El apellido AMG en los modelos de Mercedes-Benz es sinónimo de vehículos de altas prestaciones con modificaciones y mejoras de chasis, suspensión y, obviamente de motor, el cual por cierto es fabricado a mano por una persona específica de esta división, que después de terminar su tarea, deja su firma en el motor.
Es por este tipo de características especiales, que la llegada del Mercedes AMG GT R Roadster es una de las más mencionadas en el marco de la versión 89 del Salón de Ginebra. El motor biturbo V8 de 585 hp, y par máximo de 516 lb-pie, le permiten a este bólido de diseño espectacular un 0 a 100 km/h en 3.6 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 317 km/h.
Diseñado para volar
Entre las características más destacadas del diseño exterior, se encuentra la apariencia de flecha en forma de V de la parte delantera, que además de dar un aspecto agresivo, suma ventajas en su resistencia al viento.
La sección delantera baja y la rejilla del radiador inclinada hacia adelante crean una impresión distintiva de "nariz de tiburón". Al mismo tiempo, esta forma reduce el punto de contrapresión del vehículo, lo que mejora el flujo de aire de refrigeración y el rendimiento aerodinámico.
Aleta oculta
Un perfil aerodinámico activo se oculta de manera casi invisible en la parte inferior de la parte delantera del motor. Con un peso de alrededor de dos kilogramos, este elemento ligero de fibra de carbono es sensible a la velocidad y se extiende automáticamente alrededor de 40 milímetros hacia abajo, según el programa de manejo. Este elemento aplica un cambio considerable en el flujo de aire y da como resultado lo que se conoce como el efecto Venturi, que adicionalmente "aspira" el automóvil a la carretera y reduce la elevación del eje delantero en alrededor de 40 kilogramos a 250 km / h. El perfil aerodinámico se retrae automáticamente de nuevo dependiendo del programa de conducción y la velocidad.
Adicionalmente, cuenta con persianas verticales en la parte inferior del faldón delantero que se abren y cierran electrónicamente para garantizar la cantidad requerida de enfriamiento o para mejorar la eficiencia aerodinámica.
Sistema de escape con sonido espectacular
El sistema de escape no solo ofrece un sonido de auto de carreras, también ahorra alrededor de seis kilogramos de peso gracias al uso de titanio para el silenciador trasero. Con su forma hexagonal especial, la gran punta del tubo de escape centrada en el faldón trasero enfatiza el carácter deportivo del automóvil. Dos tubos de escape más se encuentran a la izquierda y la derecha en el difusor. Sus puntas están forradas en fibra de carbono para proteger el difusor contra las altas temperaturas de escape. El sistema de escape cuenta con dos aletas de escape que se abren y se cierran según el modo AMG DRIVE SELECT seleccionado, aunque también pueden controlarse individualmente usando un botón separado en la UNIDAD AMG DRIVE. En los modos "Confort" y "Sport", el sonido de baja frecuencia típico de un V8 enfatiza la comodidad. Mientras tanto, en los modos "Sport Plus" y "RACE", la composición del sonido es mucho más emotiva.
Transmisión de doble embrague
Cuenta con siete velocidades y está configurada en un diseño de transmisión en el eje trasero, adecuada para circuitos de carreras. La primera marcha tiene una relación más larga, mientras que la séptima velocidad y la transmisión final tienen relaciones más cortas para permitir una experiencia de aceleración más ágil y una respuesta reactiva a los rápidos movimientos del pedal del acelerador. El conductor puede elegir entre 6 diferentes modo de conducción.
Dirección activa en las ruedas traseras
Este sistema ofrece una combinación ideal de agilidad y estabilidad, mediante dos actuadores de dirección que reemplazan los brazos de control convencionales en el eje trasero. En el corazón del sistema hay dos actuadores electromecánicos que no están conectados mecánicamente al volante. Este sistema ajusta las ruedas traseras dentro de un mapa operativo predefinido por medio de control electrónico. El máximo cambio de ángulo de la pista en las ruedas traseras es de 1.5 grados.
Hasta una velocidad de 100 km/h, las ruedas traseras apuntan en dirección opuesta a las ruedas delanteras. Correspondiente a un acortamiento virtual de la distancia entre ejes. La ventaja es que el roadster es mucho más ágil cuando se dirige a las curvas. Los beneficios adicionales incluyen una mayor maniobrabilidad y un círculo de giro más pequeño en situaciones de manejo cotidianas, como al girar o estacionar. Una vez que la velocidad del automóvil supera los 100 km/h, el sistema gira las ruedas traseras en la misma dirección que las delanteras, lo que corresponde a un alargamiento virtual de la distancia entre ejes y mejora la estabilidad de manejo.
Espectacular, ágil, seguro, potente y cargado de tecnología, son algunos de los adjetivos que pueden definir tangencialmente al Mercedes-AMG GT R Roadster, un deportivo que dará mucho de qué hablar cuando ruede por las carreteras y pistas del mundo.