Puede que a primera vista no haya mayores cambios, después de todo se trata de un facelift ligero, pero en realidad, las pocas o muchas mejoras están aplicadas de forma correcta para rejuvenecer a este icónico modelo.
Al exterior, es fácilmente reconocible como un Maxima, y aunque mantiene elementos como la parrilla V-Motion, añade algunos elementos mejorados como las remozadas fascias (delantera y trasera), los faros “boomerang” LED con estilo joya, rines de 19 pulgadas con corte diamante, así como las salidas de escape cuádruples.
Puertas adentro, encontramos nuevos acabados en costuras y materiales que contribuyen a brindar una atmósfera de mayor lujo, después de todo es el sedán más costoso de la marca. El panel de instrumentos, los paneles en las puertas, insertos del volante, materiales de los asientos y las rejillas de las bocinas han rediseñados. Por cierto, el Maxima SR presenta una nueva costura de acento naranja, detalles de Alcantara y acabados cromados.
En materia de equipamiento, resalta la integración del Safety Shield 360°, un paquete de tecnologías de asistencias que incluye Frenado de Emergencia con Detección de Peatones, Alerta de Punto Ciego, Alerta de Tráfico Cruzado, Alerta de Desvío de Carril, Asistencia de Luces Altas y de Frenado Trasero Automático, disponibles en la versión Exclusive.
Adicionalmente Nissan también cuenta con Control Crucero Inteligente, Monitor de Visión periférica, Detección de Objetos en Movimiento, Alerta de Colisión Frontal y Alerta Preventiva de Colisión Trasera.
En el apartado mecánico no hay mayores cambios, por lo que el Maxima es impulsado por el conocido V6 de 3.5 litros con 300 hp y 261 lb-pie de torque que se acopla a una transmisión automática CVT. Con esto, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 6.3 segundos. Aunque el VQ35 es un excelente motor, nos hubiera gustado que el faclift hubiera estado acompañado por el 2.0 litros turbo de compresión variable estrenado en el Altima.
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