Nissan Pathfinder 2017 debuta

Después de poco más de tres años de su introducción, la renovada Nissan Pathfinder 2017 hace su aparición en el mercado mexicano y si bien sólo se trata de un “facelift”, recibe las suficientes actualizaciones para mantenerla vigente frente a una reacia competencia que se renueva constantemente.

Los cambios más evidentes se encuentran en el frontal, donde lo primero que resalta es la integración de la parrilla V-Motion, los faros de boomerang con luces diurnas LED, retrovisores con luces direccionales, así como calaveras y fascias (delantera y trasera) de nueva manufactura. Esto sin contar que los rines de aleación de aluminio de 18 y 20 pulgadas están rediseñados.

Durante la presentación de la Pathfinder 2017, Nissan realizó una breve ruta que partió de la Ciudad de México hacia los límites de Puebla con Tlaxcala. La unidad asignada fue una Exclusive 4WD, es decir la tope de la gama ofertada en México.

Al igual que el resto, esta versión es impulsada por un V6 de 3.5 litros con 260 hp y 240 lb-pie de torque que envía su potencia a las cuatro ruedas. Por cierto, la trasmisión CVT fue revisada para disminuir su fricción, además de que se mejoró su sistema de refrigeración.

El manejo es muy al gusto de los estadounidenses, ya que da prioridad al confort de los pasajeros (en nuestro caso éramos cuatro). Prueba de ello es que la mancuerna entre el propulsor y la caja busca siempre el menor consumo. No obstante, hubo un momento en el que se permitió buscar el límite del vehículo y sorprendentemente se rodó hasta 180 kilómetros por hora, eso sí con mucho camino libre y con el pedal a fondo.

Por su puesto que no tiene el agarre de una Porsche Cayenne, pero transmite suficiente seguridad y comodidad aún a esta velocidad. Insisto, su principal objetivo es realizar viajes con la familia plácidamente y no romper récords de velocidad.

Por cierto, como seguramente la Nissan Pathfinder 2017 será utilizada para viajes a lugares campiranos, se introdujo a una pequeña prueba de terracería donde si bien por sus condiciones está muy lejos de las capacidades todoterreno de sus predecesoras, el sistema de tracción integral fue un buen aliado para salir avante de ciertos obstáculos como el siempre molesto lodo.

En el habitáculo destaca su audio Bose y un sistema de infotenimiento que incluye una pantalla de 8” con software y gráficos mejorados. Cuenta con NissanConnect que permite la conectividad con el smartphone, además las cabeceras de la segunda fila se encuentran un par de pantallas de ocho pulgadas independientes.

Como curiosidad cuando se tuvo que ocupar el puesto de pasajero en el asiento posterior, un único puerto USB (delante hay dos) fue la manzana de la discordia con mi compañero de viaje, ya que teníamos que ponernos de acuerdo para cargar nuestros teléfonos. Por el bien de los ocupantes de la segunda fila, no sería una mala idea añadir otra entrada.

Respecto a la calidad de materiales, aunque cumplidores se encuentran por debajo de los mejores del segmento. Curiosamente en las puertas existen plásticos suaves al tacto, pero no así en la parte superior del tablero donde los polímeros, aunque agradables a la vista, son duros al tacto.

En materia de seguridad y como parte del llamado “Nissan Safety Shield”, incluye: control crucero inteligente, sistema de prevención de colisión frontal, asistente de colisión frontal, alerta de tráfico cruzado, así como “Around View Monitor” y “Moving Object Detection”, que se apoyan en el sistema de cámaras del vehículo. Cabe mencionar que la versión con tracción total equipa el Asistente de Ascenso en Pendientes (HSA) y el Asistente de Descenso en Pendientes (HDC).