por el otro nos quedó a deber un motor con más poder, sobretodo en la versión deportiva llamada FR que mantiene los mismos 110 hp.
SEAT Ibiza 2018 a prueba