Tras 16 días y más de 2,900 Km, el centenario de la carrera Alpine Trial en 2013 ha llegado a su fin. La visión de 47 magníficos Silver Ghosts avanzando casi como si planearan en su camino hacia los Alpes, acompañados por el equipo oficial de Rolls-Royce Motor Cars, permanecerá muchos años en la memoria de aquellos que han podido presenciar de cerca esta maravilla.
La historia ha vuelto a cobrar vida de la mano de los intrépidos propietarios al pilotar sus automóviles con una habilidad consumada por los exigentes alpes y a través de las fronteras de cinco países antes de emerger en Viena, al igual que hicieron los competidores originales hace exactamente 100 años. La celebración del centenario de la Alpine Trials en 2013 también se ha visto honrada con la presencia de la realeza británica, la nobleza, embajadores y participantes de 12 países, algunos tan remotos como los Estados Unidos y Australia.
"El centenario de la carrera Alpine Trials se ha impregnado claramente del espíritu de aventura que es sinónimo de Rolls-Royce y aplaudo a los participantes por su empeño y su determinación", afirmó Torsten Müller-Ötvös, consejero delegado.
"La competencia Alpine Trials de 1913 dio lugar a que los comentaristas declararan que Rolls-Royce construyó el "mejor auto del mundo". El centenario de la Alpine Trials en 2013 ha reforzado ese mensaje y ha demostrado que esta empresa continúa haciéndolo en la actualidad".
El 20-Ghost Club hizo entrega del trofeo "archiduque Leopold Salvator" a Rolls-Royce Motor Cars en reconocimiento por el espíritu que ha demostrado la empresa al apoyar esta competencia y al participar activamente en ella. El trofeo, una valiosa jarra de clarete, fue uno de los galardones originales que se otorgaron a Rolls-Royce en la Alpine Trials de 1913.
La historia
Hace un siglo, en junio de 2013, cuatro Rolls-Royce Silver Ghosts se embarcaron en la Austrian Alpine Trials, la prueba de resistencia automovilística más dura de la época. Un recorrido por algunas de las carreteras de montaña más hermosas y exigentes de Europa, a través de Austria, Italia y Eslovenia.
Al superar la de manera impecable a lo largo de 2,929 Km de terreno montañoso casi intransitable, el equipo oficial de Rolls-Royce y el participante del equipo privado de Rolls-Royce, James Radley, consolidaron la reputación de la marca de incomparable fiabilidad y excelencia mecánica, una reputación que aún conserva la marca hoy en día. El rendimiento del Silver Ghost sitúa a Rolls-Royce como el creador del "mejor auto del mundo".