A pesar de que la edición 2014 del Dakar aún no se ha llevado a cabo, muchos ya están pensando en la siguiente. Si hasta el propio Etienne Lavigne, director de la carrera, le brillaron los ojos cuando dijo que en 2015 se sumaría a la clase autos un importante constructor. Efectivamente, todo a punta a que la extenueante carrera tendrá de nuevo a un viejo conocido: Peugeot, que ya está trabajando para su regreso.
La marca del León está imitando los pasos que hizo hace más de dos décadas cuando corrió y ganó con el 205 y el 405. Primero hizo un poco de ruido en Pikes Peak y después usó la base de esos autos que hicieron historia en la famosa trepada para las arenas del desierto africano. En 2013 ya se vio el primer paso con el poderoso prototipo 208 que, en manos del galo Sébastien Loeb, se quedó con el nuevo récord en la “carrera hacia las nubes”. (Aquí puedes ver toda la cobertura de Pikes Peak 2013)
Tal cual sucedió en la trepada, Peugeot tendrá como aliado a Red Bull. Es que la marca de las bebidas energizantes quiere volver a reinar como lo hizo en 2009, 2010 y 2011 con Volkswagen. Para la firma de Dietrich Mateschitz es algo necesario tras los triunfos de los últimos dos años del equipo MINI patrocinado por Monster, su competidor.
Y como el objetivo es ganar, los pilotos tienen que ser de primer nivel. El número puesto es Loeb, ya vinculado con el Grupo PSA a través de su relación con Citroën; también está el múltiple campeón dakariano francés Stéphane Peterhansel, que debería romper su relación con MINI; y el español Carlos Sainz. Una cuarta opción es el también galo Gerlain Chicherit.
Varios medios franceses ya mostraron un bosquejo del vehículo que usaría Peugeot, que optaría por desarrollar un buggy con ciertas características de sus modelos de serie. Las primeras pruebas se realizarían en junio y, a partir de ahí, habría un exhaustivo programa de pruebas para llegar con todo al Dakar 2015.
El león ya pegó el zarpazo en el Dakar entre 1987 y 1990, cuando ganó tres veces con el finlandés Ari Vatanen y una con su compatriota Juha Kankkunen. Ahora, 25 años después, parece que es tiempo de volver a rugir.
