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Manejamos la Ford Explorer Sport 2015

Una propuesta casi premium

Manejamos la Ford Explorer Sport 2015

Antecedentes

Explorer es una de las marcas más valiosas para Ford y sin lugar a dudas uno de los vehículos que sentó las bases de la fiebre que vive la industria automotriz en general por las SUVs. Debutó en el mercado en 1990 empleando una arquitectura de carrocería sobre chasis que tomaba de la pick up Ranger, misma que se mantuvo durante las siguientes tres generaciones. Explorer fue también protagonista de aquel doloroso episodio de las volcaduras que desencadenó un problema gigantesco entre Ford y Firestone.

La quinta generación (el modelo actual) llegó en 2011 y representaba toda una revolución para el popular modelo del óvalo azul, se trataba de una de esas ocasiones en las que el mercado obliga a un producto por a evolucionar. Y es que La Explorer abandonaba aquella estructura de carrocería sobre chasis en favor de una arquitectura monocasco, lo que de paso la convtió en un crossover y le permitía abandonar las motorizaciones de ocho cilindros.

En el marco del pasado Salón de los Ángeles 2014, Ford presentó la Explorer 2016, que presume cambios estéticos y adiciones en equipamiento como parte del facelift de mediados de ciclo vida. Esta renovación está programada para que llegue a finales de este año.

En vía de mientras, la Ford Explorer gana una variante harto interesante ¿por qué? Simplemente porque esconde un soberbio V6 biturbo de 3.5 litros bajo el cofre.

 

Características técnicas y mecánicas

Como mencionábamos anteriormente, el motor es un V6 Ecoboost de 3.5 litros que también emplean las renovadas Expedition y Navigator, que en este caso entrega 365 hp y 350 lb-pie de torque y que se acopla a una transmisión automática de seis velocidades con modo manual que se puede operar desde las paletas de cambio ubicadas detrás del volante. La potencia se envía a las cuatro ruedas vía un sistema AWD que cuenta con Terrain Management System y Asistente de Descenso de Pendientes (HDA).

Como parte del equipamiento de seguridad encontramos prácticamente de todo, destacando el sensor de presencia en punto ciego BLIS, bolsa de aire para cinturón de seguridad en segunda fila de asientos, cámara de Reversa con alerta de tráfico cruzado, ABS, bolsas de aire, control de tracción, control de estabilidad, sistema de anclaje para sillas de bebé LATCH, etc.

Si bien es cierto la diferencia principal en relación con sus hermanas menos vitaminadas se encuentra bajo el cofre, Esta Explorer Sport también incorpora algunos cambios estéticos menores que vale la pena señalar dentro de los que destacan la parrilla, rines de diseño especial de 20 pulgadas, carcasas de los espejos laterales y rieles de techo en color negro.

 

Confort

Al interior, encontramos un habitáculo prácticamente igual al resto de la gama Explorer, si bien es cierto las formas son sobrias y lucen bien, en general nos gustaría que Ford jugara un poco más con texturas y colores para lograr una atmósfera un poco más cálida. De cualquier manera en términos generales la cabina se percibe suntuosa, así como con buenos niveles de calidad y ensamble.

Dentro del equipamiento de conveniencia destaca el equipo de audio firmado por SONY con 12 bocinas, asientos frontales con calefacción y enfriamiento, pantalla de 8” con el sistema de info – entretenimiento MyFord Touch que permite manipular las distintas funciones del vehículo ya sea mediante comandos de voz, mandos en el volante o tocando el display.

Por su parte, el volante cuenta con ajuste de altura y profundidad regulable de manera eléctrica.

Para los pasajeros posteriores, vienen montadas unas pantallas en las cabeceras de la primera fila que permiten entretener a los ocupantes durante viajes prolongados.

Un punto a destacar es que si bien es cierto la habitabilidad tanto en segunda como en tercera fila es aceptable, la realidad es que la Explorer podría ofrecer mejor espacio para los ocupantes dadas sus generosas dimensiones.

La calidad de marcha es extraordinaria, la Explorer Sport filtra a la perfección los ruidos del exterior y el ajuste de suspensiones aunque la firma informa que cuentan con un setting más rígido y orientado a la deportividad, se percibe en general bastante confortable.

Por último, la tercera fila de asientos se puede plegar con tan solo apretar un botón de manera que podemos ampliar bastante el área de carga si es necesario.
 

Manejo

Tras el volante la Explorer Sport se caracteriza por la excelente respuesta que ofrece, las aceleraciones y recuperaciones son superiores a casi cualquier rival natural y es que si repasamos un poco, no existen en realidad competidores frontales que ofrezcan una motorización tan sofisticada como este V6 Ecoboost.

Como habíamos mencionado anteriormente, la calidad de marcha es muy buena y la percepción al volante es prácticamente de vehículo premium gracias a la ausencia de ruidos, vibraciones y el buen aplomo que muestra el crossover al circular en carretera aun a velocidades bastante superiores a las permitidas.

Ciertamente el motor es más Boost que Eco ya que utilizando nuestras mejores artimañas para cuidar el consumo, lo mejor que pudimos obtener se ubicó en los 7 – 8 km/l en un rango de utilización prácticamente imposible para condiciones reales ya que había que cuidar en demasía el pedal de acelerador. En condiciones más normales, utilizando la potencia del motor, aire acondicionado y demás, el consumo cae hasta los 5 km/l.

Por otra parte, un tema que vale la pena mencionar es que el sistema de frenos parece quedar rebasado ante la gran capacidad de aceleración de la Explorer Sport, aunque tampoco podríamos decir que en ningún momento caímos en alguna situación comprometedora por falta de capacidad de frenado. Es más bien que queda una sensación de que podría detenerse con mayor eficacia.

El Terrain Management System permite elegir entre cuatro programas del sistema de tracción integral, el por Default es el “Normal” y cuenta con otros tres denominados “Mud” “Sand” y “Snow” evidentemente todos ellos enfocados en capacidades en caminos NO asfaltados, algo que desde nuestro punto de vista sale sobrando ya que el tipo de llantas y orientación en general de la Explorer Sport hacen suponer que se trata de un producto más enfocado a la conducción deportiva que a salir al off road.  En ese sentido quizá le vendrían bien programas de gestión deportiva del AWD para transferir mejor el torque al momento de curvear rápido.

 

Conclusión

La Ford Explorer Sport tiene un ligero predicamento de posicionamiento, es muy superior desde el punto de vista de desempeño –y también más costosa- que casi cualquiera de sus competidoras frontales como: Toyota Highlander, Honda Pilot (que acaba de estrenar nueva generación), Chevrolet Traverse y Nissan Pathfinder. La única que se erige como una competidora directa es la Dodge Durango R/T, un producto interesante y distinto en concepción mecánica ya que opta por un V8 Hemi y tracción posterior pero que por precio está más a la par de este exponente de Ford.

 

Ford Explorer Sport 2015 a prueba

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