El circuito urbano de Marina Bay, escenario del Gran Premio de Singapur, fue testigo de la peor carrera del equipo Mercedes en la presente temporada y también del gran rendimiento del alemán Sebastian Vettel, que le dio a Ferrari su tercer triunfo del año.
La debacle de las Flechas Plateadas, según sus responsables, tuvo que ver con la dificultad para lograr un buen grip de los neumáticos Pirelli. Eso le impidió al inglés Lewis Hamilton y al teutón Nico Rosberg mantener la hegemonía que habían demostrado desde que arrancó el campeonato. Y con ese panorama, Vettel y Ferrari aprovecharon para tener una faena perfecta que incluyó la pole position y la victoria de punta a punta.
“¡Qué carrera! ¡Forza Ferrari!”, exclamó Vettel, quien logró su 42º éxito en la Máxima y así se convirtió en el tercer piloto más ganador de la especialidad detrás de su compatriota Michael Schumacher (91) y del francés Alain Prost (51). “Es irrisorio pensar en igualar los récords de Michael. Si aquí, en Singapur, hay 23 curvas, yo estoy en la uno y Michael en la 23. Pero también es imposible predecir el futuro”, explicó Seb.
Rosberg heredó la ubicación y mantuvo el puesto quedando afuera del podio, que completaron el australiano Daniel Ricciardo (Red Bull) y el finlandés Kimi Räikkönen (Ferrari).
Pese a la deserción, Hamilton sigue como líder del torneo, aunque ahora con 41 puntos sobre Rosberg y 49 sobre Vettel, que tras este cuarto triunfo en el GP de Singapur (también ganó en 2011, 2012 y 2013) mantiene las esperanzas de dar el batacazo y terminar el año con el título. “Es posible si tenemos más fines de semana como este. Pero tenemos que pensar en nosotros. Quizás podamos convertir lo imposible en posible. Lo vamos a intentar”, disparó el hombre de la Scuderia alimentando aún más la ilusión a los Tifosi.