La firma de los cuatro aros presenta en nuestro país su concepto denominado Audi Sport, se trata de un sistema que le permitirá atender mejor los exclusivos clientes de los modelos RS (RS Q3, RS7, RS Performance), así como la joya de la corona, el R8.
De inicio son 15 concesionarios Audi Sport distribuidos en el país que están preparados para brindar la atención personalizada que vehículos de prestaciones deportivas tan serias demandan.
Con este pretexto, Audi trajo directamente de Alemania su escuela de manejo acompañada de una panda de ejemplares del R8 V10 Plus para que pudiéramos experimentar de primera mano sus capacidades en el mejor foro disponible en México, el Autódromo de los Hermanos Rodríguez. Que por cierto hace apenas un par de días albergó las 6 Horas de México, quinta fecha del Campeonato Mundial de Resistencia en donde dicho sea de paso el Audi R18 se quedó con la segunda posición, en la categoría más importante del serial, los LMP1.
Pero regresando al Audi R8 V10 Plus 2017, las primeras vueltas a un ritmo relativamente relajado me permitieron familiarizarme con el nuevo trazado del Hermanos Rodríguez, aprovechando para conocer algunas funciones interesantes de la transmisión S-Tronic de doble clutch y siete velocidades que ahora además de seguir siendo rapidísima, al mantener presionada una paleta de cambio por un periodo prolongado, engrana la mayor o menor marcha disponible, según sea el caso, así como la función “Coasting” que desconecta la transmisión y “apaga el motor” a velocidades crucero para ahorrar combustible.
Sin embargo, luego de esos tres primeros giros la cosa se puso divertida, en primera instancia al seleccionar el modo de conducción Dynamic, activar el escape deportivo y pasar a modo manual, el R8 se vuelve radical, el V10 de 5.2 litros con 610 hp y 413 lb-pie de torque exhala una nota aguda y adictiva y nos puede catapultar a los primeros 100 km/h desde cero en apenas 3.2 segundos.
Pero más impresionante aún que su forma de acelerar, es el agarre y balance que tiene, si bien es cierto el renovado R8 es muy rápido, al pasar por la zona de las eses del circuito y llegar al Foro Sol mostró un grip que parecía interminable, transmitiendo muchísima confianza. El sistema quattro que por default entrega la mayor cantidad de par motor al eje posterior, se las arregla para enviar la potencia a la rueda o ruedas con más tracción para hacerte sentir mejor piloto de lo que en realidad eres. Y si por alguna razón, la emoción te ganara y el R8 empezara a deslizarse un poco, una pequeña corrección con el volante lo arregla todo.
Claro está que habrá ocasiones en que ni el excelente balance del auto, el capaz sistema de tracción integral o el conductor puedan mantener las cosas en su lugar y para eso todavía quedan las asistencias electrónicas de estabilidad y de tracción.
Por su parte, los frenos carbono – cerámicos son excepcionales, una opción que bien vale la pena considerar. En la recta principal el R8 alcanzó los 220 km/h, quizá un poco más, aunque creo que podrían ser hasta 250 km/h. Si hubiéramos salido más rápido del Foro Sol (perfectamente viable) y contando con el hecho de que en la primera parte de la recta principal nos rotábamos para que siempre un conductor distinto diera al menos una vuelta justo detrás de los instructores y por último que para evitar contratiempos estábamos frenando mucho antes para las capacidades del auto y del sistema de frenos.
El interior del Audi R8 2017 no es menos teatral que el exterior, sobre todo para el conductor. Tenemos por supuesto la inmensa pantalla configurable del Virtual Cockpit que reemplaza a los relojes análogos del velocímetro y tacómetro que teníamos antes. Asimismo el volante, que quizá sea de los más atractivos de todo el mercado permite controlar: el encendido, escape, modos de conducción y la información que se despliega en el Virtual Cockpit.
Tristemente, mi oportunidad de manejar el Audi R8 V10 Plus en la pista del Autódromo Hermanos Rodríguez llegó a su fin, si dependiera de mi habría continuado todo el día, eso es un hecho. Sin embargo también tocaba conocer brevemente a los modelos RS7 Performance y al RS Q3, claro está que en el circuito no.
El R8 es un deportivo exótico de ligas mayores, luce impresionante por fuera y por dentro, suena y acelera todavía mejor, pero lo más increíble es su comportamiento, balance y capacidad de frenado. No puedo esperar para tenerlo a prueba.