Antecedentes
El Porsche 911 2017 estrena facelift de mediados de ciclo de vida, mismo que trajo al modelo de nombre código 991.2, un nuevo motor bóxer turboalimentado más pequeño que el anterior. La razón detrás de este arriesgado movimiento es la de cumplir con las cada vez más estrictas regulaciones en materia de emisiones, así como la necesidad de mejorar el consumo de combustible.
Ya habíamos tenido oportunidad de probar el renovado Porsche 911 Carrera S en su variante coupé, y ahora toca el turno a la versión más lúdica de la amplísima gama del icónico deportivo alemán, es decir el Cabriolet.
El 911 Cabriolet es un vehículo más orientado a disfrutar del manejo y el camino, algo que se puede hacer perfectamente sin la necesidad de llevarlo al límite, aunque claro está que al ser un Porsche, le sobran capacidades deportivas.
Características técnicas y mecánicas
Tenemos el mismo propulsor 3.0 litros biturbo del Carrera S, pero ajustado para entregar 370 hp y 332 lb-pie de torque asociado a una transmisión PDK de doble clutch y siete velocidades. Misma que a su vez envía la potencia a las cuatro ruedas vía un sofisticado sistema de tracción integral controlado electrónicamente.
Equipa también la suspensión activa PASM (Porsche Active Suspension Management).
En materia de seguridad encontramos todos los elementos necesarios como Bolsas de Aire, ABS, Control de Estabilidad y Control de Tracción. Asimismo y al ser una variante descapotable, el chasis fue reforzado, al igual que el marco del parabrisas para que en caso de volcadura se garantice la integridad de los ocupantes.
Confort
En el interior, aunque la utilización de un solo color para prácticamente todos los elementos no me encanta y es un aspecto muy subjetivo, el nivel de calidad y atención al detalle es innegable. Todo lo que vemos y tocamos se percibe extraordinariamente bien, predominando la utilización de cuero de excelente factura.
El Porsche 911 Carrera Cabriolet entrega prácticamente los mismos niveles de aislamiento acústico o térmico que su hermano coupé, siendo la única diferencia que el ruido producido por el viento se percibe ligeramente más. Fuera de esto, circular con la capota cerrada entrega niveles muy similares de confort.
Sin embargo, el verdadero encanto del 911 Cabriolet es utilizarlo con la capota abierta, una operación que se puede realizar en apenas 13 segundos y en movimiento, claro está que a velocidad reducida, en este caso no mayor a 50 km/h.
El Sistema de Info – Entretenimiento corre a cargo de la más reciente generación del Porsche Communications Manager, que cuenta con una pantalla multitáctil de alta resolución con una interfaz similar a la de las Tablets, en donde también podemos contar con compatibilidad para Apple CarPlay.
Manejo
Es menester aclarar que en el 911 Carrera no encontramos algunos artilugios que se ofrecen en el Carrera S, como el sofisticado eje trasero direccional y la verdad es que no se extraña en absoluto.
Los 370 hp resultan más que suficientes, prueba de ello son las cifras de aceleración de 0 a 100 Km/h en apenas 4.3 segundos cuando se equipa el paquete Sport Chrono, que además de mejorar dicho tiempo en 0.2 segundos, incluye el Launch Control, un elemento que brinda diversión interminable.
El pico de torque se consigue desde las 1,700 vueltas y la curva se mantiene plana hasta las 5 mil, logrando un nivel de respuesta muy contundente y dejándonos la certeza de que siempre contaremos con potencia suficiente para cualquier rebase, recuperación o cuando simplemente queramos salir de una curva a toda velocidad.
La suspensión activa PASM y la tracción a las cuatro ruedas controlada por el Porsche Traction Management son aliados muy valiosos para controlar y explotar de manera idónea las capacidades del 911 Carrera 4 Cabriolet, ya sea en un tramo lleno de curvas, o bien a velocidades de autopista en donde le confieren un comportamiento intachable que transmite total confianza.
Asimismo, el PASM otorga un rango muy amplio entre comodidad al brindar una amortiguación suave o deportividad al hacerse muy rígida cuando es necesario.
El Porsche 911 Carrera 4 Cabriolet se siente como de piedra (sólido y bien construido), no se extraña en absoluto el toldo de lámina. Cuando tenemos el habitáculo cerrado es bastante hermético y bien aislado tanto de temperatura como de ruido.
Cuenta también con un deflector de viento que se puede activar de forma eléctrica y que aunque cancela las plazas posteriores, que seamos honestos, nadie utiliza en un 911, mitiga en buena medida la turbulencia generada por el viento, brindando mucho confort para manejar a cielo abierto. Algo que en este exponente habría que hacer en cada oportunidad por pequeña que ésta sea.
Conclusión
Ha resultado una experiencia muy interesante manejar el Porsche 911 Carrera Cabriolet en Alemania, primero porque no es un bicho tan raro como lo es en México, es bastante normal, de hecho encontrar Porsches, Mercedes-AMGs, BMW Ms o Audis RS. Y da gusto ver que mucha gente tiene vehículos convertibles, coupés, station wagons con 600 hp si se quiere. Se podría decir que es el cielo en la tierra para los entusiastas.
Porque tampoco hay que olvidar que en ese país existen las míticas Autobahns, esas que no tienen límite de velocidad, aunque hay que decir que ir por encima de los 250 km/h puede percibirse como políticamente incorrecto.
Regresando al Porsche 911 Carrera Cabriolet, es una prueba de cuanto han evolucionado los convertibles. Ya que entrega niveles de confort y refinamiento virtualmente idénticos a los de la variante coupé.
Por si fuera poco, una vez más, queda demostrado que desde la versión Carrera, el 911 es mucho más coche del que podríamos necesitar jamás y sigue siendo el deportivo a vencer.
Porsche 911 Carrera Cabriolet a prueba