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Manejamos el Porsche 911 Cabriolet 2021

La perfección inherente a cualquier 911, pero que se puede disfrutar a cielo abierto

Manejamos el Porsche 911 Cabriolet 2021

Los convertibles son y seguirán siendo el arquetipo de libertad al manejar, cuando se habla de autos claro está, conducir a cielo abierto es sin lugar a dudas, toda una experiencia y lo es más cuando es abordo de un icono como el 911 descapotable.

Siempre he creído que cuando se trata de manejo deportivo extremo, un auto con toldo cerrado es mejor opción, coupé por ejemplo. Pero los convertibles tienen un encanto innegable, no se trata de aceleración en la menor cantidad de tiempo o de cuál es su velocidad máxima, sino de disfrutar el trayecto, aun si circulas a 100 km/h.

Y convertible que hoy nos ocupa, es al final del día, un miembro de la familia real cuando se habla de autos deportivos, podríamos decir que es el integrante más extrovertido de la gama 911. Y es que la variante Cabriolet del icónico deportivo lo tiene todo; estilo, desempeño, tecnología y un pedigrí simplemente inigualable.

Porsche 911 Cabriolet: motor y especificaciones

En este apartado, el 911 Cabriolet echa mano de la misma oferta mecánica de las variantes coupé o targa. La versión probada era un Carrera 4S, con lo cual el motor bóxer de seis cilindros biturbo con 3.0 litros de desplazamiento, entrega 450 hp y 391 lb-pie de torque que son enviados a las cuatro esquinas vía una transmisión PDK de 8 velocidades.

Las credenciales deportivas no dejan de ser impresionantes, de 0 – 100 km/h en apenas 3.6 segundos con el paquete Sport Chrono integrado, mientras que la velocidad máxima es de 304 km/h.

Por otro lado, los ingenieros de la marca destinaron una insana cantidad de tiempo y recursos en diseñar un toldo de accionamiento eléctrico que mantuviera a la perfección las formas del 911 Coupé al estar cerrado. Por si fuera poco, se puede accionar a velocidades de hasta 50 km/h y la operación toma únicamente 12 segundos.

Porsche 911 Cabriolet: Interior y equipamiento

En el interior, encontramos exactamente la misma atmósfera que conocimos en el 911 (992), ese tablero de trazos horizontales, inspirado en los primeros 911 está ahí, pero con una interpretación muy moderna y actual.

La pantalla central táctil es de 10.9”, con excelente resolución y desde ahí es posible controlar prácticamente todas las funciones del auto, ya sea teléfono, navegador, audio, computadora de viaje y diferentes configuraciones del manejo. Por su parte, el clúster de instrumentos cuenta con un gran reloj análogo al centro, es el cuenta revoluciones y en la parte inferior tiene un pequeño cuadro digital en donde se grafica la velocidad.

A los costados, dos pantallas configurables de excelente resolución desde donde se pueden desplegar informaciones relacionadas con presión de neumáticos, distribución de torque, navegación y un largo etc.

Sobra decir, que calidad de materiales y ensamble son impecables, todo lo que ves y tocas se percibe excelente. La atmósfera es deportiva, pero suntuosa a la vez. Y algo que vale la pena resaltar, con el toldo cerrado, el aislamiento acústico y térmico es soberbio, tanto que te podría hacer olvidar que se trata de una capota suave.

Porsche 911 Cabriolet: Manejo

Tras el volante, el 911 Cabriolet no decepciona en absoluto, la precisión y retroalimentación de la dirección, capacidad de aceleración del seis cilindros y rapidez de la transmisión están ahí.

Esa dinámica de conducción perfecta, que te permite disfrutar con total seguridad de la velocidad que caracteriza al Porsche 911, está presente, pero con la posibilidad de llevar el toldo abierto y disfrutar al aire libre. Sin embargo, con los vidrios arriba y el deflector trasero levantado, resulta sorprendente la forma en que se eliminan los vórtices del aire en el interior de la cabina, con lo cual, no vas a sufrir de exceso de ruido y viento en altas velocidades, 150 km/h y puedes escuchar sin problemas tu música favorita en el radio o sostener una conversación con tu acompañante, es en verdad impresionante.

Por si fuera poco, el 911 Cabriolet tiene una cara única con respecto del resto de sus hermanos de gama, y es que se disfruta y es divertido aun a las ridículas velocidades permitidas en las calles. Y esto lo comprobé en Miami, mientras manejaba a las exasperantes 30 mph (48 km/h) o menos que indican los señalamientos de caminos como Sunset Boulevard, Ocean Drive y otros más.

Por alguna extraña razón, en esta ocasión y en el 911 Cabriolet, ir a esas velocidades no me aburrió ni me pareció molesto, por el contrario iba disfrutando de las vistas, el sol y bueno, toda la atención que provoca conducir un Porsche 911 Convertible, aun en una ciudad como esa, en la que son autos bastante comunes.

Y es que en Miami, el conductor de al lado podrá estar sentado en un Range Rover, un Cayenne o un Mercedes Clase S, pero al voltear y ver un 911 descapotado, siempre se le dibujará una sonrisa.

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