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Primer contacto con el UAZ Hunter 2019 en Chile

Pusimos a prueba las aptitudes del legendario todoterreno ruso, en su revelación oficial a la prensa especializada.

Primer contacto con el UAZ Hunter 2019 en Chile

No hay nada mejor que levantarse una mañana sabiendo que pasaras manejando un vehículo ruso de ADN militar. Y es que el UAZ Hunter es un auto del que vale la pena escribir, porque es un refrescante contrapunto a toda la industria automotriz actual, un vehículo que cala en lo más profundo del ideal que hay por transporte utilitario. En una guerra, en una aventura extrema, donde la misión es sobrevivir y llegar, no puedes depender de absolutamente nada más que tu fuerza y voluntad.

El mismo Jeremy Clarkson, lo llamó alguna vez, "el peor vehículo del mundo". Pero es que al Hunter hay que ponerlo en contexto para entenderlo; de hecho, si quieres, puedes leer esta crónica con el himno ruso de fondo, para ponerte a tono. Este no es un todoterreno para tomar sol en la playa. Menos es un todoterreno para ir contando lingotes de oro en las dunas del Medio Oriente. Tampoco es un todoterreno para ir con la familia a unas relajadas vacaciones al aire libre.

Su diseño es 100% utilitario y no ha cambiado mucho desde que se diseñó hace muchas décadas atrás. En ese sentido nos recuerda al Land Rover Defender original, lo más cercano que hay a este auto. Sabemos que hay modelos muy capaces, como el Mercedes-Benz Clase G, el Toyota Land Cruiser y el Jeep Wrangler, pero mientras todos estos modelos (incluyendo al Defender, próximo a conocer una nueva generación) de alguna manera se "vendieron al sistema", los rusos han preferido dejar al Hunter tal como lo que es. 

¿Faros de xenón? ¿Intermitentes en los espejos? ¿Techo panorámico? No. El UAZ no necesita nada de esas cosas. Dos faros principales, genéricos, flanquean una parrilla sencilla de dos aperturas, donde se luce orgullosa la insignia de UAZ. Las puertas son extrañas, medias angostas, pero permiten un buen acceso al habitáculo. Las ventanas, son deslizables, como las de una van. Las luces posteriores, podrían ser perfectamente las de un remolque de camión. Todo está pensado para que sea fácil de arreglar, fácil de conseguir y al mejor precio. 

El interior es técnicamente lo mismo. Los rusos tuvieron la "delicadeza" de al menos poner cinturones de tres puntas, una luz en el techo y unos rudimentarios "descansabrazos". No hay tacómetro, no hay consola central, no hay posavasos, no hay comandos en el volante, alfombras, nada de nada. Solo lo estrictamente necesario y funcional, lo suficiente para saber qué tan rápido vas, cuanto combustible te queda, la temperatura del motor, aceite, voltímetro y palancas menores para operar luces o limpiaparabrisas. El suelo, de vinilo, incluso tiene una sección que puedes sacar, para tener mejor acceso a la caja de cambios y al transfer, en caso de que necesites meter mano. Los asientos se pliegan para que puedas dormir en el interior o acomodar algún botín de guerra. 

Nada se va a echar a perder, no hay sensores, computadores a bordo y mecanismos complicados. Podrías estar con el agua hasta el cuello y a lo más se te va a quemar un fusible que vas a poder reemplazar en menos de 30 segundos. Si se ensucia o se raya, mejor, porque son heridas de combate.

El Hunter es impulsado por una selecta oferta de motores, incluyendo versiones Turbodiésel en algunos mercados, pero la verdad es que no son motores muy ecológicos. La gracia de estos bloques menos desarrollados es la robustez y sencillez empleada en su construcción, pensados para funcionar bajo las peores condiciones y con los peores combustibles. No nos sorprendería ver un Hunter impulsado por Vodka o bencina con agua. Claro que, en el caso de Chile, se optó por el motor más "sofisticado" que ofrece actualmente UAZ, que es el mismo motor del Patriot, su todoterreno más "civilizado". Hablamos de un motor 2.7 aspirado, el que entrega una potencia de entre 128 y 135 Hp, y un torque de entre 155 y 162 Lb-pie, según el combustible que le pongas, aunque la ficha técnica dice que lo mejor es ponerle "de 93". Este motor tiene acelerador electrónico al menos y logra la homologación Euro V de emisiones. No va a más de 130 km/h.

Se asocia a una transmisión manual de cinco velocidades y a un sistema de tracción 4WD como los de antes, con modo 2H, N, 4H y 4L, todo operable con una palanca al interior. Presenta suspensión dependiente con resortes en el frente y suspensión con ballestas en la parte trasera. Sus frenos son de disco adelante y de tambor atrás.

UAZ ofrece por ahora dos versiones del Hunter. El modelo Classic ofrece dirección hidráulica, cierre centralizado, tapiz de vinilo lavable y cortesía de la casa, la instalación de una radio con Bluetooth. El aire acondicionado y las llantas de aleación son opcionales. El modelo Expedition agrega frenos ABS, diferencial autoblocante, una combinación especial de pintura, parrilla portaequipaje, winche, defensas en las barras de la dirección, caja de cambios y transfer, con tubos y chapa estampada, así como parachoques especiales y asientos calefaccionados, esto último un equipamiento muy recurrente en los modelos rusos. También se suman, neumáticos BF Goodrich TA 235/85 R16 con llantas de acero negras.

La prueba de manejo

Liderados por Alejandro Schmauk y Andrei Duben, el representante de UAZ en Chile, conocimos tres versiones del Hunter. Dos de estos tres modelos estaban en su configuración más básica, sin climatización ni audio. El tercer modelo, era propiedad del propio Andrei y contemplaba todo lo que ofrece el modelo Expedition, además de dos focos LED auxiliares y un reprogramador del acelerador electrónico.

Nuestra "cancha" para jugar consistió en la pista off-road ubicada al interior del circuito de Las Vizcachas. Está es corta en extensión, pero muy técnica y suficiente para poner en evidencia las características de cualquier todoterreno. Luego, atacaríamos unos rellenos de tierra en la parte posterior del circuito con unos caminos altamente accidentados. Finalmente cerraríamos con una empinada trepada hacia un relleno de tierra en la parte más alta del complejo de Las Vizcachas, por fuera del circuito. 

El primer trazado, lo conocemos bastante bien y lo hemos probado con varios vehículos, incluyendo modelos como el Porsche Cayenne. Claro que, para el Hunter, técnicamente fue "un paseo en el parque". El motor tiene muchísimo torque en baja, lo que hace que se sienta ágil desde la salida. Con la transmisión puesta en 4H y su amplio recorrido de hasta 210 mm, nunca el Hunter puso una rueda en el aire. Zanjas y terraplenes no le hicieron ni cosquillas, en especial gracias a sus ángulos de ingreso y egreso, 50 grados en la parte frontal y 33 grados en la parte posterior. Lo hicimos trepar todo lo que pillamos y la verdad es que entrega una seguridad única, porque sabes que va a pasar por todos lados con la misma gracia con la que un city car se abre paso en la ciudad.

La trepada fue la única que hicimos en 4L, solo para asegurarnos en una zona deslizante en el medio y para controlar la velocidad en la bajada. El Hunter con su sencillez y austeridad, ni se esforzó. No sudó ninguna gota.

De suspensión no es duro, al menos si quieres hacerte una idea de su calidad de manejo, pero si es nervioso y su radio de giro, no es el mejor. Pero a estas alturas, son detalles.

¿Nos gustó o no?

El UAZ Hunter es una experiencia refrescante y honesta que se agradece entre tanto vehículo moderno, pretencioso y sobrevalorado. Estamos claros que el Hunter no reemplazará las ventas de ningún crossover, pero para quienes gustan del off-road, de la aventura y del turismo, es una herramienta que se abre paso por donde sea. Es un auto que tiene un propósito claro, sobrevivir, y como tal, sacrifica absolutamente todo, incluso el modernizarse. Es fiel a su filosofía y le será fiel a sus futuros clientes.

El lado B

No quería llegar a este párrafo, pero en mi calidad de periodista debo hacer un alcance real sobre el Hunter. Este modelo, se ofrece a un precio desde $11.990.000 con un bono de lanzamiento por un millón de pesos, lo que lo deja en $10.990.000. Y la verdad es que para un modelo que no tiene seguridad, economía y confort, es un producto caro.

Conversando con amigos asiduos al off-road, llegamos a una conclusión bastante cierta, que el "jeepero" en general no está interesado en modelos nuevos. Por la misma plata del Hunter puedes comprar un SUV clásico o una camioneta todo-terreno (Pathfinder, Hilux, Galloper, Samurai, por mencionar) y con lo que te sobra, equiparla con suspensión, neumáticos, defensas, winch, luces auxiliares y más, sin considerar que son autos con motores y plataformas "un poquito" más modernas. Porque si quieres un auto para "hacer tira", que mejor que uno usado y de alguna marca que lleva años en el país. Y esto lo menciono, porque el Hunter es un modelo muy de nicho, que no sirve comparar ni siquiera a cualquier auto moderno de 10 millones de pesos.

Estará en las manos de UAZ potenciar las ventajas del Hunter, como su pedigree militar y su durabilidad extrema. Por otro lado, si quisieras las aptitudes del Hunter en un modelo nuevo, tendrías que irte por un Wrangler, un auto que hoy en día no vas a obtener nuevo bajo los 27 millones de pesos, pero que esta asociado a otro perfil de clientes y otro equipamiento. Solo nos queda el pequeño Suzuki Jimny y el Lada 4x4 como alternativas secundarias, pero que no alcanzan los extremos a los que llega el Hunter.

¿Veremos más de UAZ en Chile? En los planes está el Patriot, un todoterreno mucho más moderno y tambien el legendario furgón militar Bukhanka, con aptitudes off-road similares a las del Hunter.

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