El modelo 3 de Mazda se presentó al mundo en 2004, un año antes de que la marca hiciera su debut en el mercado mexicano. Hoy la historia de Mazda en México es interesante, pues en un poco más de dos lustros pasó de ser una moda, a un esquema de negocio rentable para todos, al grado que dentro de las decisiones corporativas a nivel mundial Mazda decidió construir una planta en el país, en la zona del Bajío y desde que abrió sus puertas ha construido más de 400 mil unidades de los modelos Mazda 2, Mazda 3 –con motorización 2.0 litros- y el Yaris R de Toyota (que es una versión del Mazda 2, con carrocería de tres cuerpos).
Está disponible con dos configuraciones de carrocería Hatchback de cinco puertas y sedán de cuatro
La tercera generación de este vehículo se encuentra en la mitad de su ciclo de vida, y el modelo 2017 se presenta con ligeros cambios estéticos exteriores en sus dos conformaciones, sedán –carrocería de tres cuerpos- y hatchback (carrocería de dos cuerpos).
En el exterior encontramos sutiles alteraciones en la parrilla y los detalles de diseño actualizan el aspecto, similares a los que vemos en la CX-9, que es hasta ahora el buque insignia de la marca, pequeñas líneas de carácter en los costados, y con formas trapezoidales en la zona de la fascia trasera del hatchback. Las versiones tope de gama cuentan con iluminación “Full LED”
En los interiores descubrimos que la palanca del freno de mano desapareció de los modelos equipados con el motor 2.5 litros, ahora el freno de estacionamiento se opera mediante un botón de accionamiento eléctrico, mientras que los vehículos equipados con caja automática ahora cuentan con un modo “Sport” que se activa presionando un botón ubicado al lado de la palanca selectora. El volante también presenta un nuevo diseño, asemejándose también al de la CX-9.
La oferta de motores es de cuatro cilindros de 2.0 y 2.5 litros de 155 y 188 hp respectivamente
Un detalle interesante es que en toda la gama del Mazda 3 se ha adicionado el sistema G-Vectoring Control para un manejo más seguro y se ha mejorado el aislamiento para disminuir la tranferencia de ruidos y vibraciones al interior del vehículo.
¿Qué es un sistema G-Vectoring Control (GVC) y como funciona?
Se trata de una tecnología que nace con la idea de fusionar los movimientos longitudinales y laterales del vehículo a través de un control integrado en la carrocería y chasis, con la finalidad de brindar un desempeño dinámico uniforme, que hacen más suaves las transiciones de las fuerzas de aceleración antes mencionadas, lo que impacta en el movimiento del vehículo. Es decir, se crea un sentido de unidad en función de la forma en que el auto se mueve en ciertas situaciones, como al tomar una curva.
La idea es integrar el funcionamiento del motor con el chasis, para que trabajen de manera individual y que, al coordinarse a través del sistema G-Vectoring Control, logren una suave transición de las fuerzas de aceleración laterales y longitudinales.
Dos transmisiones disponibles, manual y automática, ambas de seis relaciones
Esta tecnología de control, permite al vehículo operar de la manera más suave y eficiente, al regular las fuerzas verticales de cada una de las cuatro ruedas del auto.
El modelo 2017 también ofrece dos motorizaciones, siendo el de cuatro cilindros de 2.0 litros de 155 hp de potencia y 148 lb-pie de torque, únicamente para la versión de entrada, denominada Mazda 3 i Sedán, y a partir de las versiones i Touring portan el motor SKYACTIV G de cuatro cilindros y 2.5 litros que entrega 188 hp y 184 lb-pie de torque.