Test drive

Manejamos la BMW X5 M Competition 2021

Tiene el V8 más poderoso que jamás haya usado algún M de calle

Manejamos la BMW X5 M Competition 2021

Antecedentes

El departamento M de BMW siempre nos ha sorprendido con vehículos rápidos y deportivos. La primera vez que escuchamos hablar de una versión M en la SUV grande -en ese entonces- de BMW fue en 2009 y a más de uno le pareció una idea descabellada de que el fabricante de Múnich ofreciera un vehículo de esas características con el sello M para competir frontalmente con la versión Turbo del Cayenne de Porsche.

El vehículo que hoy tenemos a prueba no solamente es la versión M de la tercera generación de X5 (G05), es además la versión Competition que es aún más radical y potente, pues porta el V8 más poderoso que jamás haya tenido un vehículo de estas características

BMW X5 M Competition: Diseño

Es un vehículo grande y alto, las medidas nominales son 4,992 mm para la longitud total, el ancho es de 2,004 mm y la altura es de 1,745 mm. La distancia entre ejes es de 2,975 mm. Los ángulos de entrada y salida son de 22.2º y 22.3º respectivamente y se logran esos ángulos gracias a los cortos voladizos, el ángulo ventral es de 20.2º y por último la altura con relación al piso es de 214 mm. Calza rines de 21 pulgadas en el eje delantero y de 22 pulgadas en el eje trasero con llantas 295/35 y 315/30 respectivamente, ambas marcadas con código Y de velolcidad (300 km/h)

BMW X5 M Competition: Especificaciones

Esta versión monta el motor más poderoso que se haya instalado en un BMW legal para la calle, un V8 de 4.4 litros Twin-Turbo

  • Potencia: 617 hp a 6,000 rpm
  • Torque: 553 Lb-pie desde las 2,200 rpm
  • Transmisión: Automática (Steptronic) de ocho velocidades
  • Tracción: AWD (Integral)

Como mero dato cultural la versión M de la X5 que no es Competition, tiene las mismas especificaciones, pero la entrega de potencia es inferior ya que “solamente” entrega 530 hp.  

BMW X5 M Competition: Interior

Aquí encontramos lujo, buenos materiales y los mejores acabados disponibles. De entrada nos olvidamos de los indicadores tradicionales de agujas que tanto le gustaban a los interioristas de BMW -todos eran iguales- y en cambio hoy nos encontramos un clúster de instrumentos completamente virtual y configurable de 12.3 pulgadas, y al centro del tablero nos encontramos otra pantalla de las mismas dimensiones, pero con funcionamiento táctil y por gestos.

Los asientos delanteros son unos “buckets” completos, es decir tienen la cabecera integrada al diseño, ambos son electricamente ajustables, calefactables y refrigerados a demanda del conductor, y un detalle elegante es que los emblemas de M2 que se localizan justo debajo de las cabeceras está iluminados, un detalle que primero desconcierta, pero que al final se agradece, y tambien están presentes los colores tradionales de M en los cinturones de seguridad

  • Pantalla central de 12.3 pulgadas
  • Aire Acondicinado de CUATRO zonas
  • Compatible con Aple CarPlay y Bluetooth
  • Audio Harman Kardon con 16 bocinas
  • Sistema: Inteligence Personal Assistant con algunas funciones activadas por voz
  • Pad de carga por inducción

BMW X5 M Competition: Seguridad

  • Siete Bolsas de Aire
  • Control de estabilidad
  • Control de Tracción
  • Frenos ABS
  • Luz general LED
  • Detector de punto ciego y abandono de carril
  • Sensores de precolisión

BMW X5 M Competition: Manejo

Al situarse detrás del volante de un vehículo de estas características el bombardeo de sensaciones, texturas e incluso aromas es una constante, y cuando uno acaba de digerir algún detalle interesante inmediatamente resalta otro.

Al palpar todo se nota la calidad de materiales, desde la piel merino de las tapicerías, la alcántara del toldo o la textura del tablero o de la consola central, que está llena de botones pero no resulta intimidante como en otros vehículos alemanes y aquí me viene el recuerdo cuando manejé el primer Porsche Panamera Híbrido y en donde si no mal recuerdo conté más de 70 botones que intimidaban hasta el piloto de un A380.

Dejemos los botones del Panamera y regresemos a la X5 M Competition que pese a ser un vehículo con elevada sofisticación tecnológica no intimida tanto.

Otorgarle vida al V8 es tarea simple, solo hay que presionar el botón, y un espectáculo digital debuta ante nuestros ojos, ya que las dos pantallas -la del cuadro de instrumentos y la central- empiezan a desplegar información.

Para iniciar la marcha solo hay que manipular la palanca selectora de la caja de cambios, que en realidad ya es un “joystick” y posicionarla en D para iniciar el camino.

Pese al bajísimo perfil de las llantas la suspensión no se siente dura, rígida sí, pero confortable, claro en ciudad hay que cuidar no caer en baches pues pese a la dureza lateral de la llanta, ésta puede sucumbir y romperse.

Los trayectos de cuidad son confortables, y al ser un vehículo alto la postura de manejo nos hace dominar más el panorama.

Cuando tomamos carretera es en donde salen a relucir todas las características deportivas, las aceleraciones son brutalmente rápidas y es capaz de hacer el 0 a 100 en 3.8 segundos, y no se nos olvide que tenemos una masa de 2,210 kilos.

La caja de cambios hace su trabajo de forma rápida, y además el conductor tiene la opción de accionarla con paletas en el volante, y por si esto fuera poco tenemos dos programas de conducción deportiva denominados Sport y Sport+ en donde se modifican mucho parámetros de aceleración y hasta el sonido del escape cambia.

El aplomo es tal como si estuviéramos tras el volante de un deportivo italiano de motor central, y si bien las dimensiones del X5 M Competition no conjugan con una pista de carreras, estando dentro de ella el trabajo dinámico es impecable, ya que no hay “Rolling” de la carrocería pese a la altura de casi 1.75 metros.

Manejar un vehículo con estas prestaciones se agradece profundamente, y no hay trayecto que canse, pues la adrenalina que nos regalan 625 hp a disposición del pie derecho evitan que eso pase.

BMW X5 M Competition: Conclusión

El X5 M Competition llega casi a esa perfección y a mi parecer en el único rubro que nos queda -o más bien- que me queda a deber es en diseño, ojo no pretendo decir que sea fea, desproporcionada o que esté mal diseñada, todo lo contrario, a lo que me refiero es a que su diseño emula a su nombre y es sumamente X, ahí su principal rival: Porsche Cayenne se la lleva de calle.

Aunque reitero el X5 M Competition es perfecto… casi.

 

BMW X5 M Competition 2021 a prueba ¡Ponte a Temblar Porsche Cayenne!

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