Manejamos la Chrysler Pacifica 2017

Antecedentes

La primera generación de la Chrysler Pacifica nace en el 2004, se trataba del primer vehículo producto de la alianza que tuvo la marca de la Pentaestrella con Daimler-Benz.

La primera Pacífica utilizaba la plataforma y muchos de los componentes mecánicos de un Mercedes-Benz Clase E. Se comercializó hasta 2008, y en los años que se produjo bajo el manto de Daimler-Chrysler casi 200 mil Pacificas encontraron dueño.

La historia de Chrysler ha cambiado desde aquel ya lejano 2008, en donde se declaró en bancarrota, y la italiana FIAT entró al quite, para conformar FCA, (FIAT-Chrysler Automobiles) y con ello una renovación completa del catálogo.

En el 2016 FCA revive el nombre Pacifica y presenta un vehículo que es una clara fusión entre una Minivan y un Crossover, un producto grande, espacioso, pero sobre todo con mucho equipamiento.

Características Técnicas y Mecánicas

Porta un motor V6 Pentastar de 3.6 litros VVT colocado en posición delantera transversal que entrega 287 hp en el rango de las 6,400 rpm, La fuerza de torque es de 262 Lb-pie a 4,800 revoluciones, por su parte la transmisión automática es de nueve cambios, mientras que la tracción es en el eje frontal. La suspensión es independiente en las cuatro esquinas.

Las dimensiones son generosas, 5,171 mm para el largo total, la anchura es de 2,296 mm, la altura es de 1,775 mm, y por último la distancia entre ejes es de 3,089 mm.

En cuanto a seguridad se refiere, evidentemente cuenta con un sistema de frenos antibloqueo ABS, y control de estabilidad, las obligadas bolsas de aire frontales, de rodillas, así como de cortina para las tres filas de asientos también están presentes, para continuar con elementos menos comunes en el segmento como la cámara de 360°, asistente de estacionamiento en paralelo, alerta de tráfico cruzado, alerta de colisión frontal con asistente de frenado y alerta de cambio de carril.

Confort

Definitivamente la Pacifica es un producto pensando en el lujo, el confort, la habitabilidad y la comodidad de los pasajeros que se alojen en cualquiera de sus tres filas de asientos tapizados en piel, los que viajen en la primera fila- es decir, conductor y pasajero gozarán de entrada de asientos calefactables y ventilados, los de la segunda fila irán a sus anchas, ya que solamente hay dos amplios asientos tipo capitán con coderas abatibles, y los de la tercera fila de asientos, aunque podríamos pensar al contrario también irán cómodos y a sus anchas, incluso tratándose de tres adultos, es decir la Pacifica tiene capacidad real para siete pasajeros, sacrificando el área de carga  o para cuatro, con gigantesco espacio de carga, ya que la tercera fila de asientos se pliega y abate mediante un sistema eléctrico, que se puede manipular con una botonera en el área de carga.

En cuanto a info-entrtenimineto también está plagada de cosas agradables, empecemos por la pantalla central táctil de 8.4 pulgadas al centro del tablero, en donde se despliega información referente al equipo de audio, los mapas del sistema de navegación, el estatus del aire acondicionado, y es completamente compatible con Car Play de Apple o Android Auto. El equipo de audio es de óptima calidad y está firmado por Alpine, entrega 505 watts de poder, que se pueden escuchar en 10 bocinas.

Sin lugar a dudas los que viajarán mejor, y como patrones son los que se alojen en la segunda fila de asientos, ya que además de la buena tapicería ya mencionada, los ocupantes cuentan cada uno con una pantalla de 10 pulgadas, montada detrás de las cabeceras delanteras, en donde mediante el accionamiento táctil puede navegar por distintas funciones, incluso juegos, o reproducir una película en Blu-Ray, y verlo sin molestar al de a lado, ya que cada asiento cuenta con su propio sistema de entretenimiento, con audífonos inalámbricos y hasta un control remoto para manipular las funciones, lo del control remoto es honestamente un exceso, ya que las pantallas están lo bastante cerca para que una persona de talla normal alcance a tocarla con solamente estirar el brazo, pero bueno, recuerden que vale casi 900 mil pesos y hay que justificar el precio con ese tipo de amenidades y gadgets, divertidos, pero en ocasiones imprácticos.

Los de la tercera fila no cuentan con sistemas de entretenimiento individuales, pero esa zona cuenta con estradas USB, entonces los ocupantes podrán cargar sus tabletas o teléfonos inteligentes e ir navegando por la red, si es que hay cobertura por donde se circule. Un detalle que también se agradece, es que los respaldos de la tercera fila de asientos son reclinables eléctricamente, y con ello se puede encontrar una postura más confortable, y no se olviden que hablamos de la tercera fila de asientos, que en la mayoría de los casos es incómoda y muy reducida, en el caso de la Pacifica es todo lo contrario, insisto, está pensada y construida para que siempre vaya llena de gente, y además vaya cómoda. Eso le significa una palomita de acierto a la marca, muy bien resueltos todos los temas de habitabilidad y confort interior

Manejo

Tras el volante lo primero que la Pacifica nos transmite es mucha información al respecto de nuestro entorno, hay cámaras y sensores prácticamente en todos los flancos del vehículo, y de ello me percato justamente al desestacionarme para empezar esta prueba, en las maniobras de reversa hay un asistente visual de ojo de pájaro, que mediante una simulación del vehículo y tomas de las cámaras nos da una visión de 360° del área alrededor de el vehículo. Ya en marcha los sensores de punto ciego se hacen presentes emitiendo constantes alertas sobre los autos que circulan a nuestro lado. Con estos puntos quiero reafirmar la intensión del fabricante al ofrecer un vehículo con un gran enfoque a la seguridad, tanto pasiva (que solo sirve en caso de un accidente) como la activa, que nos provee de muchas alertas e información que nos alimenta para la toma de decisiones de forma cognitiva, al principio puede parecer muy molesto el sonar de tantos “beeps” y el parpadeo te tantas alertas, pero ya una ves asimilado nos da un manejo más seguro, y que nos permite darnos cuenta de cosas que a simple vista no están – o no deberían- estar ahí.

El V6 Pentastar se mueve con soltura, las aceleraciones son parejas, constantes sin ser bruscas, el trabajo de la transmisión de nueve cambios es prácticamente imperceptible, ya que el escalonamiento hace los cambios de forma muy suave.

La enorme masa, más voluminosa que pesada se mueve con soltura, la posición de manejo, y el tamaño de los retrovisores exteriores nos brindan una sensación de menor tamaño. El aislamiento de la suspensión es bueno, incluso en caminos malos, y quizá de las pocas quejas que tendríamos de la Pacifica, es la recuperación para hacer los rebases súbitos. Entendamos que no tiene ningunas pretenciones deportivas, cumple muy bien en promedios no mayores a 150 km/h, a esas velocidades es silenciosa y confortable. Los consumos son su punto débil, ya que la combinación del V6, con la masa la convierten en sedienta, al menor abuso del acelerador, es decir, el desempeño obtenido al ir aprisa no justifica el gasto de gasolina, entonces con la Pacifica es mejor tomarse las cosas con más calma, y disfrutar de las amenidades de avión privado que ofrece.

Conclusión

Es Innegable que Chrysler siempre tiene en la Pacifica una propuesta interesante ante una competencia feroz, como en este caso las famosas minivans de las casas Honda y Toyota, la Pacifica ha sido un vehículo galardonado recientemente –a los pocos meses de su lanzamiento- al obtener el primer reconocimiento al North American Utility of The Year en el marco del pasado Auto Show de Detroit 2017, suena curioso, una minivan derrotó a todas las SUVs en la primera ocasión que se entrega un reconocimiento exprofeso para las SUVs, que tradicionalmente competían junto las pick ups. Asimismo es un vehículo muy seguro, también líder en su segmento con cinco estrellas otorgadas por la NHTSA, y recibió el Top Safety Pick+ por parte del IIHS en los primeros meses del 2017. El precio es elevado, el equipamiento también, un producto que vale la pena conocer, una vez que se procesa mentalmente el hecho de que no hay manera más cómoda de viajar para una familia, que una minivan.