Con el tema de la consciencia medioambiental y de la mano de las tecnologías limpias, como los autos híbridos y los eléctricos, también llegan algunas soluciones menos extremas, pero que de alguna forma propenden por el ahorro de combustible y, por ende, resultan menos contaminantes, como lo es la tecnología Mild Hybrid cuya traducción sería hibridación ligera.
Casi, pero no del todo híbrido
El sistema lo compone un sistema eléctrico adicional de 48V que se incorpora al vehículo, integrado por un motor de arranque con banda y refrigerado por agua (BAS, por Belted Alternator Starter), una batería de iones de litio de 48V y un convertidor DC/DC, el cual transforma la corriente continua de mayor tensión de la batería y la ajusta con la red convencional de 12V del vehículo; así mismo se cuenta con un respectivo transformador de tensión para realizar el proceso de conversión.
La idea del sistema es servir de apoyo al motor de combustión, ofreciendo beneficios como permitir la circulación del vehículo por inercia con el motor apagado, hasta por 40 segundos a velocidades entre 55 km/h y 160 km/h, lo que reduce el consumo de gasolina y las emisiones de CO2. De igual forma, se extiende la función del sistema Start/Stop, a partir de los 22 km/h, al apagar el motor antes de que se detenga por completo.
Adicionalmente, la energía recuperada mediante la regeneración por frenado del sistema se orienta en buena parte hacia el funcionamiento de componentes electrónicos de a bordo, tales como el aire acondicionado y el sistema de audio, con lo que se libera de tal trabajo al motor o se reorienta esa energía para favorecer el torque de salida.
Las prestaciones de la tecnología de hibridación ligera, lejos de afectar el desempeño del motor, contribuyen a mejorar su funcionamiento y esto lo hace de una manera imperceptible para el usuario.