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Manejamos la Yamaha YZF R1 2014

Manejamos el tope de gama de motos deportivas de la marca japonesa

Manejamos la Yamaha YZF R1 2014

Antecedentes

Yamaha tiene una gran historia en muchos negocios como la fabricación de instrumentos musicales –empezaron haciendo pianos en 1887-, aparatos electrónicos, robots, electrodomésticos pero también cuenta con una división llamada Yamaha Motor que se encarga de la fabricación de motocicletas desde 1955.

Esta es la división que nos atañe pues desde entonces se ha posicionado como una de las marcas líderes a nivel mundial en la fabricación de motocicletas y su gama actual va desde pequeñas motos urbanas, de doble propósito, cruisers, choppers y por supuesto las motos deportivas.

En esta sección encontramos a la YZF R1 que inició sus ventas en 1998 seguida muy de cerca por la más pequeña R6 en un año más tarde. Estas dos motos son las que han posicionado a la marca como uno de los principales fabricantes de motos deportivas del mundo. Hoy en día, la gama se complementa con motos de menor cilindrada como la R15 y la XJ6 Diversion S.

La R1 está actualmente en su tercera generación (tuvo otras dos actualizaciones intermedias pero pertenecen esencialmente a la primera y segunda generación) y prácticamente está de salida pues en 2015 llegará una nueva generación del modelo, que dicho sea de paso es de los lanzamientos más esperados en el mundo de las motos.

De esta forma, decidimos investigar qué tanto nos habíamos perdido con esta Yamaha YZF R1.

 

Características técnicas y mecánicas

El motor de esta Yamaha R1 es bastante interesante pues como toda “Liter Bike” o Super bike cuenta con un motor de cuatro cilindros y 998CC (casi 1L de capacidad) sólo que utiliza una tecnología que hasta el momento en el que se lanzó esta generación de R1 no se había visto antes en un modelo de calle. Estamos hablando del cigüeñal Crossplane el cual en lugar de tener las bielas en posiciones encontradas, coloca cada una a 90°, acercando mucho más los tiempos de explosión de cada cilindro. Gracias a esto, se tuvo que desarrollar un ciclo de ignición diferente llamado Big Bang.

Podríamos escribir páginas completas de esta tecnología pero en lo que se traduce es en una entrega de torque más controlable para el conductor ya que prácticamente iguala las curvas de torque por combustión y resultante (aquella que se compone de la fuerza de torque inercial y la de explosión).

La tecnología Crossplane de Yamaha fue desarrollada en las pistas (MotoGP) y la actual generación de R1 fue la primera moto de calle en obtenerla.

El sistema de alimentación cuenta con un segundo inyector que ayuda a llenar los cilindros cuando se está girando a altas revoluciones y cuando decimos altas, estamos hablando de que la R1 puede girar hasta las 13,000 rpm.

Las cifras de potencia y torque no son reveladas por la marca pero estimaciones aseguran que está cerca de los 190 Hp y 90 Lb-pie.

El sistema de escape está conectado de cuatro a dos, a uno y termina en dos salidas colocadas debajo del asiento del pasajero que en conjunto con el orden de ignición produce un sonido completamente diferente a lo que estamos acostumbrados, más ronco pero muy adictivo como veremos más adelante.

Con el tanque de combustible lleno (18L) y todos los fluidos del motor, la R1 2014 pesa 206 Kg, posicionándola adecuadamente en el segmento de las motos deportivas de 1,000CC.

La suspensión es de horquilla invertida para el frente y de un basculante con un solo amortiguador para atrás.

La potencia llega a la rueda trasera mediante una cadena (no una banda dentada como se indica en el video… oops) y la transmisión es manual de seis marchas.

Los frenos son de disco en ambos extremos con un arreglo doble de 310mm y seis pistones para adelante y sencillo de 220mm con un solo pistón para atrás.

 

Confort

Hablar de confort es difícil en una moto deportiva ya que en este segmento se sacrifica un poco para obtener el mejor desempeño posible. De esta forma encontramos una posición de manejo completamente echada para adelante con el manillar casi a la misma altura que el asiento y los posa pies casi en la llanta trasera. El asiento es firme, el clutch es duro, el radio de giro es limitado y como pudimos comprobar, en el tránsito es difícil de usar pues si no se mueve con cierta velocidad, el calor del motor llega directamente a las piernas.

La ciudad no es su mejor ambiente pero una vez en carretera, todo comienza a tomar sentido.

Entre las amenidades que ofrece la R1 2014 encontramos control de tracción configurable en diferentes etapas, ABS, tres modos de manejo y luz de alerta de cambio de velocidad.

 

Manejo

Estando de cierta forma habituados a manejar autos de todo tipo, a veces se pierde un poco la capacidad de asombro, sobre todo en prestaciones dinámicas. ¡Qué gran sorpresa fue cuando pudimos acelerar por primera vez la Yamaha YZF R1 2014! Sabíamos que el motor de 1,000cc tiene mucho torque y de hecho se siente al circular de manera normal ya que constantemente estás subiendo de marchas pero una cosa es cambiar a 5,000 rpm de manera civilizada y otra completamente dejando subir de vueltas el impresionante motor de cuatro cilindros.

La aceleración llega de golpe al llegar a las 7,000rpm, empujándote hacia atrás y provocando que te sujetes del manillar con todas tus fuerzas. La verdad es que nos tomó más de un intento el hacer los cambios hasta las 13,000 rpm pues cuando pensábamos que habíamos acelerado a fondo, en realidad nos quedábamos cortos por unas 2,000 o 3,000 rpm. Es completamente brutal y uno pensaría que con cada cambio de velocidad podría disminuir pero en realidad sigue empujando cada vez más, como si el poder fuera infinito y la moto un caballo salvaje resistiéndose a ser domado.

Los primeros 100 Km/h llegan en poco menos de 3.0seg y la velocidad máxima está bien por encima de los 270 Km/h.

Una vez “acostumbrados” (si es que alguna vez te puedes habituar ese nivel de violencia) a la respuesta del acelerador, le mostramos algunas curvas y quedamos completamente maravillados con lo fácil que es de llevar la R1.

Primero está el aplomo ya que aunque estamos seguros que en más de una ocasión el control de tracción hizo lo suyo para evitar que la rueda trasera patinara durante una aceleración, la moto se siente muy bien plantada y en las curvas pareciera que va sobre rieles, simplemente no se mueve. La suspensión nos hubiéramos imaginado que fuera dura pero en realidad, de no ser por la posición de manejo podría ser realmente cómoda, absorbiendo las imperfecciones del pavimento y manteniendo la línea deseada por el conductor.

El cambio de dirección lo hace bastante bien, aunque es donde se siente que estás manejando una moto de 1,000cc con una potencia tremenda. Hay que estar preparado ya que las cosas pasan realmente muy rápido a bordo de la R1.

Afortunadamente, los frenos son igual –o más- impresionantes que la aceleración ya que tienen el suficiente poder para contrarrestar la velocidad a la que puedes llegar fácilmente (en primera ya estás violando el límite de velocidad permitido en cualquier carretera mexicana), además de que están respaldados por el sistema de ABS, permitiéndote apretar a fondo con toda confianza de que la llanta delantera no va a bloquear nunca.

El sonido del escape es completamente adictivo ya que gracias al encendido Big Bang y el cigüeñal Crossplane es más ronco, de hecho nos recuerda a motores de 12 cilindros de hace varios años, sólo que es prudente recordar que puede llegar hasta las 13,000 rpm. Simplemente impresionante.

 

Conclusión

Manejar esta Superbike para la calle sin duda ha sido una grata experiencia pero también hay que decir que no fue muy amable cuando el tráfico nos bloqueaba el paso. Simplemente no está hecha para andar despacio –como un super auto de hecho, desde la respuesta del acelerador, los frenos, el clutch, todo te pide que le aceleres en la primera situación posible.

Una vez en carretera es donde realmente brilla la R1 ya que es cuando el motor puede respirar bien y se nota toda esta puesta a punto y tecnología tomada de las carreras de MotoGP.

Se puede ir realmente muy rápido a bordo de la moto pero también con tanto torque, es muy fácil llegar a una velocidad crucero en sexta velocidad y no volver a tocar la palanca de cambios en un buen rato gracias al enorme torque del motor.

Quizás esto es lo que no nos terminó de convencer ya que para realmente desquitar todas esas capacidades, tienes que ir muy rápido y en una carretera con curvas cerradas se siente que está subutilizada. En ese sentido creemos que una moto más ligera y de menos poder como una 600cc es más divertida de llevar y también exige mucho más del conductor para llevarla a un buen paso.

Por otro lado, no podemos negar que las sensaciones que transmite la R1 son inigualables y que creemos que todo aficionado a la velocidad debe de experimentar en la vida al menos una vez.

 

 

Yamaha YZF R1 2014 a prueba

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