Tal vez te preguntes, cómo es que se nos ocurre preguntarte esto en plena contingencia sanitaria, pero no es una idea tan descabellada, y permítenos explicarte el por qué.
Por lo regular nuestras vidas suelen ser rutinarias, de la casa a la oficina, para pasar ocho horas (o más) en un cubículo y luego regresar a casa no sin antes sortear el pesado tránsito de la ciudad, la mayoría de la gente preferiría estar en casa.
Pero cuando estar en casa se vuelve obligatorio, justamente como lo estamos viviendo ahora, nos damos cuenta de que no es la mejor idea. Y que realmente, lo que nos motiva e inspira, es movernos, viajar, por decirlo de alguna manera, ser libres.
En la mente colectiva de las personas, las motocicletas son sinónimo de libertad, el motivo de ello es que “salir a rodar”, magnifica como ningún otro paseo, el concepto de “movilidad”, simplemente la idea de viajar adquiere otra dimensión, nos permite conocer de otra manera los caminos y lugares. Dicen que “los viajes ilustran” y esa es una gran verdad.
Si bien, el automóvil nos permite trasladarnos y viajar, la experiencia es distinta, porque vas en una burbuja aislada del exterior, cómoda y perfectamente climatizada, y ello resta buena parte de las sensaciones, con lo cual el viaje pierde mucho de su colorido y en muchos casos, se reduce a llegar al destino lo antes posible.
Adicionalmente, en estos tiempos de aislamiento, una motocicleta puede ser tu mejor aliada para trasladarte y al mismo tiempo protegerte de la mejor manera, ya que por principio de cuentas viajas solo, pero además, llevas la cara tapada, usas guantes y sobra la ventilación en todo momento, así que un paseo en moto bien podría ser de las primeras actividades a realizar una vez que terminen estos largos y duros días de cuarentena.
Basta con ver un mapa, buscar una ruta corta salir, disfruta y regresar a tu casa, eso evidentemente evitando parar en puntos muy concurridos. Sí, olvida por un tiempo la obligada parada en Cuatro Vientos, Santiago y demás sitios famosos. Lo anterior, podría sonar muy obvio e incluso simple, pero créenos, te servirá de catarsis.
Si las explicaciones románticas anteriores no te han convencido de que comprar una moto es buena idea, llegamos a un punto de la vida cotidiana, donde la moto hace la vida más simple, la movilidad en una sobrepoblada y desordenada ciudad. Ya no vas a perder el tiempo en el tránsito, tampoco vas a llegar de malas a tu casa y en general, en un instante, te conviertes en una persona más puntual.
Y lo anterior para nada significa que vas a requerir de una moto muy grande y potente. Incluso como medio de transporte, una accesible y eficiente moto con un pequeño motor de 150 cc es mucho mejor que enfrentarte a las aglomeraciones del transporte público.
Lo que debes tener en mente, es que la vida después de la contingencia provocada por el COVID-19 no volverá a ser la misma. Los primeros viajes permitidos serán en solitario, seguiremos un buen rato con acceso limitado a los sitios turísticos, por lo que tu forma de ver una salida será más personal y ello no quiere decir que no puedas salir a rodar con tus amigos, ya que las distancias de manejo seguro son perfectamente compatibles con las recomendadas en estos tiempos de contingencia.
Una moto ya no es un capricho o un juguete, perfectamente puede ser parte de tu vida diaria, y al igual que en el mundo de los autos existen muchos tipos, categorías y precios. Pero sin hablar de motos exóticas, los costos tanto de adquisición como de mantenimiento generalmente son menores, y claro, también está el enorme ahorro de gasolina.
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Por ello, hoy te invitamos a ver las motos como una máquina eficiente, económica y práctica, pero también de emociones y no nada más como una cosa de locos amantes de los riesgos innecesarios. El mercado ofrece desde scooters hasta deportivas, en un abanico inmenso de precios, o tal vez quieras acudir a una casa preparadora donde te hagan una moto a la medida, con precios accesibles usando como base motos de baja cilindrada.
