Este singular francés, es el vehículo más pequeño de nuestro especial 2013, pero debajo de esa pequeña carrocería se encuentra un hatchback veloz y realmente atractivo.
Referente al último punto este GT es la versión tope del nuevo 208 (que por cierto tuvimos el placer de manejar durante nuestro viaje para presenciar la Carrera de Pikes Peak, Colorado) tiene una serie de aditamentos que lo hacen verse más salvaje, más deportivo y rudo pero al mismo tiempo muy llamativo comparado al modelo estándar. Trae faros HID con tecnología LED, faldones laterales, molduras al color de la carrocería en salpicaderas, alerón trasero, detalles en rojo en fascia delantera al igual que los emblemas de Peugeot, así como rines de 17” pulgadas de diseño único y calipers de freno también en tono rojo.
Por dentro los cambios son ligeramente notorios como son los nuevos asientos deportivos, donde se repiten los detalles en rojo, así como en las luces del contorno de los instrumentos y el degradado de la consola central que va del tono mencionado al negro. Otros pormenores son los pedales como la palanca de velocidades en aluminio.
Por otro lado debajo del cofre, porta un motor de 1.6L cuatro cilindros turbo con 200 Hp acoplado a una transmisión de seis velocidades. Si consideramos esto, y tomamos en cuenta que solo pesa 1,160 Kg, tenemos que este pequeño bólido ofrece una aceleración de 0 a 100 km/h en 6.8 segundos.
El Peugeot 208 GT llegó a nuestro país desde el pasado mes de agosto y está disponible a un precio de $339,900 pesos.
En la pista
La aceleración de este pequeño es impresionante –aunque sí se percibe el lag del turbo- se comportaba ágil y brioso a los diversos cambios que se le exigen, los cuales en sus seis velocidades son precisos como suaves al manejo.
Algo divertido en el vehículo a destacar es que es muy estable y se pega al asfalto al tomar una curva, al salir de la misma despega como liebre al pisar del acelerador. Ya en recta, acelerado, nunca se percibe liviano, sino al contrario se siente fuerte y seguro.
A pesar de su minúsculo volante, la dirección hace muy bien trabajo para ser suave a baja velocidad y se endurece a alta velocidad. La suspensión al ser deportiva, es muy rígida, se siente cualquier bache o deformación del camino, y se atenúa aún más dado el perfil bajo de las llantas.
Es un vehículo que ofrece la virtud de dos mundos, ya que además de portarse de maravilla en la pista, pudimos manejarlo fuera de ella. En la carretera –pudimos levantarlo sin problema a los 220 Km/h- y en la ciudad, donde al ser pequeño se mueve con facilidad en los pequeños huecos del tránsito y rebasar con facilidad al acelerar a placer.
Es un auto muy divertido, que impone al momento de rebasar y al mismo tiempo roba miradas. Algo que sin duda sorprende es su generoso rendimiento de combustible de aproximadamente 11 Km/h en ciudad.