Uno de los accidentes más comunes que ocurre en las carreteras y calles, es el impacto contra animales, especialmente contra los perros que se atraviesan en los carriles. Aun cuando exista la máxima concentración al volante, este tipo de impactos en ocasiones son inevitables por la velocidad y/o la visibilidad.
En caso de que el impacto contra un perro o cualquier otro animal sea inevitable, lo ideal es minimizar las consecuencias, ya que este tipo de accidentes pueden ser mortales, provocar lesiones o dañar gravemente el automóvil.
Y es que, con el afán de no impactar al animal, muchas veces el evitar el choque o atropellamiento puede traer graves consecuencias. Ante esta situación, lo mejor es estar atento para ver si el escenario permite una maniobra de escape segura.
¿Cómo minimizar las consecuencias de un accidente con un perro o cualquier otro animal?
Frenar para llegar al impacto a la menor velocidad posible y mantenerse en el carril sin hacer movimientos bruscos, esto con el fin de minimizar los daños humanos.
Como se mencionó, dar un volantazo para intentar esquivar al animal puede conllevar consecuencias mucho peores, ya que existe la posibilidad de invadir el carril contrario y sufrir un accidente contra otro vehículo que viene en dirección opuesta, o bien provocar un abandono involuntario del camino e impactar contra un árbol o un poste, por ejemplo.
Pero además de minimizar el choque también es esencial evitarlo. Para lograr esto es muy importante tener y conservar una distancia de seguridad y no conducir a exceso de velocidad.
Según la física, al conducir a 80 km/h se dispone de tiempo suficiente para detenerse cuando un perro o animal interrumpe en la carretera a 60 metros de distancia. Si la velocidad es de 100 km/h ya no hay espacio suficiente para detenerse sin impactar contra el animal, alcanzando una velocidad de 61.1 km/h en el momento del impacto.
Velocidad y atropello de animales
Al margen de reducir la velocidad, ¿cómo se debe actuar?
Existen dos grandes peligros cuando encontramos un animal invadiendo el camino:
- Intentar esquivar al animal mediante un volantazo, el cual puede hacernos perder el control del vehículo y terminemos sufriendo una salida del camino o un choque contra otro vehículo.
- Chocar directamente contra el animal, que según la velocidad de impacto y el peso del animal puede conllevar consecuencias muy graves.
De tal manera, en tramos con posibles animales sueltos se debe reducir la velocidad y aumentar la distancia de seguridad. Por ello es importante prestar atención a la señalización de advertencia de animales sueltos, ya sean salvajes o animales domésticos.