Antecedentes
La nueva generación del Ford Mustang sin duda ha dado mucho de qué hablar. No sólo se convirtió en un auto completamente global –lo que significa que está desarrollado para satisfacer las necesidades de todos los mercados en los que la marca del óvalo participa- sino que también abandonó la suspensión de eje rígido en la parte trasera, un verdadero elemento característico del deportivo americano hasta ahora.
El resultado es un auto mucho más refinado, cómodo y también más amigable con el ambiente ya que también estrena un motor EcoBoost que utiliza la ayuda de un turbo para lograr un desempeño bueno pero manteniendo el consumo de combustible más bajo, al igual que las emisiones de gases contaminantes.
En otros mercados como Estados Unidos y Europa ya se comercializaba esta versión pero ahora por primera vez la vemos en nuestro país. Se integra a la gama del Mustang en México en la que encontramos desde el V6 naturalmente aspirado, los V8 de 5.0 litros y hasta el tope de gama y más deportivo GT350 –que ya manejamos.
El Ford Mustang EcoBoost 2016 se posiciona justo entre la versión V6 (que sólo está disponible con transmisión automática) y la versión manual con motor V8. De esta forma tienes todo el equipamiento de las versiones de ocho cilindros pero con un consumo de combustible menor.
Las diferencias en el exterior respecto al V6 son un difusor trasero, espejos con calefacción, direccional y proyección de la llamada insignia Pony que ilumina el piso con la silueta del caballo cuando se abren los seguros. Encontramos los mismos rines de 18 pulgadas que en el V6 y que en las versiones V8 son de 19 pulgadas.
Características técnicas y mecánicas
Sin lugar a dudas, lo más importante de esta versión que nos tocó probar es la mecánica ya que no encontramos el V8 de cinco litros o el V6 de 3.7 litros sino algo que para muchos puristas puede parecer una tragedia, se trata de un cuatro cilindros 2.3L turbo EcoBoost, el mismo que encontramos por ejemplo en el Lincoln MKC.
Ahora, este no es cualquier cuatro cilindros pues mientras el V6 naturalmente aspirado de 3.7 litros produce 300 caballos y 280 libras pie de torque, este cuatro cilindros en línea entrega 310 caballos y 320 lb-pie. Esto es una mejora de 10 caballos pero todavía más importante, 40 libras pie que además están disponibles en un rango de revoluciones más grande (de 2,500 a 4,500 rpm). Esto se traduce en una respuesta más inmediata de la potencia y una sensación de más rapidez en la parte media del tacómetro.
En el caso de este motor, la única transmisión disponible es la automática convencional de seis velocidades que manda la potencia al eje posterior, a diferencia del V8 que sí cuenta con una manual de seis velocidades disponible.
Confort
El modelo que nos tocó probar era un preproducción pues las versiones finales aún no llegaban a nuestro país. De todas formas los plásticos interiores y el ensamble de las piezas se sienten de una calidad muy buena.
Al mirar el tablero, resaltan los insertos de plástico que simula el aluminio y los interruptores de enfrente de la palanca en la consola central que lucen espectaculares y se sienten sólidos al accionarlos.
Definitivamente el ambiente nos inspira una sensación Premium y de mayor sofisticación que en generaciones anteriores. De acuerdo a la marca, el Mustang nuevo ganó espacio significativo en la cabina, pero de todas formas se alcanza a sentir un poco apretado, sobre todo en el espacio entre la cabeza y el toldo.
El nivel de equipamiento es superior al que encontramos en la versión V6 y muy similar a la del V8 así que cuenta con asientos deportivos forrados en piel con calefacción, enfriador y ajuste eléctrico; control de clima automático de dos zonas, cámara de visión trasera y sensores de reversa, sistema de audio Shaker Pro con nueve bocinas y entradas AM/FM/CD/MP3/USB y Bluetooth audio y como novedad en este modelo 2016 también está la nueva generación del SYNC 3 que reemplaza al llamado MyFord Touch. Éste que consta de una pantalla LCD de ocho pulgadas en el que mejoraron la búsqueda y control por medio de comandos de voz de la música y la navegación.
Este nuevo sistema incorpora hardware y software específicos en los que se simplifica el acceso a las diferentes funciones del mismo como el audio, el control de clima, el teléfono, navegación y aplicaciones que saldrán más adelante para complementar la experiencia a bordo de tu nuevo Mustang. Es más rápido e intuitivo y la sensación táctil de la pantalla es más parecida a la que encontramos en un Smartphone. Finalmente Ford asegura que también es más estable dejando atrás todos esos problemas que representó el MyFord Touch.
El SYNC 3 poco a poco llegará a los nuevos modelos de la marca del óvalo azul y para actualizarlo ya no será necesario llevar tu coche a la agencia, sino que se podrá realizar mediante una conexión WiFi.
Regresando al interior del Mustang, la parte trasera no es precisamente amplia, de hecho prácticamente podríamos catalogarlo como un biplaza ya que viajar atrás es muy incómodo. Para terminar, el espacio de la cajuela nos pareció suficiente… o bueno por lo menos para el segmento en el que se encuentra.
Manejo
Gracias al cambio a suspensión independiente en esta generación para el eje trasero, el Mustang es mucho más cómodo y confiable cuando entramos a una curva. En el pasado, si a la mitad de la curva encontrabas un bache, la parte de atrás se ponía nerviosa y las asistencias electrónicas tenían que hacer su trabajo para evitar que deslizaran las llantas traseras. En esta generación, inclusive puedes desactivar los controles de estabilidad y de tracción y el manejo se mantiene preciso y predecible.
El motor se siente con buena potencia desde un inicio y hasta la parte media del tacómetro, pero conforme te acercas a la superior, pierde un poco de potencia. Esto se traduce en una respuesta muy buena en situaciones de tránsito diario pero definitivamente la pista no es su lugar ideal. De todas formas como podrás ver en el video nos divertimos bastante jugando con este Pony Car en el Centro Dinámico Pegaso.
Encontramos modos de manejo que van desde Normal, Sport, Sport+, Track y Nieve o lluvia que modifican el comportamiento del acelerador, los controles electrónicos y de la transmisión pero para que cambie la dirección hay que hacerlo de forma independiente, esto resulta muy cómodo si queremos un poco más de agresión del motor pero mantener una dirección más relajada, pero si queremos cambiar rápidamente todo, no se puede hacer… o bueno eso pensábamos hasta que encontramos que al poner la palanca en la posición de S o Sport, automáticamente se seleccionan los modos Sport tanto del motor como de la dirección, un tip cortesía de Autocosmos.
El volante entrega muy buena retroalimentación de lo que sucede con las ruedas delanteras y es que a pesar de que es eléctricamente asistida, no tiene que además lidiar con las fuerza del motor como lo hace un tracción delantera.
En ciudad encontramos que la altura de la suspensión dificulta el acceso a algunas rampas o pasar topes pues pega tanto en la parte frontal como en la de en medio, entonces tienes que cuidar mucho esas maniobras.
La verdad es que todos los motores del Mustang nos han parecido excelentes, desde el V8 con un impresionante torque y rugido cuando se presiona el acelerador hasta el más sutil V6 que además produce un sonido bastante rico, así que nos preocupaba que el cuatro cilindros nos decepcionara y al parecer también le preocupaba a Ford, por eso le brindó un sistema que enriquece el ruido del motor a través de las bocinas del sistema de audio. Éste no se escucha completamente falso pero sí se alcanza a apreciar como un ronroneo digital en algunos puntos de la aceleración.
Conclusión
La experiencia al manejar este Mustang EcoBoost 2016 es muy buena, sobre todo en el día a día. De hecho es para lo que fue pensado pues si hacemos memoria, esta nueva generación del deportivo americano ya es un auto global, lo que significa que llega a más mercados que antes. Esto los obligó a buscar motores más sofisticados, eficientes y limpios como éste pues en mercados como Europa era indispensable contar un mejor consumo de combustible y menos emisiones de gases contaminantes. A nuestro país llega como una tercera opción para quienes buscan el mismo nivel de equipamiento que las versiones de ocho cilindros pero sin el elevado consumo que los acompaña. Durante nuestras pruebas, nos entregó en ciudad un consumo de 7.8 Km/l que se acerca bastante a los 8.9 prometidos por la marca mientras que en carretera nos entregó 13.2 Km por litro a comparación de los 13.6 prometidos por Ford.
En el lado negativo, sí encontramos muy pequeña la cabina y los diminutos espejos laterales pueden ayudar a que la silueta del Mustang se vea bien pero definitivamente no a ver alrededor, fuera de esto, nos gustó y mucho.
A nosotros nos pareció bastante bien pero nos gustaría leer sus comentarios en la parte de abajo.