SUV de peso completo y ahorro de combustible simplemente hacen un corto circuito mental, si necesitas o simplemente quieres un titán del tamaño de la Suburban sabes que va a gastar y mucho.
Podemos enumerar muchas virtudes en la icónica camioneta de Chevrolet, confiabilidad, capacidad de arrastre, poder, presencia, lujo y varios más, pero eficiencia no es una de ellas. Sin embargo, la variante Duramax que se vende en EU desafía esta última aseveración.
¿Pero qué significa eso de Duramax? pues simplemente que bajo el cofre tenemos un seis cilindros en línea turbo diésel de 3.0 litros. Que es capaz de entregar cifras de torque comparables a las de sus contrapartes V8 a gasolina, pero entregando consumos bastante más contenidos, sobre todo en carretera.
Para poner en contexto, de acuerdo al ciclo de pruebas de la EPA, la Suburban Duramax entrega 8.5 km/l en ciudad y 11.05 en carretera, mientras que la Suburban V8 5.7L entrega 6.38 km/l y 8.08 km/l respectivamente.
¿Un diésel, en tiempos de híbridos y eléctricos?
General Motors, al igual que prácticamente cualquier otro fabricante protagónico ha informado que su futuro es eléctrico y que tan pronto como 2025, contará con una oferta de al menos 30 modelos 100% eléctricos. Dentro de los que podemos contar, a una variante de la pick up Silverado o Cheyenne como la conocemos aquí en México.
Simple y sencillamente, no hay fabricante que se pueda resistir al beneficio bursátil que implica un anuncio de esos.
Pero aun con lo anterior, la conformación del mercado no va a cambiar de un día para el otro y aunque quizá tome mucho menos tiempo para que los vehículos eléctricos superen en ventas a los de combustión de lo que inicialmente imaginábamos. Estamos hablando de muchos años.
Costo, tiempos de recarga, infraestructura e incentivos gubernamentales, son apenas algunos de los retos.
Por otro lado, los motores a diésel fueron satanizados, en gran medida, debido al escándalo de emisiones de Grupo Volkswagen, se convirtieron en el peor enemigo/víctima de gobiernos e industria, aun cuando tienen ventajas probadísimas, mismas que en una SUV full size son todavía más claras.
Y es que, una Suburban capaz de recorrer 1,171 km de carretera con un solo tanque suena muy interesante, pero además si te digo que tiene 460 lb-pie de torque, cifra idéntica a la del V8 de 6.2 que también se ofrece en el modelo, y que puede arrastrar 3.5 toneladas, las cosas pintan todavía mejor.
Chevrolet Suburban Duramax: Motor y características
- Motor – L6 3.0 turbo diésel
- Potencia – 277 hp
- Torque – 460 lb-pie disponibles desde 1,500 rpm
- Transmisión – Automática de 10 velocidades
- Tracción – 4x4
La versión que probamos era la High Country, la tope de gama, con lo cual equipaba rines de 22” y la gloriosa suspensión magnética y neumática, que otorga un refinamiento y confort equiparables a los de cualquier auto europeo de gran lujo.
Chevrolet Suburban Duramax: Interior
Puertas adentro, nada nuevo en comparación con la Suburban High Conuntry que probamos aquí hace ya varios meses. Buena calidad de materiales y ensamble, equipamiento a raudales y mucho espacio, tanto para ocupantes como para el equipaje
Destaca el arreglo de 5 pantallas del interior, la central de 10” compatible de manera inalámbrica con Carplay y Android Auto, HUD a color de 15”, la del cluster central de 8” y las dos posteriores del sistema de entretenimiento.
Cargador por inducción, quema cocos, asientos forrados en cuero, audio Bose y un largo etc, garantizan trayectos confortables y entretenidos a los ocupantes.
Chevrolet Suburban Duramax: Manejo
Pude manejar la Chevrolet Suburban Duramax en San Antonio, Texas, pareciera que fue diseñada para esos espacios, incluso creo es el único lugar del planeta en donde esta mole de 5,733 mm puede llegar a verse pequeña. Ya que es bastante común encontrarse enormes pick ups heavy duty o de suspensiones elevadas, con enormes llantas.
En esas carreteras y estacionamientos, maniobrar en la Suburban es tan fácil como aquí es hacerlo en un Versa.
Tras el volante, lo primero que resalta es la completa ausencia de las vibraciones o ruido característicos de los diésel, ya sea a ralentí o en marcha, en verdad hay que esforzarse demasiado para notar algo. En donde se nota una diferencia marginal es al momento de romper la inercia de estar detenido, mientras en el V8 de 6.2L la sensación de poder es instantánea, en el L6 diésel hay un pequeñísimo turbolag, cosa de nada, pero está ahí.
Una vez en movimiento, la capacidad de respuesta es excelente, la caja siempre encuentra la marcha adecuada para llevar el motor a bajo regimen, pero con todo el par disponible a la primera insinuación sobre el acelerador, se siente muy poderosa, ágil incluso.
Al contar con la ya mencionada suspensión ajustable, la calidad de marcha es soberbia, filtra todas las imperfecciones, es silenciosa y suave, ideal para largos trayectos con toda la familia.
La Suburban Duramax lo hace todo bien, ¿entonces por qué no la ofrecen? La verdad es que no lo sé, a la altura de buena parte de nuestras ciudades importantes se desempeñaría excelente debido a la sobrealimentación, y con todo ese torque, también serviría muy bien para blindar, porque siendo claros, en México no arrastramos mucho que digamos.
Por último, aun cuando puedas pagar más de millón y medio de pesos por tu SUV familiar de lujo, no le harías el feo a una opción que te ayudara pagar bastante menos de combustible, nadie está peleado con su dinero, ni siquiera los que compran una Suburban.