El Forte es uno de los pilares más fuertes para la marca. Es cierto, desde que apareció la primera generación allá por el 2008, siempre ha sido un sedán familiar, pero también fue concebido con un objetivo: atraer a los jóvenes a la marca.
Por ello, es que, de una u otra forma, y contrario al camino tomado por su más conservador primo el Hyundai Elantra, el Forte siempre ha buscado ser un poco más extrovertido, ya sea por el diseño o por ofrecer carrocerías más personales. Pero, siempre, el toque deportivo se quedaba sólo en una imagen, porque nunca, había algo que elevara las pulsaciones…hasta ahora.
Esto se debe a que no hace mucho tiempo, la marca surcoreana se dio a la tarea de crear su línea GT. Que como su nombre indica, está pensada para crear automóviles con la potencia y manejo lo suficientemente comunicativo para dibujar una sonrisa en el rostro del conductor, pero al mismo tiempo deben de ser cómodos y lujosos, ideales para el ajetreo diario.
Hoy, día, el máximo representante de los Gran Touring surcoreanos es el Stinger, pero la familia está complementada precisamente con el Forte GT Hatchback, cuya prueba ya te trajimos con anterioridad, y con el Forte GT Sedán, que, aunque no lo creas tiene una personalidad propia que lo hace destacar no sólo entre su propia familia, sino entre sus rivales.
ALMA DE GRAN TURISMO
El KIA Forte GT Sedán 2020 conserva la practicidad que otorga la carrocería sedán. De hecho, sus medidas y habitabilidad no cambian en nada. En el tiempo que lo tuvimos a prueba comprábamos la capacidad de cajuela anunciada de 434 litros. Y vaya que pudimos cargar varias cosas. Pero no hay anda mejor que una imagen para que lo compruebes.
En materia estética, los diseñadores de KIA se las ingeniaron para dotarlo de una imagen deportiva con apenas agregar un par de cambios. A primera vista, luce como un Forte GT-Line, pero añade elementos exclusivos como una parrilla más agresiva con vivos rojos y con marco en cromo oscuro, grupos ópticos LED, entradas de aire funcionales, doble tubo de escape, así como alerón, rines de 17” y difusor trasero, estos últimos en un contrastante tono negro.
Por cierto, en otras latitudes este auto equipa unos rines de 18 pulgadas, pero los directivos en México decidieron que era mejor usar los de 17, ya que esto permitía usar unos neumáticos 225/45 R17 de perfil más generoso. No se verán tan espectaculares, pero son más resistentes a los baches, topes y demás imperfecciones que hay en nuestros caminos.
Al acceder, nos encontramos un habitáculo prácticamente igual a la del Forte “común”. Los cambios más destacados y que acentúan su vocación son los asientos deportivos y volante en D forrados en piel sintética con costuras rojas. Por supuesto que los anagramas GT no pueden faltar.
En general, los ensambles y materiales lucen adecuados. No te voy a mentir, no es premium, pero considerando su precio es bastante bueno lo que vemos y tocamos. Además de lo anteriormente mencionado otro destacado son los insertos de aluminio en el volante, palanca de velocidades y en el tablero. Sin duda, la experiencia a bordo es mejor que, por ejemplo, un Sentra Nismo, pero está por debajo de un Volkswagen Jetta GLI.
Respecto a equipamiento, incluye conectividad Android Auto y Apple Car Play, así como conexión USB. Además, cuenta con cargador inalámbrico para smartphone, aire acondicionado con funcionamiento automático de doble zona, así como KSA para poder conectar la funcionalidad con MyKIA+. El sistema de audio de 320 watts está firmado por Harman Kardon.
Respecto a seguridad, se incluye asistente de arranque en pendientes, 6 bolsas de aire, control electrónico de estabilidad (ESC), frenos ABS, sistema de anclaje ISOFIX, sistema de gestión de estabilidad (VSM) y frenos de disco en las cuatro ruedas.
En este aspecto, considerando la etiqueta, el Forte GT cumple muy bien y tiene todo el nivel de amenidades de seguridad y confort que uno desea en este tipo de vehículos. Hay que ser muy quisquillosos para encontrar una faltante importante. Aunque por supuesto, siempre hay un nivel de mejora.
AGIL, PERO NO EXPLOSIVO
Como hemos visto, un Gran Turismo es un automóvil que al combinar potencia y confort es ideal para su uso diario. Vamos, en pocas palabras, es rápido y confortable, pero se olvida un poco del carácter racing. Y sí, este Forte GT es precisamente esto.
Al igual que su hermano hatchback, bajo el cofre del Forte GT Sedán encontramos un motor 1.6 L Turbo GDI capaz de entregar 201 hp y 195 lb-pie de torque, el cual, en este caso se acopla en exclusiva a una transmisión automática de doble embrague de siete relaciones. Según KIA, este conjunto le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 7.5 segundos.
Dejando a un lado la teoría, en la práctica el Fort GT presume una puesta a punto al gusto de los entusiastas de la conducción. La suspensión se nota lo suficientemente firme como para saber que es lo que pasa en las ruedas, pero tampoco es una tabla seca, de hecho, es bastante indolente cuando transitamos por caminos en mal estado. Los asientos son un poco duros, algo que en lo personal me gustó, pero no a todos los miembros de la redacción.
Al momento de acelerar, se hace presente un ligero retraso del turbo, pero cuando este entra en acción se siente una aceleración progresiva, eficiente y divertida. Sin duda, es más rápido que el Sentra Nismo, pero es ligeramente más lento que el Jetta GLI. Si quieres un deportivo “arranconero” debes voltear a ver a otro lado. Aquí estamos más ante un atleta familiar que responderá en todo momento que ante un loco velocista.
En montaña o zona de curvas, se sigue con la misma cantaleta. Sorprende lo bien que es llevarlo, ya que la dirección, además de firme y comunicativa apunta a donde se le indica. Para mantener todo bajo control, el Forte Sedán GT recurre a un sistema de suspensiones McPherson adelante, mientras que la trasera es independiente multibrazo. Esta configuración, junto a las características propias de un sedán, le permite tomar las curvas mejor plantado que el hatchback.
Algo que se agradece en los KIA GT es que las asistencias te dejan jugar cuando buscas el límite y sólo actúan cuando de verdad detectan que la situación podría salirse de control. Aún así, su accionar no es dramático, pero sí efectivo. Aunque el subviraje se haga presente puedes tener la seguridad de que, con un poco de pericia de tu parte, el Forte retomará el camino.
Cuando se juega un poco en el límite el accionar de la transmisión para realizar los cambios es adecuado. Curiosamente, cuando se llega a las 7,000 rpm se cambia de forma automática la velocidad, esto para protegerse de los abusos. Por cierto, el sonido del escape, es ronco, pero no escandaloso. Me gustó.
Ahora, bien, KIA asegura que pese a su carácter deportivo el Forte GT también es eficiente. De hecho, la marca anuncia una eficiencia de combustible es de 17.07 km/l en el ciclo combinado. Como ya es costumbre en Autocosmos realizamos su respectiva prueba de rendimiento. En total, recorrimos 121.2 km para los que fueron necesarios 9.8 litros. Al final, la ecuación nos arroja un consumo de 12.3 km/l reales en el ciclo mixto (ciudad/ carretera).
CONCLUSIÓN
Como hemos visto, el lugar natural del KIA Forte GT 2020 es justo en medio de Sentra Nismo y el Jetta GLI (curiosamente, todos fabricados en México). Es mejor producto que el japonés, que de hecho ya va de salida, pero no es tan refinado como el alemán. Aunque eso sí tiene una mejor relación valor-precio-diversión que este ya que en términos prácticos tampoco se queda muy detrás.
A título personal, me agrada la experiencia al volante. Esa sensación firme del conjunto mecánico es algo que los entusiastas de la conducción agradecerán. En todo momento te recuerda que vas al volante de un sedán con aspiraciones Gran Turismo.
Perfil que cumple su cometido, ya que, dentro del grupo, el puesto de los deportivos más potentes y con temperamente racing le pertenece a los Hyundai N y por supuesto, desde Corea del Sur, no van a dejar que un KIA sea superior. Algo irónico considerando que, en México, la percepción de deportividad de KIA es superior a la de la matriz.