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Manejamos el Infiniti Q60 2017

¿El auto japonés más bonito de la actualidad?

Manejamos el Infiniti Q60 2017

El Infiniti Q60 es quizá y junto con el Mazda MX-5 RF, el auto japonés más bonito de la actualidad. Sus proporciones clásicas, líneas fluidas y postura atlética nos remiten más a un gran turismo italiano o británico que a uno de origen nipón.

Las formas son obra del Cubano – Americano Alfonso Albaisa, un talentoso diseñador al que no solo podemos atribuir este modelo, sino toda la revolución en el estilo visual de Infiniti que se vio coronada con este atractivo coupé.

Debutó a manera de concepto en el Auto Show de Detroit de 2015 y de inmediato se convirtió en una de las estrellas de esa edición. La respuesta de la prensa y consumidores fue tan positiva, que un año más tarde en ese mismo salón se presentó el modelo de producción guardando muchísima similitud con el auto conceptual, salvo por algunos elementos que obviamente no podrían llegar a un auto de producción masiva como esa solución que sustituía los espejos laterales por unas cámaras.

Atractiva silueta

Como mencionaba anteriormente, el Infinti Q60 es innegablemente atractivo, al frente destaca la parrilla de doble arco coronada por una protuberancia en la parte superior, al ser en color negro la reminiscencia a deportivos británicos de antaño es ineludible, en los costados resalta la línea de hombro que nace en las salpicaderas frontales y se mantiene hasta desvanecerse en la zaga.

Atrás, las cosas son más sobrias, salvo por el discreto alerón posterior en fibra de carbono así como la salida de escape doble.

Interior a la altura de las expectativas

Puertas adentro nos encontramos con un habitáculo ya conocido, pues es virtualmente idéntico al de su hermano sedán el Q50. Empezando por el volante, si bien está forrado en cuero, el tacto es un tanto áspero y se percibe de menor nivel al que esperaríamos de un auto de casi un millón de pesos, lo mismo sucede con el plástico de la parte central del volante, en ambos casos se sienten más Nissan que Infiniti.

Por fortuna el resto de la cabina, ya sea tablero, consola central y demás están a la altura de las expectativas, incluso comparándolo con la triada alemana; BMW, Audi o Mercedes-Benz. Los plásticos son suaves al tacto, los insertos en un acabado metálico que muestra el mismo patrón de tejido que la fibra de carbono, así como los perfiles en aluminio satinado no solo son de buen gusto, sino que transmiten mucha calidad y cuidado en los detalles.

Mención aparte merecen los asientos deportivos forrados en cuero bitono cuyo tacto es excelente, además de lucir impresionantes

Del lado del info-entretenimiento no hay sorpresas, mantiene el mismo arreglo de dos pantallas táctiles una por encima de la otra con dimensiones de 8” y 7”. La de la parte superior nos permite ver la ruta del navegador, estatus del sistema de audio o teléfono móvil y también se puede controlar vía el mando circular de la consola central que se asemeja mucho al iDrive de BMW.

Por su parte, la pantalla inferior tiene una interfaz muy parecida a la de un smartphone es decir, para ingresar a las distintas funciones hay que oprimir los iconos igual a como lo hacemos cuando abrimos una aplicación en nuestros teléfonos inteligentes. Desde aquí es posible configurar el navegador, manipular la interfaz con el celular y otras aplicaciones muy interesantes como la que se llama “Rendimiento de Conducción”, desde donde podemos ver las fuerzas G, brújula, etc.

Uno de los puntos negativos en el Q60 es el de la ergonomía, concretamente en los controles del climatizador automático, que van colocados a los costados de la pantalla táctil inferior, y es que con esta solución las funciones quedan divididas y resulta confuso de operar.

Mecánica de primer nivel

El Infiniti Q60 400 Sport (así es su nombre completo) resultó un deportivo más serio de lo que se podría pensar y es que al tener bajo el cofre un V6 de 3.0 litros twin-turbo que entrega 400 hp y 350 lb-pie de torque asociado a una transmisión automática de siete velocidades con modo manual y control mediante paletas de cambio ubicadas detrás del volante, las reacciones son ágiles y contundentes. La tracción por su parte es al eje trasero.

El motor deja sentir todo su poder desde muy abajo, gracias a que los ingenieros desarrollaron un sistema de turbos enfriados por agua que pueden girar a un régimen de vueltas elevadísimo, cual fresa de dentista. Lo cual prácticamente elimina por completo el turbolag.

Sin embargo, no solo se trata del motor, que vaya que es de primerísimo nivel, sino también de una suspensión ajustable que la firma denomina como Dynamic Digital Suspensión (DDS) y que modifica la rigidez en función de las condiciones de manejo, así como del programa de conducción seleccionado.

Tecnología innovadora

Por su parte, la dirección DAS es sofisticada e innovadora, puesto que ya no cuenta con conexión mecánica por las ruedas, en su lugar un potenciómetro indica a las ruedas que hacer de acuerdo con las instrucciones que el conductor indica a través del volante. Un sistema de redundancia triple que consiste en tres computadoras está encargado de gestionar la dirección y garantizar que siempre funcione correctamente. Sin embargo, si por alguna razón las tres fallaran, existe un clutch que entraría en acción como último recurso para no perder control direccional.

En contra, sí hay que decir que este sistema se percibe todavía más artificial que las ya de por sí artificiales direcciones de asistencia eléctrica, aunque esto de ninguna manera significa que las instrucciones no se ejecuten en tiempo y forma.

Personalizable, quizá demasiado

Por default, el Q60 ofrece siete modos de manejo, (Estándar, Sport, Sport+, Personal, etc.) y dependiendo de cuál sea seleccionado se modifica la respuesta del pedal de acelerador, gestión de la transmisión, suspensión y dirección. Las opciones de personalización en este rubro son tan grandes, que puede resultar abrumador, y es que en total el Q60 ofrece hasta 336 opciones diferentes de configuración, aunque he de reconocer que para mis necesidades, los modos Estándar, Sport y Sport+ son suficientes.  

En las modalidades deportivas, la dirección es más pesada, la suspensión más rígida, mientras que el pedal de acelerador más firme y responsivo, lo que aunado a una transmisión que efectúa los cambios a mayor régimen de giro otorga un comportamiento brioso, ágil y muy agradable. Sin olvidarnos de que siempre habrá reserva de potencia, aunque solo sea requerida para poner en su lugar a esos exponentes alemanes con pequeños propulsores de cuatro cilindros.

Un perfecto Gran Turismo

Es importante señalar que éste NO un deportivo pensado en un track day, ahí la masa se manifiesta en cada oportunidad y si bien, la caja y motor están a la altura, con la suspensión y frenos no es así. El Q60 se trata de disfrutar un trayecto en carreteras ya sea sinuosas o autopistas en donde se viajará con total confort, pero al mismo tiempo disfrutando del manejo y el recorrido. Es en un escenario como ese en donde este nipón brilla con mucha intensidad. En pocas palabras un Gran Turismo en toda la extensión de la palabra.

Mas que bien en seguridad

Es cierto que en un vehículo que ronda el millón de pesos hay muchos elementos y tecnologías que son obligadas, además de 6 bolsas de aire, ABS, ESP, sensores de estacionamiento y cámara de 360°, el Q60 ofrece Control de Velocidad Crucero inteligente, que se conjuga con la alerta y advertencia de cambio de carril, detección de objetos en movimiento y alerta de presencia en punto ciego que son capaces de evitar colisiones frontales o incluso laterales en caso de ser necesario.

En la cima de su segmento, pero….

Luego de repasar todos los aspectos que conforman al Infiniti Q60; diseño, calidad de materiales, ensamble, motorización, tecnología y manejo queda claro que es un producto excepcional, muy redondo y uno que francamente no creí que la marca fuera capaz de concebir. Desde un punto de vista solo de producto es perfectamente competitivo con lo mejor que ofrecen las firmas alemanas, incluso en términos de capacidades dinámicas se coloca ligeramente arriba de su competencia directa y es que un Mercedes-AMG C43 AMG ofrece 367 hp, mientras que el Audi S5 entrega 354 hp y por último el BMW Serie 4 440 ofrece 326 hp.

Sin embargo, aun cuando el Q60 se coloca por encima en términos de potencia y entrega mucho equipamiento, el problema radica en que diferencial de precio es marginal (ya hablando de estas cantidades claro está), y admitámoslo, al emblema de Infiniti todavía le falta un largo recorrido en términos de prestigio, posicionamiento y pedigrí, que es algo que influye muchísimo al momento de comprar un auto de lujo.

Como sea, el Infiniti Q60 es un vehículo sobresaliente y dará muchas satisfacciones a aquellos a quienes el estatus plano en relación con el producto en sí.

 

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