Antecedentes
El BMW M3 2016 es sin lugar a dudas, una de las vacas sagradas de la industria automotriz alemana, y todos sabemos que para el año modelo 2016 la Serie 3 de BMW sufrió algunas actualizaciones estéticas como nuevos faros y calaveras, por lo que no podíamos dejar pasar la oportunidad de probar este que es uno de los juguetes más deseados por los entusiastas.
La denominación M3, que es la más famosa e icónica ahora está reservada para el modelo de cuatro puertas, luego de la separación de nomenclatura que implementó BMW para sus modelos sedanes y coupés. Así pues, este modelo es la variante M de la Serie 3, mientras que la configuración de dos puertas, ahora M4 lo es para la Serie 4.
Características técnicas y mecánicas
Bajo el cofre habita un motor de seis cilindros en línea con 3.0 litros de desplazamiento que gracias a la asistencia de dos turbocargadores, entrega 431 hp y 405 lb-pie de torque. Está enlazado a una transmisión automática de doble clutch M DKG que envía la potencia al eje trasero a través de una flecha cardán que está fabricada en fibra de carbono.
Para la gestión y transmisión eficiente de tal poder al asfalto, el M3 equipa un diferencial especialmente desarrollado por BMW M GmbH.
La flecha cardán está fabricada en fibra de carbono.
En materia de seguridad el M3 cuenta con lo necesario: 6 bolsas de aire, ABS, control de estabilidad DSC y de tracción DTC, así como cámara de reversa y sensores de estacionamiento tanto adelante como atrás que cuentan con función para graficar en la pantalla central la proximidad de los objetos. Debido a la categoría y precio del modelo sorprende la ausencia de tecnologías como el sensor de presencia en punto ciego o la alerta de cambio de carril por mencionar algunas.
Confort
El habitáculo está completamente enfocado al conductor, los asientos deportivos ofrecen excelente sujeción lateral además de que se ven espectaculares, el volante multifunción forrado en cuero cuenta con los ya clásicos pespuntes en colores rojo y azul, asimismo en la parte posterior incorpora unas paletas de cambio grandes y fáciles de acceder.
En términos de acabados, el M3 es de lo mejor que puede hacer BMW, superficies forradas en cuero, aplicaciones de fibra carbón y aluminio, así como insertos metálicos, producen un ambiente muy agradable para estar, además de que resulta muy funcional.
En términos de acabados, el M3 es de lo mejor que puede hacer BMW.
Del lado del equipamiento encontramos prácticamente de todo, destacan: el Head up Display, acceso y arranque mediante llave inteligente, pantalla de 8.8” de alta definición en donde se visualizan todas las funciones tales como: el teléfono móvil, navegador, audio (firmado por Harman Kardon y que reproduce con excelente fidelidad) y aplicaciones que se pueden controlar a través del iDrive que cuenta con función de escritura. Por su parte el climatizador es automático de dos zonas.
El espacio en la banca trasera es adecuado, por lo que dos adultos de talla media viajarán con total comodidad.
Manejo
Desde siempre hemos hablado que el Serie 3 es la referencia de los sedanes deportivos, de hecho ese concepto fue creado por este icónico modelo de BMW, por lo que un M3 sería eso pero elevado a la N potencia.
Por principio de cuentas hay que decir que el BMW M3 se ve brutal pero sin perder el buen gusto y al mismo tiempo, todos los cambios estéticos tienen detrás un motivo funcional. El Toldo es de fibra de carbono para ahorrar peso, razón por la cual me parece una estupidez que haya quienes lo sustituyan en su configuración por un quemacocos.
Todos los cambios estéticos tienen detrás un motivo funcional.
Las fascias tienen esa agresiva forma para mejorar el flujo aerodinámico y la entrada de aire tanto al motor como a los frenos, mientras que la anchura adicional que se traduce en una apariencia más atlética en realidad es consecuencia del aumento del ancho de vía que fue necesario para alojar al diferencial que es más grande.
Siguiendo con este asunto de que la asombrosa forma sigua a la función, también tenemos los rines de 5 brazos dobles muy delgados y de 19 pulgadas, que antes de lucir muy bien, tienen el objetivo de disipar tanto calor como sea posible del generado por el sistema de frenos, que dicho sea de paso tiene tanto poder, que pareciera que el M3 tira el ancla cuando presionas el pedal con fuerza.
El M3 abandonó el V8 de 5.0 litros de aspiración natural que era una auténtica joya y regresó al viejo conocido 6 en línea, pero esta vez con la asistencia de dos turbos que entrega 431 hp, que ciertamente no parece un incremento tan grande con respecto del motor anterior, pues son apenas 11 hp. Sin embargo lo importante aquí es el torque, y es que tenemos 110 lb-pie adicionales en un coche que pesa 80 kilos menos, y es ahí en donde está toda la diferencia.
110 lb-pie adicionales en un coche que pesa 80 kilos menos.
El M3 es muy rápido de hecho el más rápido de la historia, con un 0 a 100 km/h en 4.1 segundos, es además súper ágil, muy efectivo y por si fuera poco el seis cilindros emana un sonido grave y profundo simplemente alucinante.
Una de las cosas que más me gustó de este nuevo motor es la entrega de potencia a bajo y medio régimen de giro, mientras que en el V8 anterior era indispensable superar las 5 mil vueltas para extraer el verdadero desempeño del M3 que por cierto venía acompañado de un embriagador sonido ronco y metálico. Ahora no es así, puedes rodar a 4 mil vueltas y si lo necesitas, con solo presionar el acelerador a fondo este nuevo M3 sale disparado con tal fuerza que podría desnucarte, es en verdad increíble.
Puede ir a 4 mil rpm y acelerar con tal fuerza que podría desnucarte al presionar el acelerador a fondo.
Por su parte, la rapidísima transmisión de doble clutch M DKG que se controla con las paletas de cambio ubicadas detrás del volante o bien desde la palanca ubicada en la consola central, cuenta con una función para suavizar los cambios y ofrecer una marcha más cómoda o hacerlos muy rápido y patear como mula de mal humor, es una aliada invaluable para aprovechar de la mejor manera posible todo el potencial del motor.
Al igual que sus hermanos menos vitaminados el M3 ofrece la posibilidad de seleccionar diferentes modos de conducción, solo que en este caso cada parámetro tiene un ajuste independiente, en lugar de los modos predefinidos de los Serie 3 comunes. Aquí es posible elegir el programa preferido para: dirección, suspensión, respuesta del motor, además del ya antes mencionado ajuste de cambios de la transmisión.
Adicionalmente y para mayor practicidad, el M3 cuenta con dos botones ubicados en el volante con la leyenda M1 y M2 respectivamente, que al presionarlos activan en automático un modo de funcionamiento totalmente deportivo para el caso del primero y para el segundo un modo netamente para pista en donde se desactivan las asistencias electrónicas. Es en ese momento que el M3 se convierte en un perro rabioso y violento, que si bien es cierto puede entregar dosis inagotables de adrenalina y diversión, también lo es que puede morder y sacarte un susto si no lo tratas con el respecto que se merece.
Conclusión
En el M3 están vertidos todo el know how y la técnica disponibles tanto en BMW como en su filial BMW Motorsport y que les han permitido crear un coche virtualmente perfecto, es un auto familiar en toda regla y al mismo tiempo un deportivo pura sangre en toda la extensión de la palabra.
Si existiera alguna queja o mejor dicho añoranza es que aun cuando esta nueva entrega es más eficiente, más efectiva y más capaz que su predecesora, se extraña ese sonido ronco y metálico del anterior ocho cilindros, así como esa experiencia más analógica y cruda que entregaba. El BMW M3 2016 se convirtió en un robot perfecto y brutal pero perdió algo de dramatismo y emoción en el camino.
Manejamos el BMW M3 2016